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martes, 22 abril, 2025
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Se avecina el cochinero de mentiras y de “el peligro para México”

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Por: BENJAMÍN MOCTEZUMA LONGORIA •

Apenas termine el año, se avecina una guerra ideológica sin precedentes, basada en la mentira, difamación, calumnia y provocación. No soy adivino, hay evidencias que apuntan en ese sentido. La principal es la catástrofe que vive la derecha corrupta, caracterizada por la ausencia de propuesta alternativa de nación. Apuestan a recuperar el modelo de crecimiento neoliberal que los llevó a la derrota. Como no pueden prometer bondades de ese patrón de crecimiento (donde sólo crece la riqueza de un puñado sobre la profundización de la miseria de la gran mayoría) no queda otra alternativa que la mentira. La realidad no cambia por repetir mil veces una mentira.

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Quienes, de alguna manera, hacemos estrategia tenemos obligación de mostrar las diferencias entre conciencia y conciencia falsa. Entre comunicación y mercadotecnia. Entre libertad de conciencia y libertad de expresión y algunas otras dicotomías.

Igual hay que señalar, desde ahora, que muchos de los errores de los aspirantes a cargos de elección popular propuestos por MORENA serán magnificados, pero no se vé por dónde la derecha pudiera remontar una diferencia abismal existente entre Xochitl Gálvez y Claudia Sheinbaum Pardo y que seguramente será semejante si deciden cambiar a la candidata por alguien que consideren más rentable.

Diferente es el caso del estado de Zacatecas y de sus municipios, donde hay una fuerza política usufructuante del Movimiento de Transformación Nacional siendo contraria en su pensamiento, sus objetivos reales y en su práctica política. Hay que decirlo con claridad, se trata de la dinastía de los hermanos Monreal, es una fuerza que aún tiene presencia y que lucha internamente por imponer candidatos a distintos cargos de elección popular. Mientras apoyen al movimiento transformador, y obtengan el apoyo ciudadano, conviene mantener la alianza con ellos. Pero si se atreven a desafiar al movimiento nacional, como sucedió con Marcelo Ebrard, otra historia les espera.

Dicho con mayor precisión: la lucha del movimiento es para mantener y profundizar su rumbo. Y esa lucha se mantiene con los abiertamente contrarios. Paralelamente hay otra lucha, y esa es interna, en la que pueden debatirse rumbos, es parte de la pluralidad política. El problema resulta cuando hay fuerzas políticas chantajistas y/o coquetas con la oposición. Resulta obvio que con ellas debe mantenerse cierta reserva.

Pero, el frente principal de la lucha está a fuera, aunque de repente tenga ecos internos. Se trata de dos proyectos nacionales abiertamente contrarios: el movimiento de la 4T aspira a mantener la rectoría económica del Estado; la derecha sostiene que esa rectoría debe dejarse en las manos invisibles de las fuerzas del mercado, donde siempre el más poderoso somete al débil. 

Como la 4T sostiene la necesidad de la rectoría del Estado promueve la existencia de organismos o empresas paraestatales que mantengan control de servicios sociales básicos fundamentales, son los casos de la energía eléctrica, el petróleo y sus derivados (gasolina, Diesel, lubricantes, gas, etc.), salud, educación, seguridad pública, agua potable, etc. La derecha, en cambio, promueve que esos servicios pasen a manos privadas donde el interés principal será el incremento de la ganancia, no el derecho humano al servicio del que se trate.

Las fuerzas reaccionarias son incapaces de hablar con la verdad y llamar a las cosas por su nombre. Por ejemplo: son antipatriotas en el momento que facilitan el saqueo de las riquezas nacionales, una forma de hacerlo consiste en la aplicación de políticas privatizadoras que ponen en manos de los extranjeros bienes y servicios fundamentales como la energía eléctrica, los minerales, la industria petrolera, tierras comunales y ejidales con proyección turística, por poner algunos ejemplos.

Pero, así como la derecha concerta transferir riqueza de nuestra nación a la gran empresa transnacional, también aboga por la aplicación de políticas financieras internacionales que engrosan las riquezas de la banca mundial, o definen políticas de comercio exterior que sacrifican la economía nacional. Aún más, prefieren subsidiar los procesos de investigación e innovación tecnológica de empresas extranjeras que promover el desarrollo nacional y disminuir la dependencia de fuerzas productivas extranjeras. Obvio, en esta materia la 4T es todo lo contrario.

Esas son razones muy contundentes de por qué la empresa transnacional y sus gobiernos imperiales, tienen tanto interés en apoyar logística, mediática, financiera y políticamente a la derecha corrupta mexicana que hoy tiene como punta de lanza a la falsa indígena, a la señora Xochitl Gálvez.

Y, a partir de intentar hacer de México un país alineado al extranjero imperial no dudarán en mentir, distorsionar, magnificar, descontextualizar y aplicar todo tipo de artimañas e intervencionismos ideológicos, políticos, económicos, mediáticos y hacer de las leyes y sus instituciones puntales del retrogradar.

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