Este año los zacatecanos habremos de renovar los 58 ayuntamientos, la gobernatura y el congreso en el presente proceso electoral, que ha de cambiar la suerte (para bien o para mal) de cerca de un millón y medio de personas que habitan en nuestro estado, según el último censo del INEGI.
Zacatecas como entidad tiene vocación económica agrícola, ganadera y turística y la realidad es que los últimos tiempos que se viven en el país y en el estado, a partir de una enorme deuda heredada del sexenio pasado, la desaparición prácticamente del Ramo 23 y sus programas municipales y el desface nominal educativo en la transición FAEB-FONE que implica cada año un desequilibrio financiero, poco se puede hacer para potenciar al estado económicamente hablando. Se ha avanzado pero queda mucho por hacer…y en ese sentido cabe mencionar y reconocer el trabajo que desde la secretaría de Finanzas ha hecho Jorge Miranda, las aportaciones continuas para disminuir la deuda, el tesón con el que ha convocado a los demás secretarios a hacer un esfuerzo de austeridad en el gasto y sus permanentes gestiones para resolver año con año los compromisos tanto de la nomina magisterial, como de la UAZ y del ISSSTEZAC, hacen al Secretario Miranda un profesional de la administración pública con resultados.
Los municipios son tal vez, en el nuevo esquema del presidente, los más afectados, de acuerdo con lo que él mismo dice, los recursos sí llegan, pero de manera directa y sin intermediarios. Hay un par de ejemplos interesantes, Fresnillo fue beneficiado en el 2020 por el programa estrella de rescate de espacios públicos de la SEDATU y en verdad esas acciones transforman la vida de los ciudadanos, grandes obras recreativas hacen una comunidad menos propensa a enfermar (encubar delincuentes, desertores escolares, embarazos prematuros y adictos y obesos). Sin embargo, no es suficiente, cuando me refiero al casi extinto ramo 23, lo hago con nostalgia, tuve el honor de conocer y manejar los fondos del ramo y puedo decir que la corrupción rampante que a todas luces existía, no justificaba su aniquilación porque no todos los fondos la padecían, la mayoría de los municipios se beneficiaban con obra pública y eso generaba cierta derrama y circulante en las regiones.
En el caso concreto de la capital del estado, es necesario cerrarles las puertas a las improvisaciones y a los improvisados. Si el recurso financiero es poco y se gasta sin perspectiva social y disciplina financiera, no podremos salir del hoyo en el que la pandemia va a dejar no solo a nuestra ciudad y al estado, sino al país completo. Por eso insisto, los electores debemos ponderar los perfiles profesionales por encima de los demás. Lo que requiere la ciudad de Zacatecas para convertirse en una potencia económica por medio del turismo y la cultura, es un gestor de tiempo completo y un administrador profesional. Un alcalde que discipline el gasto al interior del ayuntamiento para gastar mejor y con visión, invitar a la iniciativa privada a invertir en nuestro municipio, además de presentar proyectos de inversión tanto en la federación como en instancias internacionales, es lo que merece y necesita Zacatecas.
Y ya entrados en el perfil del próximo alcalde, para construir la ciudad modelo de la que hablaba uno de los próceres de nuestro bello estado, conocido como “Tatapachito” Francisco García Salinas, lo ideal sería que tuviera la intención de involucrarse en el concierto de crecimiento que ha marcado la ONU, bajo su programa “Agenda 20-30”, que pone como metas a los gobiernos locales, el combatir la desigualdad y abatir los rezagos así como crear los accesos a servicios para todos y todas a cambio de capacitaciones, reconocimientos y acceso a algunos fondos.
Las relaciones públicas para la gestión permanente son algo básico en el desarrollo de las ciudades y de los estados, en Zacatecas lo hemos visto en los últimos sexenios, y aquel que más relaciones tenga, es el mismo que mejores resultados podrá dar. De tal suerte que es importante que el candidato cuente con un proyecto serio, un proyecto bien hecho, real, medible y que tenga una visión de largo plazo. La gran diferencia entre los gobernantes mediocres y los estadistas es la construcción de las bases del futuro, anteponiéndolo a resultados inmediatos. Por eso se recomienda que el Plan Municipal de Desarrollo se construya desde la campaña y con la gente, es un gesto que genera confianza el invitar a involucrarse a todos los actores políticos y sociales a construir una mejor ciudad, una ciudad donde todos y todas quepamos y nos sintamos seguros y orgullosos de que se le reconozca a Zacatecas como una Ciudad Potencia en Turismo y en Cultura. Que vuelvan los tiempos donde las esquinas del centro histórico tenían vida y arte, y era la ciudad, digna cuna de los Coronel, de los Felguerez, de los Goitia… de Todos. ■
