Atenas. Los periodistas de la emisora pública griega ERT, atrincherados dentro del edificio del canal tras el anuncio inesperado de cierre por parte de las autoridades a causa de los recortes presupuestales, reanudaron hoy las transmisiones vía Internet en abierto desafío al gobierno. El grupo es apoyado en el exterior por miles de personas que se manifiestan contra el gobierno.
Las transmisiones se reanudaron durante la noche después de que el gobierno decidiera por decreto cerrar los canales de televisión y emisoras de radio públicos creados hace 75 años.
Este miércoles pudo verse a través de la web www.ert.gr y del canal local 902 del partido comunista KKE un debate de periodistas sobre el golpe recibido la víspera, por el que se quedan sin empleo casi 2 mil 700 personas.
Los reporteros fueron apoyados por el resto de periodistas del país, que se declararon en huelga. Desde las 06:00 horas no emiten noticias ninguno de los canales ni radios del país, excepto las relacionadas con el propio caso de ERT.
En los canales se emitían en lugar de los noticieros grabaciones de shows, películas o programas de cocina. “Haremos huelga hasta que el gobierno dé marcha atrás”, anunció a Dpa el presidente de la Asociación de Redactores de Periódicos de Atenas (ESIEA), Dimitris Trimis.
Debido a la huelga no habrá periódicos mañana jueves en Grecia.
Los sindicatos del sector privado, GSEE, y público, Adedy, convocaron una huelga general de 24 horas para el jueves y una manifestación ante la sede de la ERT en Atenas para protestar contra su cierre. Está previsto que también los ministerios y otros edificios públicos permanezcan cerrados mañana.
Al igual que el líder del principal partido opositor Syriza (izquierda), ambos sindicatos calificaron de “golpe de Estado” este cierre y denunciaron “la persistencia del gobierno en tomar decisiones antidemocráticas extremas”.
En la noche del martes el Ministerio de Finanzas decretó la desaparición del ente estatal de radio y televisión ERT que cuenta con cuatro canales de televisión y de 28 estaciones de radio. Uno tras otro fueron apagando la señal de los canales.
El director ejecutivo de ERT, Emilios Latsios, señaló que las autoridades instaron a los empleados a abandonar todos los edificios o ser arrestados, pero por el momento no ha habido intervención policial.
El gobierno anunció que ERT volverá a emitir a finales de agosto, tras pasar por un programa de saneamiento, señaló el portavoz del Ejecutivo, Simos Kedikoglou.
“ERT no cierra. Lo que cierra es una estructura edificada de forma desequilibrada y con cimientos podridos”, afirmó. El nuevo ente público de radio y televisión tendrá como máximo mil 200 empleados, en vez de los casi 2 mil 700 de la actualidad, y se llamará NERIT.
La institución será independiente. “No existen en Europa periodistas que sean funcionarios públicos”, añadió.
Culpan a la troika
La decisión del primer ministro conservador Antonis Samaras ha generado tensiones dentro de su coalición de gobierno. Tanto los socialistas como la Izquierda Democrática señalaron que no están de acuerdo con la decisión radical.
La prensa griega asegura que detrás de la decisión está probablemente la presión por parte de la troika de acreedores de Grecia (La UE, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional), ya que Atenas tenía que despedir hasta finales de junio a 2 mil funcionarios. El diario liberal de izquierdas Eleftherotypia comentó: “Ejecución (de ERT) por la troika”.
Ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, la Comisión Europea negó haber pedido el cierre de ERT y aseguró que apoya el papel de los medios públicos como parte integral de una democracia. Pero, a la vez dijo que no “cuestionará el mandato del gobierno griego para administrar el sector público”.
El comisario de Economía del bloque, Olli Rehn, dijo que la decisión tiene que ser analizada en “el contexto de los enormes esfuerzos (…) para modernizar la economía griega” y fue abucheado por algunos eurodiputados cuando llamó a que los despidos de los empleados del ERT “se realicen de acuerdo con el marco legal vigente”.
“Hoy nos dimos cuenta del tesoro perdido”
Miles de griegos que se encuentran en el exterior se quejaron por teléfono o Internet contra el cierre del ente, que consideran “el cordón umbilical” que los une con su “vieja patria”. Los fanáticos del deporte también están enojados: la televisión estatal transmite casi todos los eventos deportivos importantes.
La radio y la televisión públicas tienen una historia difícil en Grecia. En las últimas décadas sirvieron para dar trabajo a cientos de miembros de los diferentes partidos que estuvieron en el gobierno.
La televisión pública es financiada a través de un impuesto que se cobra a los ciudadanos en la factura de electricidad y a través de la publicidad, controlada por el Estado. Cada nuevo gobierno nombra al presidente del organismo.
El resultado: muy bajos índices de audiencia y producciones caras. El principal programa de noticias tenía recientemente un índice del seis por ciento de audiencia. Y peor es lo que ocurre en la radio. Ninguna de las emisoras aparece en la lista de las 20 radios más escuchadas en el país.
La empresa completa le costaba a los griegos unos 300 millones de euros anuales. El pago de cada contribuyente se calculaba por el consumo energético y alcanzaba alrededor de una décima parte de la cuenta de electricidad. ERT empleaba siete veces más empleados que cualquier otro ente similar europeo.
Pero pese a todo, la radio y televisión públicas tenían algo único que ofrecer: la calidad de sus emisoras se mantuvo en un alto nivel a pesar de los problemas burocráticos. Programas culturales, que no tenían espacio en emisoras privadas, eran producidos por ERT. El tercer programa de radio (ERA 3), con su música clásica y ópera era un oasis en el paisaje radiofónico. “Hoy nos dimos cuenta del tesoro que perdimos”, dijo Marios Kourides, un fiel oyente de los programas culturales del ente estatal.