El arquitecto Luis Mario Báez opinó que los proyectos del Platabús y del segundo piso del bulevar Adolfo López Mateos no son compatibles entre sí y, por lo tanto, la promoción de ambos obedece a la falta de coordinación que hay en las dependencias de Gobierno del Estado.
Según expuso, “este proyecto del segundo piso tiene que ver con una propuesta que parte de la Secretaría de Obras Públicas de Gobierno del Estado, pero no ha sido socializado ni desarrollado a detalle y es simplemente un planteamiento que no hemos visto con la suficiente investigación para entender las estrategias y las sinergias que pretenden seguirse”.
En ese sentido, refirió que al interior del gobierno existen dos proyectos, uno que consiste en construir ese viaducto elevado y otro para el sistema integrado de transporte que llevará por nombre Platabús.
“La idea de una obra
que impulse la
movilidad, el desarrollo
y el crecimiento
económico no debe
provocar afectaciones”
Sin embargo, dijo que los dos proyectos están siendo promovidos por dos dependencias distintas, por una parte, la Secretaría de Obras Públicas, y por otra, la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Ordenamiento Territorial (Seduvot).
Al respecto, Báez expuso que ha tenido acercamiento con funcionarios de la Seduvot y “advertimos que existe una falta de coordinación entre ambas dependencias para poder incluir en el mismo eje metropolitano ambos proyectos, ya que la situación que hay en este momento en el bulevar Metropolitano se debe a una falta de control en el transporte urbano”.
En ese sentido, señaló que en todo el mundo se está apostando a principios de la política urbana para que la solución a las problemáticas de la actualidad se haga sin comprometer a las generaciones futuras.
“Esta falta de coordinación ha generado que los dos proyectos se estorben entre sí y generen incongruencia. Creo que el propio sistema integrado de transporte podría resolver muchos de los problemas que actualmente se manejan en el bulevar”, dijo.
Opinó que la idea de una obra que impulse la movilidad, el desarrollo y el crecimiento económico no debe provocar afectaciones a la convivencia y al entorno en el ámbito del diseño urbano.
Báez opinó que es necesario considerar los casos de otras ciudades y fenómenos que se han presentado como “el tránsito inducido”, donde se provoca un aumento sustancial en el volumen de vehículos y lo que ocurre después de la apertura de una vía rápida es que se provocarán congestionamientos.
Al tener ese incentivo para el uso del automóvil, agregó, se generan más distancias, más costos y el transporte público resulta menos eficiente, lo que a su vez incrementa el interés por los autos.
Mencionó el caso de Chicago, donde los segundos pisos se están demoliendo, puesto que comprendieron que entre más infraestructura se le genera al automóvil, más vehículos habrá y ello provoca un círculo vicioso.
