Estoy orgullosamente feliz porque, siendo mujer, tuve valor sin hablar español, sin ningún estudio, para llevar a escala mundial la muestra gastronómica, la tradición y la cultura de Michoacán
, declaró a La Jornada la cocinera y artesana Juana Bravo Lázaro, reconocida con el Premio Nacional de Artes y Literatura 2024 en el rubro de Artes y Tradiciones Populares.
Bravo Lázaro, purépecha, expresa en entrevista su sentir: es un orgullo dar a conocer el trabajo de las mujeres que están en una posición económicamente difícil; también a las mamás solteras. Yo fui a darles a conocer el trabajo de una mujer
, dijo de manera espontánea. Luego se hizo un silencio emotivo, con el teléfono de por medio, unas cuantas horas después de que se publicó en el Diario Oficial de la Federación la lista de ganadores de 2024.
Doña Juanita es originaria de Angahuan, comunidad indígena ubicada a unos 30 kilómetros de Uruapan, Michoacán. El sitio es visitado por su cercanía con el Paricutín, volcán que nació sorpresivamente e hizo erupción en medio de un maizal en 1943. Todavía conserva tradiciones y costumbres, así como la lengua purépecha. Sin embargo, también es punto de emigración hacia Estados Unidos.
Todavía no saben en el pueblo
, pero seguramente habrá fiesta, ratifica doña Juana Bravo. El miércoles pasado le dieron la noticia sobre el galardón nacional más importante otorgado por la Secretaría de Cultura del gobierno de México por conducto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. A mediodía del jueves, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, y el secretario de Turismo, Roberto Monroy, ya la habían felicitado, así como algunos amigos de Morelia.
Trabaja por la comunidad
En la página gubernamental para promover el turismo en la entidad se incluye una foto de Juana Bravo, maestra cocinera tradicional nacida en 1959, quien lleva muchos años participando en encuentros, donde ha ganado múltiples premios
. Mira hacia la cámara con sonrisa sosegada; viste un mandil blanco con flores bordadas y un rebozo. A Juanita le apasiona divulgar la importancia de la cocina tradicional mexicana para dotar de identidad a las personas y reforzar la unión de las familias
, se describe en la breve biografía.
Al conversar, reconoce: He trabajado mucho tiempo con la gente de Angahuan y de otras comunidades
para dar a conocer la cocina mexicana y rescatar la comida de los antepasados, especialmente la de Michoacán. En 20 años no paré de viajar a todos los estados y a países como Canadá, Italia, Estados Unidos, Argentina o Chile
.
La primera vez que participó en una muestra gastronómica fue en 2000, en su comunidad en Angahuan, donde vendió atole blanco con buñuelos.
El periplo mundial se inició en 2005, cuando viajó a París para participar en el impulso de la declaratoria de la cocina mexicana como patrimonio cultural inmaterial por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
En 2010 llevó sus conocimientos a las tierras africanas de Nairobi, en Kenia, donde se inscribió la cocina tradicional mexicana en la lista de la Unesco por ser un modelo cultural completo que comprende actividades agrarias, prácticas rituales, conocimientos prácticos antiguos, técnicas culinarias, costumbres y modos de comportamientos comunitarios ancestrales
. En la información que ofrece el organismo internacional se hace énfasis en el paradigma de Michoacán.
Tejedora de Santiago
La también tejedora de telar de cintura ha participado en Original, encuentro de arte decorativo y textil organizado por la Secretaría de Cultura federal. De acuerdo con la lista de miembros del consejo asesor, Bravo Lorenzo es pieza clave del grupo de artesanas purépechas Tejedoras de Santiago Angahuan, el cual se inició con 85 mujeres y actualmente cuenta con 500 integrantes
.
La cocinera aprendió de sus abuelas. Una de ellas estaba enferma y no podía levantarse para arrimar sus ingredientes. Y yo pues desde pequeña empecé a trabajar con ella
.
En Angahuan, la mayoría de las mujeres hacen a diario las tortillas a mano para los almuerzos y para la comida de la tarde, cuenta en la breve conversación.
Al preguntarle sobre su platillo favorito, responde que son las corundas, tradicionales aquí en el pueblo
. Son una especie de tamal de forma triangular, preparado con masa de maíz, manteca de cerdo y envuelto en hoja de caña de maíz. Son muy típicos de la cocina purépecha de Michoacán.
Otro de los platillos en los que es experta es el atápakua, especie de mole o salsa espesa típica de Michoacán, de origen prehispánico. El guisado incluye chile verde o guajillo, carne y verduras; también puede hacerse una variante con charales. El significado del nombre en purépecha es guiso nutritivo y picante que sustenta la vida
.