Si alguna de las noticias con qué nos acostamos anoche fue que la estrategia de la Triple Alianza delictivo-electoral del PRI con el Verde y el Panal para controlar la cámara de diputados, debido a un repunte del PAN o el PRD resultó un fracaso tal noticia es mala, habida cuenta si se concretó la primera posibilidad sale fortalecida una agrupación que un día sí y otro también se revela de sepulcros blanqueados, para los que verbigracia la mera existencia de homosexuales es altamente condenable, con la virtuosa excepción de los clérigos pederastas, ante los cuales guarda, por lo demás muy propiamente, un silencio sepulcral, y cuyo programa único de gobierno consiste en plegarse a las exigencias de Washington, entre más sangrientas mejor, y asimismo, el saqueo del erario mediante “moches” u otras prácticas igualmente redituables; poco o nada mejoraremos de concretarse la segunda contingencia, pues lejos los amarillos de ser sepulcros blanqueados ejercen a cielo abierto, por lo que no tienen empacho en presumir sus cuadras de pura sangre o viajar en helicóptero, y junto a sus casi siempre numerosos familiares, compadres y comadres candidatear personajes extraídos de lo más granado del hampa política, cuando no del hampa a secas.
Empero la peor noticia posible será que gracias al caudal de marrullerías desplegado y tal vez algún “arreglo” póstumo con Mr. Blatter ganen los ratones verdes el partido a Brasil y la tristemente célebre alianza la cámara baja; pues ello implica que el gobierno peor evaluado del último medio siglo resulta, a ojos de los electores, menos inaceptable que la “oposición”.
Morena es algo así como la poco novedosa novedad de este proceso; y así fuera sólo a consecuencia de la prolongada y multimillonaria campaña de injurias y calumnias enderezada contra la persona de su dirigente principal por dos regímenes sucesivos, hipercorruptos e ilegítimos, presididos por sendos criminales, merece el beneficio de la duda.
Pero si contemplar el “vaso medio lleno”, en el México actual, más que utópico resulta verdaderamente imposible, en abono del proceso electoral aún en curso podemos afirmar, con toda seguridad, que podrá haber sido cualquier cosa, excepto aburrido. ■