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jueves, 28 marzo, 2024
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Apoyos sociales: de dádivas a derechos

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Por: RICARDO ARTEAGA ANAYA •

Desde que se implantó en México el modelo económico neoliberal se implementaron políticas públicas con el supuesto fin de combatir la pobreza desde la Secretaría de Desarrollo Social, sin embargo, las mediciones y las estadísticas no representan los resultados esperados, esto expone que durante años los gobernantes mexicanos no han tenido como prioridad el combate a la pobreza, sino mantener los números y así crear toda una red de operación para que los programas sociales resultaran benéficos para ganar campañas electorales siempre en beneficio del partido que ostentara el poder.

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Aunado a que los programas sociales se operaron durante años a través de la creación de una figura ciudadana, los líderes de colonia, quienes habían sido los encargados de seleccionar a las personas que requerían de los apoyos, esto terminó por considerarse una de las mejores herramientas electorales, pues los líderes entregaban únicamente los apoyos a “su gente”, término utilizado para señalar a las personas que eran controladas mediante los apoyos sociales para asistir a eventos políticos o para apoyar a ciertos candidatos, así mismo, actores políticos conformaron asociaciones civiles para gestionar recurso para las mismas y operar de la misma forma mediante los apoyos recibidos y conformar estructuras propias que al final funcionaran para estos actores políticos.

La oposición fue derrotada durante años gracias a la creación de toda una maquinaria electoral operada desde gobierno federal y desde los gobiernos estatales y municipales, asociaciones civiles y diversas instituciones que crearon estructuras impresionantes que terminaban votando por un partido o por un candidato. Después de años de haber generado una crisis en la cultura política del mexicano, esta forma de operar campañas terminó derrotada gracias a un gobierno que más allá de buscar el beneficio de los mexicanos terminó hundiéndolo en la pobreza, en la inseguridad y en la injusticia, fue el mismo gobierno de Peña Nieto el que utilizó millones de pesos que se repartió a través de tarjetas que podían ser canjeadas en tiendas departamentales para llegar al poder, al parecer se convirtió en el último Presidente de la República en llegar al poder gracias a estas practicas electorales. La campaña de ganarse el cariño de la gente, recorrer el país en diversas ocasiones, de ser cercano a la gente y con un discurso que señaló la corrupción durante años, sumado el hartazgo social, logró una victoria contundente al viejo sistema.

Ahora como presidente, Andrés Manuel busca desarmar esta maquinaria electoral que era operada gracias a que se destinaban millones de pesos anuales a asociaciones civiles y a instituciones que en extrañas ocasiones cumplían con su propósito. Retirar el apoyo a las mismas para que sea gobierno federal el encargado de entregar y vigilar el destino de los programas sociales es solamente el inicio para lograr la justicia social tan anhelada. Asociaciones como la de antorcha campesina dejarán de enriquecer y llevar a políticos al poder, con esto no solamente se termina con un sistema electoral basado en la dádiva, se logrará un cambio político de fondo, de ahora en adelante quienes tengan la intención de obtener algún cargo de representación popular tendrán que ganarse realmente la confianza de los ciudadanos, así mismo tendrá que anteponerse la política de ideas sobre la de las dádivas.

Es así que las políticas públicas que buscan implementarse por parte de la nueva administración, atienden a un proyecto de nación cuyo objetivo es lograr un cambio de fondo en nuestro sistema democrático, acabar con la política de dádivas, incluso cambiar la cultura política del ciudadano, eliminar el paternalismo y fomentar la participación ciudadana basada en la cultura de la información y de la formación política. Los programas sociales no deberán ser usados nunca más como una herramienta electoral ni mucho menos como la forma para enriquecer a políticos, terminarán por convertirse en derechos que deberán recibir todas aquellas personas en situación de pobreza o cuyas condiciones requieran del programa social.

La resistencia de estos actores políticos que se han enriquecido y que han utilizado los programas sociales para fomentar el paternalismo tendrá como bandera la confusión y mal información del ciudadano, intentando generar la idea de que quitar el apoyo a las instituciones representa la eliminación del mismo, sin embargo, cambian únicamente las formas de operación de los mismos, ahora no llegará solamente a aquellos que sean elegidos por una forma de hacer política, llegarán a todo aquel que lo requiera, eliminando al intermediario y por ende la corrupción que operaba en la supuesta erradicación de la pobreza. ■

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