Durante su informe de labores presentado este lunes, Rubén Ibarra Reyes, rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), dio a conocer que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) condonará a la máxima casa de estudios de la entidad un monto de 700 millones de pesos por concepto de “accesorios”, que refiere a uno de los rubros del adeudo histórico.
“Esto representa una remisión por casi 800 millones y el reconocimiento de pago de 250 millones de pesos más, lo que significa que el beneficio es prácticamente por mil millones de pesos. En próximos días estaremos formalizando este convenio”, expresó.
Expuso que, para ello, el requisito impuesto por el ISSSTE es pagar 500 millones a capital, cantidad que se está gestionando ante diversas instancias federales y con el Gobierno del Estado.
En caso de que se concrete, indicó que la deuda de la BUAZ se reducirá de 3 mil a mil 500 millones de pesos, cantidad que se plantea pagar en un plazo de 20 años y así estabilizar la crisis financiera.
Ibarra Reyes mencionó que recientemente se reunió con el subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro, quien se comprometió a gestionar la mitad de ese recurso (250 millones de pesos) para acceder a la condonación de los “accesorios”.
“Esta es una gestión histórica que, además, beneficiará todos los deudores del ISSSTE a nivel nacional. Con estas cifras en la UAZ se permitirá quitar la asfixia y la zozobra a nuestra institución, un beneficio que ya no se heredará a las próximas rectorías”, agregó.
Por tanto, indicó que del total de problemas que enfrentaba la institución, ahora sólo hay uno por atender, pero al concluir con su administración este será de la mitad, de manera que el reto a futuro es gestionar un mejor presupuesto para la universidad.
Además, destacó que “nos encontramos al corriente en el pago de seguridad social y obligaciones fiscales correspondientes, algo que durante muchos años administraciones anteriores no hicieron. Nosotros asumimos la responsabilidad de hacer las cosas en orden en beneficio de la comunidad universitaria y sin haber generado un solo peso de endeudamiento para la institución”.
Al respecto, Ibarra Reyes recordó que recibió la administración con adeudos millonarios y tan sólo a las escuelas se debía 50 millones de pesos, al Sistema de Administración Tributaria (SAT) 500 millones de pesos y a la Fundación del Sindicato de Personal Académico (SPAUAZ) 300 millones de peso, los cuales ya fueron liquidados.
Afirmó que eso no sería posible sin una política real de austeridad y de responsabilidad en el uso y ejercicio de los recursos, además de que “en mi administración no hay derroche y el recurso de los universitarios es para los universitarios”.
También informó que está al corriente con el pago de todas las prestaciones y compromisos contractuales, mientras que el salario no ha dejado de dispersarse en tiempo y forma cada quincena.
Por otra parte, se refirió al conflicto con algunos sectores de la universidad y exhortó a toda la comunidad a coadyuvar para que haya estabilidad y “el diálogo es la única forma de lograr superar nuestras dificultades”.
Ibarra Reyes señaló que los paros laborales y la toma de instalaciones demeritan la imagen de la institución y son un mecanismo de presión que en muchas ocasiones es legítimo, pero cuando las demandas son atendidas, “entonces los paros son el significado de una lucha política y esos no tienen justificación”.
Por tanto, convocó a todos los profesores a que prioricen los intereses de la institución y de los estudiantes por encima de los intereses particulares e individuales: “los invito a que me acompañen en esta lucha por el bien de la universidad, no por el bien de una persona”.
Aseguró que, detrás de las manifestaciones recientes hay un interés político, pero “querer dañar la imagen del rector, la imagen de una administración, es dañar la imagen de la universidad, es dañar la imagen de todos”.
Asimismo, refirió que la universidad es democrática y diversa, pero no caben las posturas que pretenden beneficios particulares y por lo tanto “no permitiremos que la división y las posturas radicales y pueriles dañen lo que se ha construido. Somos partidarios del diálogo y por lo tanto jamás estaremos a favor de la imposición de ideas”.
Por último, Ibarra Reyes explicó que, a pesar de que lleva más de dos años y medio como rector, este es apenas su segundo informe de labores debido a que el Consejo Universitario avaló la extensión de su periodo y permanecerá en el cargo cuatro años y medio.
Recordó que el Consejo Universitario aprobó su extensión en el mandato con sólo una abstención y se propuso porque la administración anterior se extendió debido a que la pandemia por Covid-19 impidió que se realizara el proceso electoral en las fechas en que debió realizarse en 2020.
A la presentación del informe no fueron invitados los exrectores Alfredo Femat Bañuelos y Antonio Guzmán Fernández, y sólo asistieron Francisco Sandoval Martínez, Francisco Javier Domínguez Garay y Armando Silva Chairez; tampoco fue convocada Jenny González Arenas, secretaria general del SPAUAZ.
Asimismo, durante el fin de semana, se divulgaron capturas de pantalla de conversaciones en las que autoridades universitarias solicitaban a directores y docentes que llevaran a sus alumnos al informe con el argumento de que era parte de su formación integral y que ahí se les tomara lista.
Por último, Ibarra Reyes precisó que la presentación del Informe se llevó a cabo en el Palacio de Convenciones y no en el Teatro Calderón, como tradicionalmente se ha hecho, debido a que ese espacio “se queda pequeño” para este tipo de eventos, ya que solo tiene un aforo de 500 personas.
