Desde el 5 de octubre de 2020, México celebra el Día Nacional de los Pueblos Mágicos, una iniciativa promovida por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta celebración, se busca resaltar la riqueza cultural, histórica y turística de las localidades que, a lo largo del tiempo, han conservado su patrimonio y su identidad frente a la modernidad.
Según la Secretaría de Turismo del Gobierno de México (Sectur), el programa de Pueblos Mágicos se lanzó en 2001 con el objetivo de desarrollar el turismo en diversas regiones del país.
Se definen como localidades que han “conservado, valorado y defendido su herencia histórica, cultural y natural” a través de expresiones de su patrimonio tangible e intangible.
En la actualidad, 177 pueblos forman parte de esta iniciativa, distribuidos en 31 estados de la república, desde Aguascalientes hasta Zacatecas.
Para ser designado como Pueblo Mágico, según la Sectur, una localidad debe cumplir con varios requisitos. Debe contar con una población mínima de 20 mil habitantes y desarrollar un programa de turismo sostenible durante al menos tres años.
Además, es esencial que ofrezca acceso a servicios básicos, como salud y seguridad pública, y que tenga infraestructura de transporte que permita tener conexión con otros destinos turísticos. También debe poseer un atractivo simbólico, histórico o cultural que capte el interés de turistas nacionales e internacionales.
Este enfoque no solo busca promover el turismo, sino también asegurar que cada Pueblo Mágico mantenga su identidad y legado cultural mediante prácticas sostenibles que beneficien tanto a la comunidad local como a los visitantes.
En Zacatecas, se encuentran siete: Guadalupe, Jerez, Nochistlán, Pinos, Sombrerete, Teúl y Villanueva. Cada uno ofrece un atractivo singular, reflejando la diversidad cultural y el patrimonio de la región. Según la página oficial de Pueblos Mágicos de México, estas regiones cuentan con atracciones y características esenciales.
Guadalupe, situada cerca del corazón de Zacatecas, es reconocida por su arquitectura colonial y sus paisajes pintorescos. Sus calles empedradas y edificios de cantera crean un ambiente nostálgico.
En este pueblo se encuentra el Museo de Guadalupe, que alberga una de las colecciones de arte sacro más relevantes del país, incluyendo 26 óleos sobre la vida de San Francisco, de Ignacio de Berbén. Este museo, considerado el más antiguo de Zacatecas, fue originalmente el Colegio Apostólico de Propaganda Fide, uno de los más importantes en la Nueva España.
Jerez, famoso por su música y tradiciones, es conocido como la cuna del «tamborazo». Aquí nació el aclamado poeta Ramón López Velarde, y su legado se puede explorar en el Museo Interactivo Casa Ramón López Velarde, donde los visitantes pueden escuchar fragmentos de sus poemas. La localidad también es famosa por sus raspanieves y el Instituto Jerezano de Cultura, que ofrece una variedad de actividades culturales.
Pinos, al suroeste del estado, destaca por sus antiguas minas y haciendas en ruinas que evocan la historia minera de la región. Este pueblo ofrece un ambiente tranquilo y nostálgico, donde los visitantes pueden disfrutar de la belleza de la naturaleza y la amabilidad de sus habitantes.
Sombrerete es conocido por sus impresionantes iglesias de cantera, como la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán y la Parroquia de San Juan Bautista, que reflejan la rica herencia colonial de la localidad. Este pueblo es un punto de interés para aquellos que aprecian la arquitectura y la historia.
Teúl es reconocido por su producción de mezcal, donde varias marcas registradas han emergido gracias a la abundancia de agave en la región. La Plaza de Armas de Teúl es un lugar festivo que celebra tanto la herencia prehispánica como las tradiciones contemporáneas, a menudo a través de danzas y música.
Villanueva por su parte, tiene una rica historia que data de su fundación en 1692. La Feria Regional de Villanueva, que se celebra en honor a San Judas Tadeo, es un evento destacado donde se pueden disfrutar de platillos típicos y de la cultura local.
