La noche de este martes 8 de octubre, se llevó a cabo en Plaza de Armas un ejercicio de memoria histórica que se realiza mensualmente para conmemorar los actos de represión sufridos durante las manifestaciones del 8 de marzo de este año en Zacatecas, con la inauguración de un ciclo de cine feminista.
El evento inició con la proyección de distintos vídeos en los que se registró el excesivo uso de la fuerza ejercido por fuerzas castrenses y policíacas, al cierre de la concentración del Día Internacional de la Mujer.
Los gritos de las adolescentes, niñas y mujeres que fueron sometidas, arrastradas y agredidas con gas lacrimógeno, resonaron nuevamente en Plaza de Armas, llamando la atención de transeúntes.
Una de las organizadoras resaltó la importancia de que estos eventos contribuyan a la memoria de las zacatecanas sobre el hecho, recordando que “Sí tocan a una, nos tocan a todas”.
Posteriormente, se proyectó la película Persépolis, la cual retrata la infancia de la iraní Marjane Satrapi bajo el régimen fundamentalista islámico, a comienzos de los años 80 del siglo pasado.
Al respecto, la activista Emilia Pesci, señaló que la proyección de este largometraje es una forma de conectar con otras realidades y mantener presente que las desigualdades, “por muchísimos factores —entre ellos, el género— nos atraviesan a todas”.
Pesci también destacó la importancia de la lucha social y del feminismo, para reconocer que los derechos de las mujeres no deben darse por sentados. “Debajo de cualquier conflicto, como el que vivimos en este momento en el estado, los derechos de las mujeres pueden ser tirados por tierra, minimizados e incluso objeto de burla”, comentó.
María Elena Ortega Cortés, fundadora de la organización feminista Olimpia de Gouges, subrayó que es fundamental que la sociedad no naturalice la violencia ejercida por el Estado.
Resaltó que los derechos humanos en Zacatecas han sido gravemente vulnerados, especialmente durante los actos de represión del pasado 8 de marzo.
Enfatizó que las víctimas del 8M, a pesar de la desconfianza en el sistema estatal, han tenido que someterse a procesos complicados de acompañamiento jurídico y psicológico para garantizar su acceso a la justicia y evitar la revictimización.
La activista detalló que algunas de las compañeras psicólogas que fueron agredidas en la represión del 8M, se sometieron a evaluaciones psicológicas realizadas por el Estado y señalaron que la metodología de los estudios no contó con una consistencia sólida.
Ortega Cortés subrayó que es esencial que se completen las investigaciones y que el gobierno sea congruente con los compromisos expresados en documentos como el Plan Estatal de Desarrollo, que incluye la igualdad sustantiva y el combate a la violencia.