Un sindicato con verdadero sentido
institucional y compromiso social, no
claudica con los derechos de sus agremiados.
Por definición, un sindicato es una asociación de trabajadores que tiene el cometido de velar por la defensa de sus intereses laborales, sociales y económicos frente a su empleador, sea este una empresa o el Estado mismo. Es pues, el sindicato, el que debe procurar el mejoramiento y la defensa de sus propios intereses; así lo consagra la Ley Federal del Trabajo. Si los intereses que defiende un sindicato no responden a las necesidades o requerimientos de los trabajadores, significa que no cumplen con el compromiso social al cual están obligados y, mucho menos si adoptan una postura meramente institucional, de entrega a intereses ajenos a los gremiales y de sumisión al patrón – sus motivos deben existir, porque razones, ninguna-.
Si un sindicato que no defiende los intereses de los agremiados, podrá ser cualquier otra cosa, menos un sindicato, si cede o renuncia a la lucha por reivindicar los derechos de los trabajadores, deja de mantener una convicción gremial para adoptar conductas personales quienes dirigen una organización sindical, esto podría ser motivo de enjuiciamiento; ante estas situaciones, los líderes sindicales dan argumentos falsos con tanta habilidad que, la falsedad la hacen parecer como verdad. Con esto, caracterizo al Sindicato Único de Personal Docente y Administrativo del Colegio de Bachilleres del Estado de Zacatecas (supdacobaez).
Quiero pensar –perdón por si esto es una ingenuidad de mi parte-, que el supdacobaez es una organización sindical que surgió como necesidad de que el subsistema contara con “alguien” quien representara a los trabajadores en sus intereses laborales. Lo cierto es que la conformación de dicho sindicato trajo como resultado la transformación y deformación del COBAEZ, haré mención de algunas irregularidades que, a lo largo de la vida institucional se han presentado con las “gestiones” de este sindicato:
a) las categorías tanto a administrativos como a docentes se dieron de una manera arbitraria y desproporcionada, a grado tal que, existían docentes que, en su momento, ni título tenían y se les asignó la máxima categoría, la irregularidad también consistió en que no cumplían con la antigüedad requerida para asignarles la categoría que actualmente ostentan.
b) las contrataciones tanto de docentes como de administrativos, se hicieron de manera desmedida, esto trajo como consecuencia el que la federación hiciera la observación de que existían un gran número de plazas que presupuestalmente no se justificaban.
c) se otorgaba la base laboral por lo general, solo al personal que se congraciaba con los líderes sindicales, sin miramiento alguno a la antigüedad de cada trabajador.
d) si no mal recuerdo, a partir del año 2011 se otorga un bono adicional a los docentes, este se denominaba “Estímulo al Desempeño Docente”, se asignaban puntajes de acuerdo, precisamente, al desempeño del propio docente, lamentablemente ocurría lo deplorable, en ciertos casos se otorgaba la máxima puntuación a docentes que en los hechos no mostraban mucho desempeño, pero sí mucha empatía con los líderes del sindicato en cuestión. Estas y otras irregularidades no de menor importancia se han presentado a lo largo de la vida institucional, por supuesto, esto se ha dado con pleno consentimiento de las autoridades en turno.
Con lo hasta aquí expuesto, estimado lector, usted podrá emitir un juicio acerca de lo que ha sido el supdacobaez, ¡pero espere!, ¡eso no es todo!, este glorioso sindicato consiguió no sé de qué manera, ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, que se le extendiera su reinado hasta el 2031; lo único que le costó al comité ejecutivo, es llevarse unos días a paraíso caxcan a los delegados y “convencerlos” de que votaran a favor para que se extendiera la permanencia del sindicato hasta la fecha citada. Esto quiere decir que cuando termine el periodo de reinado, el COBAEZ le pertenecerá al supdacobaez. El antídoto para todo esto, sin lugar a dudas, deberá ser la democratización del sindicato.
El colmo de colmos, es de lo más absurdo que un sindicato renuncie, cancele o pida que se le anule un derecho que, de suyo, ya estaba ganado; me refiero, sí, al supdacobaez, de quien aparece una nota en el diario “La Jornada Zacatecas p.12” el día 02 de abril de 2021, misma que a la letra dice: “Supdacobaez solicitará la cancelación definitiva del Plan de Previsión Social”. Cualquier argumento para justificar este hecho, no es comprensible, cabe aclarar que hay derechos que por su naturaleza, son irrenunciables, este, es uno de ellos, el plan se encuentra considerado en el Contrato Colectivo de Trabajo vigente y, en la Ley de Servicio Civil de Gobierno del Estado de Zacatecas.
Realmente no sé cuál sería la ruta legal que seguirá el supdacobaez para hacer efectiva esta cancelación, en el caso del contrato colectivo en mención, debería haber un congreso de delegados y “consensar” la propuesta, para el caso del plan de previsión social, el tratamiento de cancelación sería mediante la Legislatura local. Concluyo, el sindicato de este subsistema, de manera unilateral, entrega a intereses institucionales, derechos laborales ya ganados; pasará a la historia por dos razones: por quererse perpetuar hasta el 2031 y, por entregar algo que le pertenece a la base trabajadora. ■
