He escrito en el pasado varias veces sobre el tema, pero bien vale la pena recordar algunas cosas; en la búsqueda del apoyo que si no lo tenemos del gobierno – tanto local como estatal – lo tengamos de una ciudadanía cada vez más activa y conocedora de los posibles caminos que nos permitan salir de este bache en el que estamos atorados por varias generaciones.
Hace 3 décadas, tal vez un poco más, los médicos especialistas que recién habíamos llegado a la ciudad, teníamos el enorme problema de no contar con un nosocomio – hospital – moderno donde realizar la medicina que habíamos aprendido, la mayoría, en la ciudad de México, y otros también en lugares del extranjero. Fueron varios los intentos que no pudieron avanzar gracias a la siempre falta de apoyo de las autoridades estatales y, por qué no decirlo, de los grupos empresariales que nunca se interesaron mucho por el asunto.
Después de varios intentos, un grupo de médicos iniciamos la construcción del CENTRO MÉDICO BOULEVARES – en lo que actualmente es el HOTEL DON MIGUEL – en un terreno que nos había costado 600 mil pesos. Ahí iniciamos la construcción en el sexenio previo al de GENARO BORREGO, y ya teníamos construida la obra negra, pero a la llegada de este personaje, sin motivo aparente, nos detuvo la obra, solamente nos comentó que el proyecto no era «agradable» – hasta la fecha no entiendo qué es lo que ello signifique- pero no había forma de avanzar como nunca la ha habido – en contracorriente a los intereses y deseos de quien gobierna – y aun y cuando ya teníamos el proyecto en obra negra, solamente nos dieron 400 mil pesos – menos de lo que nos había costado el terreno – en la idea de apoyar al famoso «PERICO INGUANZO» para levantar ahí su proyecto hotelero.
Quienes de alguna forma teníamos el liderazgo de intentar nuestra meta de un hospital privado moderno, el ya fallecido anestesiólogo NICOLÁS ESQUIVEL, y un servidor, recordamos que, no muchos años atrás, nos habíamos entrevistado con el DR. SÁNCHEZ, quien tenía en funcionamiento lo que entonces se conocía como MATERNIDAD ZACATECAS en la COLONIA SIERRA DE ÁLICA sobre la posibilidad de comprar el lugar.
Bien vale la pena comentar que esa impresionante construcción había sido levantada por PANCHITO GARCÍA, el último de los gobernadores que ocupó lo que ahora es EL MUSEO GOITIA, para su uso personal y de su familia, y a donde se trasladaría al terminar su sexenio, solo que como sucede con regularidad, en el ámbito político, el gobernador entrante RODRÍGUEZ ELÍAS se la expropió y prácticamente se la regaló a un primo suyo médico, el DR. SÁNCHEZ, quien la convirtió en una maternidad.
La visita que le hicimos, hace más de un cuarto de siglo, NICOLÁS ESQUIVEL y yo, fue fructífera porque arreglamos el proceso de compraventa e iniciamos un proyecto que durante algunas décadas sirvió a la sociedad zacatecana porque muchos recuerdan haber sido atendidos ahí o haber nacido en el lugar, una pequeña clínica que contaba solamente con 5 cuartos que incrementamos a 20 con una sección nueva de 10 habitaciones, dos suites, un cunero especializado, y así comenzamos nuestro trabajo.
No era – claro – lo que hubiéramos deseado, pero dadas las circunstancias, fue para lo que nos dio o alcanzó nuestro limitado presupuesto, la falta de ayuda de una sociedad que, entonces como ahora, no estaba muy interesada que digamos en el progreso, y unas autoridades ciegas a las necesidades de la población en el área de servicios, en este caso la medicina particular.
Para que pudiera sobrevivir económicamente hicimos la invitación a la comunidad para que se asociaran y se conformó una copropiedad organizada por más de una veintena de médicos, y una sociedad que manejaría la clínica a la que se le puso como nombre POLICLÍNICA SIERRA DE ÁLICA, yo la abrí y la dirigí por una década – de la misma forma que abrí y dirigí el nuevo HOSPITAL GENERAL, experiencias muy interesantes en mi vida profesional, y claro que no fue nada fácil.
