Al cierre de 2023, el sector agroalimentario se posicionó como el tercero más exportador del país, con ventas al exterior que representan un incremento del 3.7 por ciento en comparación con 2022 y un valor total de 51 mil millones de dólares. La cerveza es el producto más exportado, con un valor de 6 mil 163 millones de dólares, seguido del tequila y el ganado bovino, resultados que consolidan a Zacatecas como un contribuyente significativo al panorama agroalimentario del país, pues la entidad alberga la planta productora más grande a nivel global, con una producción anual estimada de 24 millones de hectolitros.
Hasta el segundo trimestre de 2023, de acuerdo al último Panorama de las industrias manufactureras en Zacatecas publicado por la Secretaría de Economía del Estado; la producción de bebidas generó 17 mil 451 millones de pesos en la localidad, lo que representó la mitad de todo el PIB industrial en la entidad. Sin embargo, quedan dudas en torno a la genuina contribución económica local de Grupo Modelo, pues es constante su participación en las controversias socioambientales de la región. En una nota publicada el pasado noviembre en La Jornada, se dio a conocer que la transnacional suspendió la compra de cebada maltera local, afectando a campesinos y rompiendo acuerdos establecidos desde 2014 para lograr una economía circular local.
Además, la compañía ha sido criticada por su gestión del agua en la región. El impacto de Grupo Modelo en la cuenca hidrológica de Calera está vinculado a problemas preexistentes en el acuífero desde la inauguración de la planta en 1997. La empresa adquirió cientos de hectáreas a campesinos, junto con derechos de pozos agrícolas, y promovió el cambio de uso de los pozos de agrícolas a industriales entre 1996 y 1997. Ingenieros especialistas en agua subterránea señalaron, ya desde 2021, que 11 de los 34 acuíferos de Zacatecas estaban siendo sobreexplotados con un déficit de 435 millones de metros cúbicos al año; esto, de acuerdo a la investigación de Alfredo Valadez en La Jornada durante este año. Se destaca también que la compañía violó la Ley de Aguas Nacionales al perforar hasta 500 metros de profundidad, cuando sólo se permite hasta 250 metros.
A pesar de su contribución y enorme importancia dentro de las cifras de exportaciones y el PIB estatal, estos hechos plantean preocupaciones fundamentales sobre los acuerdos sociales rotos por parte de la empresa, así como la sostenibilidad y el cumplimiento de normativas ambientales en una región ya de por sí constantemente castigada por la sequía; esto, además, ahondando en la falta de transparencia gubernamental y la politización de la problemática en el estado.
