Hay un artículo muy curioso en la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Zacatecas. Se ubica en el titulo quinto, capítulo uno, numeral 67. Es curioso porque ahí se establece una causa general de responsabilidad controversial en la fracción VII. Dice lo siguiente: “Impedir el desarrollo normal de las actividades académicas de manera ilegal”. Por ende, sí se puede evitar el curso general de la docencia, la investigación y la extensión en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) de manera legal. Un ejemplo de estas acciones lo sería una huelga convocada por el Sindicato del personal académico de la UAZ (SPAUAZ), siempre y cuando cumpla los requisitos para esto. ¿Qué requisitos cumplió el paro convocado por algunos docentes de la Unidad Académica de Agronomía para que sea considerado “legal”? En una nota periodística titulada “Unidad Académica de Agronomía de la UAZ anuncia paro indefinido” (Imagen 01/09/23), tras la declaración del vocero del movimiento, Daniel Rodríguez Ramos, de que el jurídico les entregó un documento “donde prácticamente los está amenazando de que si no retiramos nuestro movimiento se van a tomar las acciones que procedan”, el SPAUAZ emite una postura donde establece que el movimiento de los docentes de la Unidad de agronomía es legal. ¿Es el SPAUAZ la instancia que declara la legalidad de los paros? ¿qué normatividad utiliza para ello?, pues ni el contrato colectivo UAZ-SPAUAZ o el Estatuto del SPAUAZ mencionan nada al respecto. La posición del SPAUAZ es extravagante, por decir lo menos, en todo el asunto de la toma del Campus UAZ-SIGLOXXI por parte de algunos docentes de la Unidad de Agronomía. En primer lugar, el sindicato desconoció de manera unilateral a la delegación sindical de esa escuela. No es un movimiento resultado de los mecanismos de representación establecidos en los Estatutos. De hecho, como lo declara Daniel Rodríguez en comentario con Francisco Elizondo, los directivos de la Unidad son quienes se dan cuenta de la existencia de un docente cargado en esa nómina sin grupos. No fue el delegado ni la delegación, sino los directivos quienes inician el movimiento, aliados con algunos docentes, casi todos estos aglutinados en un grupo político universitario afín a la secretaría general del SPAUAZ y a sus asesores. En segundo lugar, la demanda es retirar a ese docente de la nómina, y lo dice enfáticamente Daniel Rodríguez a Elizondo: “nosotros no nos vamos a levantar hasta que no retiren a esas personas” pero después solicitan un proceso de basificación. Tercero, felicita al presente comité ejecutivo del SPAUAZ y denigra al anterior. ¿Acaso porque son, los directivos, los paristas y el presente comité ejecutivo miembros, o afines, a un mismo grupo político? Cuarto, lo que declara Rodríguez en la radio es distinto a lo que manifiesta en las mesas de trabajo, pues el rector, en conversación con Elizondo menciona que el problema es por “nombramientos de base irregulares”. El rector reta a los paristas a que muestren ese documento. No se ha mostrado. Por su parte el SPAUAZ, en sus diferentes comunicados, menciona que el problema es por “la emisión de bases de manera irregular”. De nuevo, y en consonancia con sus aliados el director de Agronomía y Daniel Rodríguez, son incapaces de mostrar los documentos probatorios. Se hunden en la propaganda. Peor aún, llaman a que no se realicen clases en línea y confunden el derecho de las personas a la manifestación con su “derecho” a secuestrar instalaciones. ¿Ignoran acaso que se pueden respetar los derechos a la manifestación y a la educación simultáneamente? De colofón anuncia que entre sus asesores y los docentes en paro concluyeron el diagnóstico de la materia laboral disponible. Aquí cabe aclarar: no existen pactados en el Contrato Colectivo de Trabajo UAZ-SPAUAZ métodos para elaborar diagnósticos de materia laboral disponible. Por ende, si los hay, deben ser bilaterales, no unilaterales. Por otra parte, esos supuestos diagnósticos son la manera en que, en ocasiones, la rectoría pretende subsanar una violación de la cláusula 25. Sin embargo, también el sindicato viola de manera reiterada esa cláusula, pues nunca se comunican, por parte de las instancias sindicales responsables, las vacantes definitivas. Tras la enumeración de los hechos, y a la vista de los rotundos fracasos del comité ejecutivo y sus asesores por crear el caos, parece clara la situación. Debido al fracaso del “paro general” convocado por el SPAUAZ de manera ilegal el 14 de agosto del año en curso, y a la demostración tajante de que los directores distribuyen bien, y de acuerdo a lo contratado la carga laboral, el comité ejecutivo, sus asesores y el grupo político de conocido diputado definieron una nueva ruta de acción. Para evitar más desgaste en una Coordinadora de Delegaciones que no dominan, y eludir cualquier discusión de quórum por delegaciones, instruyen a sus acólitos a tomar instalaciones con cualquier pretexto, para que una vez estallado el conflicto pueda intervenir el SPAUAZ. Resulta obvio que en Agronomía el conflicto lo inician los patrones y el sindicato se incrusta para apoyarlos. Desdeña las voces críticas de esa escuela pues su plan es ya tratar de construir una ruta para ganar la rectoría. ¿Olvidan que Benjamín Romo y José Francisco Román perdieron por insistir en ese camino?