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viernes, 29 marzo, 2024
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Miscelánea Sistema de partidos: partidocracia y mediocracia

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Por: AQUILES GONZÁLEZ NAVARRO •

El sistema de partidos políticos que garantiza nuestra Constitución General, se constituye en una de las grandes motivaciones para la vida política del siglo XX con trascendencia al XXI.

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Con el Sistema de Partidos vigente, las actividades políticas fundamentales se han concentrado en los llamados Partidos Políticos. La lucha por el poder político no es posible si no es a través de estos institutos de elección, donde “casi todo el juego político se resume en las relaciones de confrontación y de lucha por el poder entre los partidos. Estos se han convertido en los grandes protagonistas de la acción política.”(Enciclopedia de la Política. Rodrigo Borja).

Todo partido político, según Rodrigo Borja, debe reunir tres elementos fundamentales:

a.- UNA IDEOLOGÍA POLÍTICA. B.-UN PLAN DE GOBIERNO Y c.- UNA ORGANIZACIÓN PERMANENTEMENTE ESTABLECIDA.

El objetivo fundamental de los partidos políticos, consiste en la “conquista del poder como medio de convertir en actos de gobierno sus postulados y sus planes de acción.” (op cit).

En consecuencia: Una vez conquistado el poder, la ideología política debe cumplir con su función de ser el medio para convertir en actos de gobierno sus postulados. ¿Y si el partido carece de postulados como consecuencia de carecer de ideología política?

Pero, ¿es posible que esto suceda? Sí: Al incrementarse de manera desmesurada las prerrogativas del partido, así como el pago o “dieta” de los “funcionarios” o “servidores” y no establecerse un catálogo de capacidades o aptitudes para los cargos, es entonces que, de pronto el partido que alcanza el poder político, es escalado por cientos y miles de ciudadanos marginados de los empleos donde sí se exige capacitación: el ejercicio de alguna profesión (médico, ingeniero, abogado, químico, profesor etc.), aptitud para determinados trabajos de carácter técnico (plomería, fontanería, herrería, sistemas de cómputo etc.), o simplemente habilidades en el comercio formal o informal u otras que le permitan subsistir sin enrolarse en el aparato burocrático.

El partido crece, o más bien se infla pero no desarrolla, y mucho menos alcanza la posibilidad de convertir en actos de gobierno sus postulados, por la sencilla razón que carece de ellos y, así se pierde, se desdibuja como partido: No se presentan iniciativas trascendentes en las legislaturas, se carece de debate sobre los problemas nacionales y sobre el rumbo de país. En concreto: la mediocracia da alcance al sistema y se establece, tal como lo presagiara José Ingenieros en “El Hombre Mediocre”, hace más de cien años.

El partido no crece, pero sus líderes sí, en cuanto que son ellos quienes “recomiendan” a sus allegados (amigos incondicionales, parientes o “leales”) para ser incluidos en las diversas candidaturas, sobre todo las plurinominales.

Otra de las consecuencias del arribo de la mediocracia al poder, es la ausencia de supervisión de los actos y obras del gobierno, pues el partido debe vigilar inclusive el comportamiento de las autoridades, el respeto a las libertades de los ciudadanos y a los derechos humanos, así como la propuesta de planes de acción alternativos y, algo fundamental en cuanto al gasto en obra pública: No sólo una contabilidad honesta, sino que la obra tenga utilidad social.

“El arco más grande del mundo” construido en lo que es hoy Ciudad Administrativa por el gobierno de Amalia García, o la plazoleta para un asta bandera construida a un lado del depósito de agua potable, aquí en la capital por el gobierno de Miguel Alonso, o las habitaciones de super lujo con espejos para que este moderno narciso se viera de cuerpo entero, construidas en la casa de gobierno, no existirían bajo una vigilancia permanente de los partidos de oposición y hasta del propio partido del gobernante.

“El propósito del partido de oposición no es, por cierto, derribar al que está en el poder ni suplantarlo al margen de la ley, sino criticar la ineficacia, el abuso o la deshonestidad de sus acciones con miras a lograr las rectificaciones convenientes o necesarias. Para desempeñar su función el partido de oposición debe crear mecanismos de análisis de los problemas nacionales en todos los campos…” Op cit.

“El partido en el poder no puede confundirse con el gobierno aun cuando sus militantes sean quienes lo ejerzan. El partido es una entidad distinta del gobierno. El partido no forma parte del aparato gubernativo del Estado ni es una dependencia oficial suya…” Op cit.

“Los partidos son órganos de formación, expresión y movilización de opinión pública, interpuestos entre el gobierno y la sociedad.

“En ciertos períodos la nación se aduerme dentro del país. El organismo vegeta; el espíritu se amodorra. Los apetitos acosan a los ideales, tornándose dominadores y agresivos…Ningún clamor del pueblo se percibe; no resuena el eco de grandes voces animadoras. Todos se apiñan en torno de los manteles oficiales para alcanzar alguna migaja de la merienda. Es el clima de la mediocridad…” , dice José Ingenieros en El Hombre Mediocre.

“Políticos sin vergüenza hubo en todos los tiempos y bajo todos los regímenes; pero encuentran mejor clima en las burguesías sin ideales…” Op. Cit. ■

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