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martes, 22 abril, 2025
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Valparaíso: tierra, sociedad y política (1816-1940), trabajo que presentará Oliverio Sarmiento Pacheco

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Por: ALMA RÍOS •

■ El texto, con más de siete años de trabajo académico, le valió al autor el doctorado en Historia

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Este 8 de septiembre a las 17 horas en la Casa de Cultura Manuel Félguerez, ubicada en la cabecera municipal de Valparaíso, Oliverio Sarmiento Pacheco presentará su más reciente libro, Valparaíso: tierra, sociedad y política (1816-1940), en que realiza un recorrido histórico por esta demarcación desde que su suelo fue ocupado por los españoles en 1578 hasta el término de 1940, momento en que desaparece la gran hacienda por la reforma agraria.

“Nos interesa describir el proceso sociopolítico que se dio alrededor de la estructura de la propiedad de la tierra” desde su ocupación cronológica en forma de sitios, estancias y labores para luego hablar propiamente de la hacienda, un sistema que perduraría “casi intocable” hasta 1826, expuso para La Jornada Zacatecas.

Al decreto de la Constitución Política de Zacatecas en 1825 se abrió la posibilidad de erigir ayuntamientos en los que antes eran pueblos, ciudades, reales de minas o villas, dijo.

Valparaíso no era ninguna de estas cosas sino una hacienda. No obstante su gente se sintió motivada a aspirar a convertirse en una demarcación municipal y en 1826 solicitaron al Congreso del estado la autorización para ello.

Es en este momento que inicia el problema, que aborda con detalle en más de 600 páginas, pues como requisito legal para la conformación de un ayuntamiento, los solicitantes debían tener un terreno propio para las casas consistoriales o las oficinas de gobierno, el vecindario, los terrenos para propios, así como las tierras de común repartimiento, desde los cuales pudieran obtenerse los recursos para pagar los impuestos que sostuvieran la administración municipal.

Fue así que Cayetano Martínez de Murguía, relata el también docente en la Unidad Académica Preparatoria de la UAZ, un diputado “que tenía muchos familiares en Valparaíso” manifestó que era necesario afectar las grandes propiedades “porque en pocas manos y con mucha superficie no sirven para el desarrollo, y menos en beneficio del vecindario”.

“Entonces para nosotros el estudio empieza en 1826, cuando es cuestionado el sistema de tenencia de la tierra o la estructura de la propiedad heredada desde la Colonia”, comentó.

El texto, que tiene detrás, más de siete años de trabajo académico, y con el que se doctoró en Historia por la Universidad Autónoma de Zacatecas obteniendo mención honorífica, expone que es la estructura de la propiedad de la tierra el centro de todos los conflictos sociales y políticos ocurridos en Valparaíso.

 Así, a la llegada del liberalismo en 1856 y concretamente con la Ley Lerdo, la tierra se convierte no en un requisito para pertenecer a la nobleza o la élite como era en la época colonial, sino en una mercancía, un medio de producción del capital que da inicio a un mercado que convierte a los vecinos de Valparaíso de arrendatarios, peones y sirvientes, en propietarios.

Desde esta condición hacen surgir nuevas haciendas más modernas, de corte porfirista, que involucraban ocasionalmente la presencia del imperialismo internacional.

“Entonces vemos esta transformación del uso de la tierra en diferentes momentos del desarrollo del país”, que transitan por la guerra de Independencia, la Reforma, el Imperio de Maximiliano, el Porfiriato y la Revolución.

Sobre este último episodio, refiere que a la muerte de Madero, cuando las aspiraciones eran más políticas que sociales, devienen una serie de reivindicaciones de tipo social por la tenencia de la tierra, los salarios, etc., que en Valparaíso tienen características peculiares, pues la demarcación fue “un rescoldo villista”.

En la región comprendida por Valparaíso, Monte Escobedo y Jerez, vieron su origen los principales villistas de la Brigada –Santos- Bañuelos, quienes participaron desde el tiempo del maderismo en la Revolución y quedaron insatisfechos con las leyes agrarias y la propia Constitución del 17.

“Cuando se viene el movimiento cristero lo aprovechan (…) es un movimiento religionario pero en Valparaíso enraiza combinando esa fe ciega y religiosa con el problema de aquellos villistas resentidos que ven la posibilidad de ahora sí hacerse de tierras o defender las que adquirieron”, y que ven una amenaza en la Ley agraria.

El recuento concluye en 1940 al finalizar el periodo de gobierno de Lázaro Cárdenas, dijo Oliverio Sarmiento, “cuando se afecta de manera decidida el poder de los hacendados, ¡ojo, no las haciendas!, porque éstas siguieron funcionando en algunos lugares como tal”, pero sí mermó el poder de sus propietarios luego del reparto de tierras.

“Ya hay una fuerza que el Estado mexicano utiliza para legitimar su poder, entonces es cuando se crean los Comités particulares ejidales y a partir de allí el gobierno se entiende con esas organizaciones, y ya el hacendado no es todo poderoso”.

Con lo que termina el fin de la época de “la gran hacienda” y se da el inicio de otra en que “en todos los sentidos el Estado suplanta al hacendado”.

Sobre el balance que ofrece esta revisión de las transformaciones de la propiedad de la tierra y sus efectos sociales, políticos y económicos, dijo el académico: “al final de cuentas las masas populares como suele decirse, son un ingrediente determinante en los resultados de la Revolución” pero el grupo que asumió el poder luego de ésta, se dividió en dos bandos.

“Aquellos que no tienen ninguna intención de aplicar la Constitución, y los que para mantenerse en el poder ven como requisito, de alguna forma, el cumplir solo una parte para legitimarse y congratularse con los sectores más avanzados”

En Valparaíso es visible, y pudiera considerase un indicio de lo que ocurrió en todo el territorio nacional, dijo, “que los mismos que gobernaban en la época porfirista todavía los encontramos en la época de Lázaro Cárdenas, claro, hay otros elementos nuevos resultantes de la Revolución pero logran coexistir”.

De esta manera persisten en la élite económica y política todavía hasta 1960, “los Trujillo, los Colón, los Gallegos…”.

“Entonces poco a poco se va desdibujando el asunto de la tierra, de los derechos laborales, de la democracia y de la justicia social y el resultado sigue siendo, es peligroso lo que voy a decir, pero algo así como una Revolución de mentiras con muchos muertos de a deveras”.

Oliverio Sarmiento Pacheco es cronista del municipio de Fresnillo. Su más reciente libro Valparaíso: tierra, sociedad y política (1816-1940) está incluido en las publicaciones editadas en el contexto de celebración del Centenario de la Toma de Zacatecas, al ser una tesis doctoral con mención honorífica, fue respaldada con recursos del Conacyt.

Confluyen en su edición asimismo, los esfuerzos Gobierno del Estado a través de la Crónica del estado y el H. Ayuntamiento de Valparaíso, así personas originarias de la demarcación actualmente radicadas en Estados Unidos. El libro tendrá otra presentación próxima el 25 de septiembre en Chicago, y probablemente en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2016.

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