A través de un diálogo con La Jornada Zacatecas, Juan Francisco Valerio Quintero, reconocido académico y ex consejero presidente del Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ), ofreció su análisis sobre las diferencias salariales de los acaldes municipales del estado publicados por la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) de 2023. Destacó que estas determinaciones suelen derivar de acuerdos internos de los cabildos, los cuales pueden reflejar más los intereses de sus miembros que los de la sociedad. Ante esto, propone promover la transparencia en la asignación de salarios y en la gestión de recursos municipales convocando reuniones de cabildo abierto.
Con base en los datos de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) para 2023, los diez municipios que mejores sueldos ofrecen a sus alcaldes son Fresnillo con un sueldo mensual de 116 mil 262 pesos, Cañitas de Felipe Pescador (80 mil), Villa González Ortega (70 mil con 80 centavos), Villanueva (66 mil 122.10), Villa de Cos (65 mil 981.20), Valparaíso (64 mil 699.54), Jerez (64 mil 182.40), Loreto (62 mil 171.00), Jalpa (62 mil 78.36) y Juan Aldama (61 mil 217.32). Por otro lado, destacan demarcaciones como Saín Alto (26 mil 756.40), Santa María de la Paz (26 mil 233.10), Teúl ($23 mil 136.62), Susticacán (20 mil 315) y Florencia de Benito Juárez (19 mil 660) que brindan los salarios más bajos en el estado a sus presidentes municipales.
Ante los datos presentados, Juan Francisco Valerio Quintero resaltó que la determinación de los salarios a menudo proviene de acuerdos internos de los cabildos, los cuales pueden favorecer los intereses de sus miembros sobre los de la sociedad en general.
Ilustró esto con ejemplos concretos, como la disparidad salarial entre Fresnillo y Cañitas de Felipe Pescador, donde la diferencia es de 36 mil 262 pesos, lo que representa menos del 30 por ciento entre ambos municipios. Sin embargo, enfatizó que esta discrepancia no necesariamente refleja la diferencia en términos de población o carga de trabajo. Además, mencionó otros casos similares, como el de Melchor Ocampo y Valparaíso, donde las diferencias salariales no parecen estar relacionadas con la complejidad de la administración municipal, sino más bien con acuerdos internos entre los miembros del cabildo.
“LOS SUELDOS ALTOS HACEN VER QUE HAY
UNA ÉLITE ADMINISTRATIVA; ESTO ES UNA CUESTIÓN
SUMAMENTE IMPORTANTE, NO ES DE SEGUNDO TÉRMINO”
Resaltó que estas discrepancias pueden tener un impacto en la gestión y desarrollo de los municipios, especialmente en lo que respecta a la cohesión y equidad dentro del equipo administrativo, así como en la percepción de una élite administrativa frente al resto del personal municipal. “Es decir, los sueldos altos hacen ver que hay una élite administrativa, y los que arrastran la pluma, o cuidan las calles, o limpian las calles, me refiero a los empleados del área de limpia, pues tienen normalmente salarios que no son comparables con los de los salarios altos, y esto es una cuestión sumamente importante, no es de segundo término”, dijo.
Planteó la necesidad de un análisis más profundo sobre el tema de las percepciones salariales en el servicio público, sugiriendo que este análisis debería basarse en consideraciones técnicas y no meramente en directrices políticas. Argumentó que establecer límites salariales puede parecer un síntoma de austeridad, pero enfatizó la importancia de remunerar adecuadamente a profesionales altamente capacitados, como economistas, contadores o abogados fiscales, cuyo trabajo puede generar ingresos significativos para el Estado. “Entonces, la pregunta aquí es ¿qué salario se debe ofrecer a una persona cuyos beneficios laborales le aportan ingresos netos al Estado?”, mencionó.
Valerio Quintero ilustró su punto con ejemplos concretos, como el de los médicos cuyos ingresos pueden variar drásticamente dependiendo de si trabajan en el sector público o privado. Subrayó la necesidad de establecer una relación clara entre el nivel de responsabilidad y las percepciones salariales, como en el caso de los médicos, cuyos errores pueden tener consecuencias legales graves.
Además, planteó interrogantes sobre la justicia en la compensación de aquellos cuyo trabajo beneficia directamente al Estado y la institución de defensa jurídica en caso de enfrentar consecuencias legales por su labor. Valerio Quintero concluyó que las decisiones salariales no deben basarse únicamente en deseos personales, sino en un análisis cuidadoso de la relación entre responsabilidad laboral y compensación adecuada.
Propuso que la transparencia en la asignación de salarios a los alcaldes y en la gestión de recursos municipales podría garantizarse mediante la convocatoria a reuniones de cabildo abierto. Sugirió que estas reuniones permitirían que la determinación de los salarios esté en sintonía con la percepción que la comunidad tiene del trabajo realizado por los funcionarios municipales, evitando que la asignación salarial sea exclusivamente un asunto interno.
Valerio Quintero argumentó que asignar salarios basados únicamente en un tabulador interno podría llevar a decisiones injustas, por lo que propuso considerar otras variables como la complejidad del trabajo y la eficacia de los miembros del ayuntamiento. Concluyó al comentar que la convocatoria a reuniones de cabildo abierto contribuiría significativamente a la transparencia y legitimidad en el proceso de asignación salarial.
