No se trata de ese país centroamericano donde miles de maras inundaron territorio zacatecano a su paso hacia el norte, no se trata de el pulgarcito deAmérica donde poetas y obispos populares contribuyeron a su fama mundial, se trata mas bien de El Salvador, municipio zacatecano con lindes en Monterrey, hermano genuino de Concha del Oro.
Todas las leyendas apuntaban a que había sido un territorio de los ingobernables guachichiles tan bélicos y desmadrosos como jamás se había visto, totalmente desnudos y desperdigados pero nunca híbridos sino naturales hasta que llegó el famoso Urdiñola para fundarlo y colonizarlo y con la vibra de la riqueza de Mazapil, fue y es a mucha honra terruño municipal y que desde 1962 goza de la luz eléctrica, sorpresa que vecinos jamás imaginarían en tantos años oscuros.
Iban y venían azorados a los postes de luz en las calles como la maravilla de la ciencia y aunque la luz eléctrica llegó a territorio zacatecano desde 1888, en este pequeño municipio fue hasta ese año en que se ubicó dentro de lo memorable y asombroso.
Zacatecas se presta para no olvidar el refrendo de Susticacán, de Tlaltenango y de Valparaíso, de Villanueva o Atolinga, del gran Apozol o Juchipila, de Moyahua y Sombrerete y de tantos otros municipios que son portentos de la dignidad humana en aras de continuar con la tradición de los siglos de poblar y continuar ciudades heredadas y mejor aún, para darle a la nación coroneles y canciones, batallas y poetas, personajes y novelas de incalculable labor humanística.
Ese era el pretexto: El Salvador es un municipio de los más pequeños en el vasto territorio zacatecanos donde otros 57 municipios tienen sus dramáticos episodios históricos y el simbolismo de sus pobladores en fiestas religiosas, serenatas y jaripeos, el tianguis y la pirotecnia, la comida especial y fantástica, el gran repertorio de personajes que le rinden un caluroso logro a la fama nacional y le ponen fechas al calendario patriótico y rebelde y nos maravilla y nos exige poner atención a tan vastos territorios que enlazan lo típico, lo entrañable, lo destacado.
Cabe destacar que oriundo de El Salvador, Matías Ramos Santos, fue un militar destacado en el ámbito nacional y hasta presidente del Partido Nacional Revolucionario, antecedente del PRI y ello siempre enorgulleció a sus habitantes que aún lo recuerdan por sus elevados méritos como campesino, obrero, soldado raso y después sus cargos militares y sus hazañas políticas muy merecidas. ν
