Las presentes reflexiones, así como las de hace una semana, intentan descifrar en forma objetiva la situación de la crisis – una crisis que no puede ser ignorada – del Sector Salud, donde nos hacemos las siguientes preguntas que en parte ya han sido contestadas.
1.- ¿Se trata de una crisis local o una nacional?
2.- ¿El déficit en los insumos, no sólo en medicamentos, se ha incrementado exponencialmente?
3.- El sistema actual de otorgación universal del servicio de salud vs el sistema anterior del Seguro Popular
4.- Unificación del sistema de salud bajo las siglas IMSS ¿es realmente factible?
5.- ¿Funcionó la Secretaría de Salud bajo AMLO y la actual? – vicios y virtudes.
6.- ¿En la administración actual quién define los caminos a seguir, el IMSS – de Zoé Robledo – o la Secretaria de Salud del Dr. David Kershenobich Stalnikowitz en el plano nacional, y en el local Uswaldo vs El Pollo
7.- El papel que jugó el Estado Mexicano bajo López Obrador de frente a la pandemia ¿fue bueno o malo? La decisión de enviar a la OMS a López Gatell como representante de México ¿es una decisión buena o no lo es?
En cuanto a la primera y la segunda preguntas los datos nos indican – por más que los manipulen sobre todo los medios conservadores de opinión – que esta crisis es con mucho más importante en nuestro estado de Zacatecas que en el resto del país y aquí tendríamos que ser claros, las autoridades competentes, en este caso el Secretario de Salud, Uswaldo Pinedo Barrios, y el encargado local de IMSS Bienestar, Carlos Hernández Magallanes – alias El Pollo – se caracterizan por ser todo lo contrario, es decir, por ser INCOMPETENTES, porque para llegar a las condiciones actuales que sobre todo imperan en los Hospitales Generales Zacatecas, Fresnillo, Loreto etc., es cercano a lo terriblemente desastroso que ni lejanamente se compara a las deficiencias que teníamos hace una década, sino que se han incrementado exponencialmente.
Y esto señores no es otra cosa que FALTA DE GESTIÓN. Que no me digan que en todos lados están igual. Recientemente fue operado un familiar en el Hospital General Dr. José G Parres, un hospital que tiene cerca de 50 años – medio siglo – en el que claro se nota el paso del tiempo, pero que bien vale la pena reconocer que está siempre IMPECABLE en cuanto a limpieza, y platicando con los médicos ni lejanamente se tienen las carencias que los hospitales locales que claro han sido aprovechadas con fines políticos sobre todo por la impresentable Norma Castorena del sindicato, pero que en mucho nos dicen de la actual crisis que sería menor – sin lugar a dudas – si los médicos antes mencionados hicieran su trabajo, los visitaran diariamente de ser necesario, platicaran con médicos, con enfermeras, con el personal de cocina al que le han reducido a sólo un 10% las provisiones de lo está contemplado en el reglamento, y platicaran con los pacientes y sus familiares, PERO SOBRE TODO, QUE SE PUSIERAN A TRABAJAR Y SI LO HICIERAN SEGURAMENTE VERÍAMOS RESULTADOS, pero la respuesta a la interrogante es un rotundo NO las condiciones locales son con mucho peores a las carencias que las hay – en el plano nacional – y ello, sin lugar a dudas, es también culpa del gobernador que jamás ha puesto un pie en estos hospitales donde se da la atención a la mitad de la población zacatecana.
En cuanto al inciso 3 hemos comentado con argumentos y pruebas la enorme corrupción que existía en los tiempos del Seguro Popular que es lo que motivó a López Obrador a buscar un nuevo camino, pero la gente tiene de una vez por todas, el intentar no escuchar las voces conservadoras de los medios y personas de los tiempos neoliberales como el Dr. Julio Frenk, así como el grupo de analistas – convocado por las derechas más conservadoras – sobre la pandemia, Frenk ideó el Seguro Popular que de entrada solo cubre parcialmente la atención de la salud y no como lo indica la Constitución con respecto al derecho a la salud, refiriéndose a la totalidad de los problemas de salud, por lo que el salto de AMLO de una cobertura parcial a una total gratuita y “de calidad” de todos los problemas de la salud era y sigue siendo un salto enormemente complicado que sin dudas ha provocado en parte la crisis actual, pero que es el camino correcto a proveer atención universal a la salud – un derecho constitucional.
4, y 5 y 6.- Pero AMLO no se quedó ahí, en asegurar una cobertura universal gratuita y supuestamente de calidad, sino que fue más lejos encaminándose a la UNIFICACIÓN DEL SISTEMA DE SALUD, haciéndolo bajo una sola sigla, la del IMSS. Y aquí yo no estoy del todo seguro que era un paso que se debería haber dado antes que se lograra la estabilización de la cobertura universal, porque ello complicó aún más el problema. En este paso está involucrado el director del IMSS, Zoé Robledo, a quien se pidió dado la complejidad de los cambios permanecer transexenalmente, con el secretario de Salud de AMLO, Jorge Alcocer Varela, y el actual el Dr. David Kershenobich Stalnikowitz, en cuanto a estos dos últimos personajes Alcocer un reconocido Urólogo y el actual; ex director del prestigiado Instituto Nacional de la Nutrición, desde mi punto de vista dejan mucho que desear, estos dos últimos en parte por ser personas de edad avanzada a los que no tendría que habérseles dado el reto, en esto tendrían que haber pensado tanto AMLO como CLAUDIA, y la carga bajo Zoe Robledo es demasiado pesada y por esto los pobres resultados.
La Secretaría deja las instituciones como Hospitales Generales, de especialidades, Centros de Salud etc. En manos del IMSS Bienestar lo cual implica una transición compleja en extremo, difícil de realizar en una forma mínimamente ordenada en cuanto a la transferencia de personal, la unificación de sueldos y prestaciones, la dotación de insumos etc. Y claro que en cuanto a la pregunta de si la atención era de más calidad en la previa administración a la actual es posible que sea verdad porque la transición apenas se iniciaba, lo que augura que la complejidad del cambio se seguirá evidenciando en un déficit de la calidad del servicio sin lugar a dudas, pero eso no significa que teniendo dirigentes locales más eficientes y con más capacidad de gestión, pero sobre todo un gobernador interesado en el tema de la salud que no nos queda dudas comenzó con el pie izquierdo al poner al frente a un sindicalista que poco sabe de la atención médica y no – en plena pandemia – a un infectólogo con experiencia no solo en los asuntos médicos sino que además había estado al frente de la organización estatal de los derechos humanos, así es que en el plano local es poco los cambios que podemos esperar.
En cuanto al último punto el de si fue o no bueno el manejo de la pandemia es un tema que tiene que analizarse más a fondo y de ello nos encargaremos en nuestra próxima colaboración