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sábado, 27 abril, 2024
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■ Las mujeres ya no podemos ser la “hermanita menor” en la vida institucional o conformarnos con el activismo, dijo

Información y conocimiento colaboran en la formación de espacios de decisión: Muñoz

■ “La Universidad es un espacio social, pero también, de poder, cultural y de reproducción de ideologías”

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Por: La Jornada Zacatecas •

La docente investigadora y actual directora de la Unidad Académica Letras (UAL) de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Mónica Muñoz Muñoz, participó en la mesa de diálogo “Conocimiento, poder y género: Mujeres transformando a la sociedad a través del Acceso de la Información”, que organizó el Instituto Zacatecano de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (IZAI). 

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En el evento participaron, junto a la funcionaria, la comisionada del INAI, Norma Julieta del Río; la secretaria de la Mujer, Karla Guardado Oropeza; la magistrada del TJLB, Marla Rivera Juáregui; la docente investigadora de la Unidad Académica de Derecho (UAD), Hilda Patricia González García, y la periodista zacatecana, Cecilia Hinojosa Cortez, así como la presidenta comisionada del INAI, Fabiola Gilda Torres Rodríguez, quien fungió como moderadora de la mesa. 

Durante su disertación, la directora de Letras explicó que es fundamental tener en cuenta que “la información ha acompañado a la materia y a la energía”. Las tres juntas -dijo- “crearon la química, la biología y todo lo que nos rodea. La palabra informar tiene una acepción relacionada con dar forma, es decir, pensamos, actuamos y sentimos a partir de la información que procesamos. Así, como apunta Sebastián Serrano, el proceso de aparición de la información es paralelo al de la vida. Todo es comunicación. Si la información es compañera natural de la materia y de la energía, es el máximo generador de organización, y lo que más nos importa, de autoorganización”. 

Al referir que la información es mucho más que la materia prima de los intelectuales, la también investigadora citó al historiador y escritor israelí, Yvan Nohal Harari, de quien sostuvo que “los científicos políticos también interpretan cada vez más las estructuras políticas humanas como sistemas de procesamiento de datos. Al igual que el capitalismo y el comunismo, las democracias y las dictaduras son en esencia mecanismos que compiten para conseguir y analizar información”.

“En los espacios públicos, en los espacios políticos, las mujeres necesitamos tener argumentos, información, propuestas para poder participar en los espacios ejecutivos, con poder activo, para poder cambiar las cosas”, afirmó Muñoz Muñoz. 

Puntualizó que, en una institución como la universidad, “nos toca colaborar en la construcción de la autonomía del estudiantado como una experiencia escolar, advirtiendo que la Universidad es un espacio social, pero también, un espacio de poder, un espacio cultural y de reproducción de ideologías a la par del desarrollo de los conocimientos”. 

“Como mujer universitaria, como humanista, lingüista y directora, reflexiono todos los días acerca de ‘trabajo’ que no es ‘trabajo’, es decir, de la energía invertida en la aclaración, en la defensa, en el contrataque al discurso que esconde la ambición del poder perdido, la mayoría de las veces asociado a una imagen masculina. A través del discurso se imponen visiones a quienes coinciden con nosotras en el camino que denostan el trabajo diario, así que gran parte de nuestra energía se invierte en resolver aquello que es ajeno a la planificación y responsabilidad institucional, apagar fuegos amigos”, subrayó. 

Bajo esa visión, la funcionaria de la Máxima Casa de Estudios destacó que el acceso a la información facilita el desarrollo de la capacidad de decidir, de definir el sentido de nuestros días, de realizar acciones concretas que sean coherentes con nuestro imaginario, el de las mujeres. Informarse -enfatizó-, “implica ser protagonistas con recursos, con discurso, con interpretaciones, argumentos y juicios propios; no sólo asumirnos autónomas, sino serlo, como invita en sus textos Marcela Lagarde”. 

En consecuencia, expresó la investigadora Muñoz Muñoz, “conviene dejar de apostarle a la intuición y construir el conocimiento porque somos seres pensantes, capaces de generar pensamiento y argumentación. Desde el feminismo, estamos seguras de que eso que se ha llamado ‘intuición femenina’, sin embargo, es eufemismo para apuntar la falta de construcción intelectual. Necesitamos informarnos, llegar al conocimiento e interpretar”. 

“Si los grandes capitales pelean por la información, debemos asumir la importancia de la misma en el camino de la autonomía, incluso en el de la solvencia económica. Como explica Marcela Lagarde, hemos de dejar el activismo y convertirnos en actuantes, es decir, aplicar nuestra fuerza y conocimiento en la intervención en el ámbito público. Ya no podemos ser la ‘hermanita menor’ en la vida institucional o conformarnos con el activismo. La información y el conocimiento colaboran en la formación de espacios de decisión, a partir del ejercicio de la autoridad, hoy y cada día más, femenina”, cerró su participación la docente y directora de la UAL. 

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