Con la reincorporación de la Policía Auxiliar (PA) de la Ciudad de México para encargarse de su custodia y vigilancia, el Museo Nacional de Antropología (MNA) reabrió ayer al público tras permanecer cerrado dos días.
La apertura ocurrió a las 9:30 de la mañana –media hora después de su horario habitual–, una vez que, según datos oficiales, 66 elementos de ese cuerpo policiaco ocuparon sus posiciones en áreas y salas del inmueble, mientras una treintena de personas aguardaba para ingresar.
En el transcurso del día, la afluencia de visitantes fue continua y el acceso ágil. Las taquillas prestaron sus servicios de manera expedita.
Información del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) apunta que el recinto registra al día el ingreso de al menos 5 mil personas, siendo el récord 70 mil en una jornada.
Ayer fue un día tranquilo
en cuanto al número de visitantes, notoriamente más bajo de lo acostumbrado
, de acuerdo con trabajadores del recinto, que atribuyeron tal circunstancia a que el museo llevaba dos días cerrado y a la desinformación en redes sociales y algunos medios de comunicación que aseguraban que así continuaría.
Recién galardonado con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025, el MNA no abrió sus puertas el martes ni el miércoles de esta semana –al igual que otros espacios museísticos del INAH en la Ciudad de México–, debido a la ausencia de personal de vigilancia.
Esta situación, según la dependencia, se debió a fallos de la compañía de seguridad privada que fue contratada bajo licitación pública, al incumplir con el personal necesario para prestar el servicio.
Mario Álvarez, delegado del Sindicato Nacional de Trabajadores, Administrativos, Manuales, Técnicos y Profesionistas del INAH, señaló que desde marzo o abril pasados se pretendía cambiar al cuerpo de seguridad en los museos del INAH en la Ciudad de México. Ello, explicó, porque el contrato con la Policía Auxiliar –agrupamiento que se ha ocupado de esa responsabilidad desde hace 35 años– era insostenible por el alto costo que le generaba el instituto
.
Según el director del INAH, Diego Prieto Hernández, el contrato firmado mediante licitación pública con las empresas privadas SSS Asistencia y Supervisión SA de CV y Sistema Prácticos en Seguridad Privada SA de CV ascendía a 78 millones de pesos de junio a diciembre de este año, monto que cubre el servicio de 450 elementos que se requieren para los inmuebles en el valle de México.
Tras indicar que las autoridades del instituto nunca notificaron del cambio de empresa de vigilancia, Mario Álvarez –quien presta sus servicios laborales en el área administrativa del recinto– refirió que el personal de las empresas de seguridad adjudicadas no sólo era insuficiente para las necesidades de un museo de las dimensiones e importancia como el MNA, sino que carecía de capacitación.
Sólo eran 25 elementos, y la plantilla debe ser de 100 a 120. Había un total desconocimiento para brindar el servicio básico de vigilancia, tanto en lo que concierne al público como a nosotros como trabajadores
, indicó a La Jornada.
Incluso, había vigilantes que tenían dos días de contratados, siendo que un museo y una zona arqueológica requieren capacitación para contar con conocimiento mínimo de manejo de salas, de exposiciones, de piezas, no sólo de entrada y salida de personal; incluso, hasta de salida y entrada de bienes patrimoniales.
