Lo que vive México lo goza el mundo.
Morena es eso: la virgen morena mazahua, no exagero al ponderar que el mundo entero ha gozado más que los mexicanos, asombrarse con todas sus letras que el obradorismo haya puesto en su base aniquilada a la derecha mexicana en su derrota más vil que se haya merecido por haber mentido, exagerado en sus difames, conspirar cobardemente para el fracaso de un pueblo entero, que al final de cuentas, confirmase su autenticidad de anhelar y concretar un cambio y ahí está, enterito, lleno de gozo, a escasos 8 días de tal hecho histórico para nuestro país, el mundo entero y su humanidad atrofiada.
En toda ladera hay un barlovento, soplan los vientos por inseparables lados con un dejo de libertad y ahí no hay compostura, todo es el impulso del fenómeno que llamamos la semilla de la vida en inherentes declives y eso hace que florezcan las ciudades, que los países expongan sus maravillas, uno de ellos es México, el poder mazahua tras el trono popular, los más sencillos, los vendedores de papas y semillas, -y tamales oaxaqueños- colorada la sierra que los vio crecer, más aún, colorada la ciudad que los trajo para ser ultra chambeadores, acompañados siempre de mujeres mazahuas muy diestras y preparadas para todo.
La gran Claudia y Clara y las gubernaturas y los congresos nacionales y locales, es el presagio de un cambio para el mundo íntegro: la derecha mexicana se quedó pasmada, comprobó de nueva cuenta que el poder del humanismo mexicano apropiado naturalmente por el obradorismo, es una fuerza real que busca el orden en casa, decidir cabalmente por la suerte de millones de niños y de jóvenes que anhelan escribir en sus libretas que papá y mamá estarán felices, lo serán por muchos años y esto solo por su voto, la organización colectiva, haber aguantado tantos años de muchas injusticias y nunca perder la esperanza de que el nuevo día ahí está.
El mundo está aprendiendo mucho de México: Europa, Asia, la África anhelante, la zona norte de nuestro Continente, toda Centroamérica y por supuesto, la gran Sudamérica que lucha desde hace mucho por que todos se calmen, podremos convivir ganando todos, respetando el derecho a la vida, la paz, la tranquilidad y el orden, no es el desmadre desbocado e infernal de la maldad intrínseca del capitalismo a lo arrabal y fraudulento, la dictadura plurinominal del agandalle, el divorcio con la devoción democrática y adelantar que desean el fraude, la guerra vil, el malabarismo organizado de la compra de intelectuales deshonestos y periodistas a modo.
Lo más rico de todo esto es que vamos ganando.
Lo más espectacular es la despedida y adhesión histórica de un hombre que ha despertado la curiosidad y el cariño de un mundo al borde de la muerte, un mundo circular con muchos intereses empresariales y la gran fuerza obrera mazahua mexicana, con altos niveles de productividad porque precisamente su gobierno popular logró reparar su poder adquisitivo, su gran compra, su fiesta cervecera y deportiva, su voto refrendando por haber sobrevivido a la comida rápida y al reguero de cadáveres mártires y expuestos.
Veterano el pueblo de México.
La guerra continua, la ultraderecha se repliega para continuar fregando.
Los retos son descomunales pero viables de funcionar si Claudia y sus acciones siguen convenciendo que la ruta es la indicada, ser originales, nunca cansarse, reflejarse en el poder de los vendedores de papas y frituras, los limpia parabrisas y los viene viene y sobre todo, en la causa que a todos nos convoca: ser como somos, muy mexicanos, muy llenos de experiencias, muy hartos de inmundicias y felices por las nuevas noticias que a todos nos deslumbran.
Confirman que es un hecho sigue caminando la cuarta transformación.