■ Respuesta de México ha sido bastante pasiva, señalan
No hay que pensar el fenómeno Donald Trump como si fuera generado por un candidato “multimillonario, loco y aislado” sino como la expresión política de una actitud antiinmigrante que ahora tiene la particularidad de ser protagónica y beligerante, dijo Marco Antonio Torres Inguanzo en Synergia, programa de La Jornada Zacatecas TV.
Ante la quiebra económica estadounidense, un segmento de la derecha de ese país siempre presente, pero antes de manera marginal, intenta legitimarse a través de la “narrativa del peligro”: “nos van a quitar el empleo, la paz o la seguridad”.
El discurso, ante el cual el gobierno mexicano ha tenido una reacción “bastante pasiva para defender a su gente”, o que ha generado defensas torpes que incentivan más “el fuego” como es el caso de las que protagonizaron personajes como Vicente Fox y Felipe Calderón, tiene en los propios migrantes latinos a quienes pueden contrarrestarlo, aseveró.
Así fue analizado el fenómeno Donald Trump en el programa conducido en esta ocasión por Carlos Navarrete, jefe de Información de La Jornada Zacatecas en ausencia del titular y director de la casa editorial, Raymundo Cárdenas Vargas.
Trump ha ido remontando posiciones en las preferencias electorales en las semanas recientes para ubicarse como candidato puntero por el partido republicano, luego del denominado Supermartes.
Marco Torres Inguanzo, colaborador de la serie, propuso para ubicar el problema, a la migración como uno de los temas más importantes en la agenda mundial, y es México, dijo, el principal país migratorio a nivel global.
Agregó que de 1982 a 2012 el fenómeno ha tenido un “ascenso bárbaro” en nuestro país, al pasar de los 2 millones de emigrantes a la expulsión de 12 millones de connacionales, precisó.
El docente e investigador en la Universidad Autónoma de Zacatecas expuso como algo importante y que debe servir para revertir los efectos del discurso derechista de Trump, la aportación que el capital humano latino y concretamente mexicano, representa para la economía de los Estados Unidos, pues genera dijo, el 33 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y contribuye con 60 mil millones de dólares anuales en impuestos al bienestar del nivel de vida de los estadounidenses.
“Del tal manera que este asunto de que no contribuyen a la renta pública, evidentemente es falso”. No obstante expuso, la derecha estadounidense oculta esta información.
Agregó que son los países de origen de estas migraciones quienes salen perdiendo respecto del balance que puede hacerse del intercambio remesas- capital humano, pues para el caso de México, cuesta el doble la inversión para la formación del mismo y lo que implica la pérdida en productividad su ausencia, que el monto por remesas que recibe el país desde el extranjero. Por lo que se trata en realidad de una transferencia de valor, observó.
Subrayó en segundo lugar, hay que “tener muy claro” que la migración no se detendrá porque su motor es la desigualdad en salarios entre el norte y el sur, misma que se expresa en el caso de la existente entre los Estados Unidos y México, en un diferencia de entre 3 a 25 veces mayor lo que se paga por el trabajo en aquel país.
Sólo en 2010 hubo una disminución de este flujo migratorio, “pero no por el tema policiaco o los muros”, recordó, sino por la crisis inmobiliaria de 2008 que hizo decrecer en los EEUU tanto la oferta de empleo como los salarios.
Aunque el acudir a la narrativa del miedo, una que siempre “genera reacciones violentas” empata el discurso de Trump y la derecha que representa, con la de los años 30 del siglo pasado en la Europa de la preguerra mundial, un discurso fascista, de exclusión contra las minorías étnicas, y en este caso belicista y machista, “es la expresión de una especie de tiranía un poco distinta”.
“Esta derecha hace un llamado contra la inclusión, está promoviendo la segmentación social y el particularismo de ciertos grupos”, dijo.
Ante la denuncia de la desigualdad mundial que han hecho economistas como Thomas Pikkety o Paul Krugman, misma que exhibido que el uno por ciento de la población concentra 99 por ciento de la riqueza, “aquí se busca la toma del poder político no sólo para mantener esa desigualdad sino para ampliarla”.
De esta asimetría en el empleo y el salario que es causa de la migración, quieren atajarse los efectos y no las causas, expuso.
“No dicen vamos a generar un proceso de igualación, de ayudar a los otros países para que generan salarios similares y los flujos migratorios disminuyan, no. Sino vamos a poner un muro”.
Se presenta entonces una paradoja, porque la extrema derecha estadounidense “está manteniendo la causa de aquello que está atacando”.
A pesar de que los ciudadanos de aquel país ven a la economía como su principal preocupación, aportó Carlos Navarrete la información recuperada de una nota de CNN, no ha habido grandes propuestas de los candidatos al respecto, y concretamente la de Trump no está muy clara, dijo.
Observó al respecto Torres Inguanzo que aunque actualmente se centra la atención en lo que denominó “esta distracción de los latinos”, surgirá en algún momento de la contienda electoral el tema del “modelo parasitario chino”.
Además de asentar fábricas en diversos países incluida Norteamérica, con capital, trabajadores y financiamiento chino, mediante las que luego hacen transferencia de renta a su país exprimiendo la riqueza de las naciones, China también es el banquero de los Estados Unidos, y fue de alguna manera causante de la crisis inmobiliaria de 2008, dijo.
El asunto se pondrá complicado, adelantó, cuando se aborde este tema que confrontaría a los estadounidenses ya no con los latinos que aportan una tercera parte de la riqueza de su país, sino “con su banquero”, su fuente de financiamiento actual.
En respuesta a la observación de que un 20 por ciento del voto migrante pudiera ejercerse a favor de Trump, como han advertido entre otros, el docente investigador de la UAZ, Rodolfo García Zamora luego del incumplimiento a la comunidad latina de una reforma migratoria, ofrecida por Barack Obama, Torres Inguanzo descartó que sea significativo, y adelantó sus predicciones de un triunfo de la demócrata Hillary Clinton.
Agregó respecto de la postura tibia del Gobierno mexicano ante el discurso agresivo de Trump contra los connacionales, que no le extraña, pero sí la omisión que han hecho de él los propios clubes de migrantes, quienes tienen elementos para rebatirla.
Dijo, “estaría muy bien” que se diera una coordinación de esfuerzos entre la academia, los migrantes y las autoridades mexicanas para generar una campaña estratégica en pro de sus derechos como lo han estado haciendo muchos artistas, en que se exhiba su contribución, de manera que legitime “el proceso de su inclusión en esta nación multicultural y multirracial como son los Estados Unidos”.