A la llegada de AMALIA GARCÍA – después del gobierno de RICARDO MONREAL, los antecedentes del lugar no le eran nada gratos, y ello y una confrontación política dentro de las filas del PRD entre ella y un servidor, nos llevaron al cierre de lugar que yo he intentado mantener en pie en la última década gracias a su significado en mi vida personal.
Llegó un momento en que era prácticamente imposible para mí, por lo que la tuve que dejar para trasladar mi centro de trabajo a la ZONA CONURBADA, lo que de inmediato provocó un marcado VANDALISMO que poco a poco fue destruyendo el maravilloso edificio QUE TENDRÍA – y en ello insisto – SER PATRIMONIO DE TODOS LOS ZACATECANOS.
Ante la imposibilidad de que los socios se comprometieran al pago de lo mínimo – EL IMPUESTO PREDIAL – acordamos con el gobierno municipal previo, PROMOVER COMO UN CENTRO CULTURAL COMUNITARIO, donde el ayuntamiento la tomara en comodato – por la falla de pago del impuesto predial – y juntos buscar los financiamientos para recuperar la maravillosa arquitectura de uno de los pocos edificios que existen en nuestra hermosa ciudad capital para RECUPERAR. Hubo reuniones y se juntaron COLECTIVOS de jóvenes creadores que organizaron en el lugar una de las exposiciones más maravillosas, de lo que se puede considerar como ARTE POST MODERNO, de la que se tiene conocimiento, ciertamente única en ZACATECAS, que resultó un maravilloso éxito que montaron cerca de 50 creadores jóvenes que sentían el espacio como propio – lo cual era precisamente nuestra intención -. Pero los tiempos políticos cambiaron y con ellos llegó la actual administración municipal – con la que es importante decir, se había hablado personalmente sobre el proyecto con el que habían estado de acuerdo – pero las cosas – insisto – cambiaron, el ALCALDE dejó de contestar nuestros mensajes para reunirnos y definir los caminos que nos llevaran a un acuerdo exitoso en una de las pocas actividades a través de las cuales nuestro municipio y nuestro estado pudieran ayudar a superar en algo al pozo en el que estamos sumergidos.
El turismo cultural
Al no obtener respuesta del ALCALDE, nos dirigimos a la SECRETARÍA DE ECONOMÍA del municipio, quien se mostró interesada en el proyecto; fue solo una reunión y después el silencio total.
Recientemente, por la falta de pago del PREDIAL – que insisto no podría realizar solo porque lo que a mí en lo personal correspondería no es sino un 15% o menos del total – actualmente enviaron SELLOS para cerrar el lugar, cerrándonos el paso no a nosotros los dueños del inmueble, sino a los jóvenes que veían en el lugar una posibilidad para su desarrollo personal y donde pudieran aterrizar su proceso creativo.
Ahora aparentemente las puertas, no solo del lugar, sino del ayuntamiento y del gobierno estatal, están cerradas, lo cual nos impide el paso, pero no se lo impide a los saqueadores y vándalos que entran por las ventanas y las puertas traseras a drogarse, emborracharse y cometer actos de vandalismo, sin que nadie – ni un servidor – pueda hacer algo para evitarlo; desafortunadamente ha habido también – lo que es natural – confrontaciones y desunión entre los jóvenes creadores que antes fueron invitados por mí a poner un movimiento de resistencia para lograr sus sueños.
Ojalá que estas líneas y estas reflexiones lleguen a los oídos adecuados y se abran los caminos de comunicación, no por el bien personal mío, que asumo fue uno de mis proyectos centrales en mi ya larga historia de vida, sino para toda la sociedad zacatecana de jóvenes creadores que pueden hacer, en un futuro, la diferencia.
DI SÍ AL PROYECTO DEL CENTRO CULTURAL COMUNITARIO POLICLÍNICA SIERRA DE ÁLICA.
