En el marco del foro “Aportes de la antropología forense en la búsqueda y la identificación humana”, Guillermina Camacho de la Serna, del colectivo Siguiendo Tu Rastro Con Amor, destacó la necesidad de mayor flexibilidad y coordinación en las acciones de búsqueda en campo para la localización de personas desaparecidas. Señaló además que el acceso a centros penitenciarios y de rehabilitación es una de las solicitudes importantes de atender para los colectivos de madres buscadoras.
Camacho de la Serna, madre de Jorge Alberto Salinas Camacho, quien desapareció el 24 de marzo de 2017, a los 17 años de edad, compartió la revictimización e incapacidad institucional que enfrentó al denunciar la no localización de su hijo.
Relató que las trabas burocráticas comenzaron con una llamada al 911, donde le informaron erróneamente que debía esperar dos días para presentar la denuncia ante la Fiscalía. Posteriormente, el Ministerio Público desestimó el caso, sugiriendo que el joven se había ido de mochilero. El acceso a la sábana de llamadas del celular de Jorge Alberto fue rechazado por un juez bajo el argumento de que no se trataba de un secuestro, y la falta de entrevistas a los amigos de su hijo, quienes fueron interrogados hasta dos años después de su desaparición, fueron otras de las graves omisiones que expuso.
Cuando Jorge Alberto desapareció no existían en el estado instituciones dedicadas a la búsqueda de personas, refirió Guillermina Camacho señalando que fueron las madres buscadoras y los colectivos en Zacatecas, los que lograron la conformación de la Comisión Local de Búsqueda de Personas, de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.
Destacó que en Zacatecas se ha avanzado en la identificación humana a través de la lofoscopía (técnica que permite reconocer restos humanos a partir de huellas dactilares), lo que ha permitido identificar algunos cuerpos que antes permanecían sin nombre en los Servicios Médicos Forenses (SEMEFO), sin embargo, advirtió que a pesar de estos avances la forma de trabajo fragmentada entre instituciones, dificulta el avance en la localización e identificación de personas desaparecidas.
Explicó que, para las madres buscadoras, una de las principales necesidades en campo es recibir capacitaciones para diferenciar huesos humanos de animales, ya que en Zacatecas es común encontrar restos óseos dispersos. Por ello, solicitan a las autoridades talleres especializados que les permitan mejorar sus estrategias de búsqueda y fortalecer su labor en la identificación de indicios.