Francisco Javier Pérez González, padre de Angélica María Pérez Herrera, maestra de educación primaria que falleció por presunta negligencia en el Hospital General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), ratificó la denuncia que emitió la directora de la escuela, en la que responsabiliza del suceso a ese organismo.
“Aunque no soy médico, creo firmemente que mi hija murió por negligencia médica, por parte del servicio del ISSSTE. Mi hija empezó a quejarse de dolor en el vientre, y la llevamos a urgencias, la pusieron en piso duro 6 días, no le daban importancia y decidimos sacarla”.
Después, “la directora de la escuela, al ver su estado crítico, movió sus palancas para que la atendieran y regresamos al ISSSTE. La operaron y la intervención duró 4 o 5 horas. Le preguntamos al médico cómo había salido y dijo que bien, que le había extirpado un tumor de un ovario (no maligno) y que había raspado parte del intestino (colon) y sugirió que la viera un gastroenterólogo. Daban la cita hasta el mes de mayo y la dieron de alta”.
Sin embargo, la maestra no mejoró, se le terminó la incapacidad y tuvo que presentarse a trabajar, pero la directora la llevó a su casa otra vez debido a que su condición no era buena.
Según relató Pérez González, la directora llevó a su hija con el doctor del ISSSTE en el turno matutino, la revisó y le dio tres días más de incapacidad, pero le pidió “que regresara a su trabajo para que se distraiga y siguió empeorando. Después mi yerno la llevó con dos gastroenterólogos (en diferente día) del Hospital San Agustín y como no tenían expediente clínico no fueron acertados”.
“Mi hija siguió empeorando y le salió una bola en el vientre, le seguían los dolores y la llevamos nuevamente a urgencias. Le sacaron una radiografía y un médico dijo que le iban a inyectar morfina y tratar de acomodarle para no operarla, pero de rato se escucharon alaridos de dolor. Entonces la programaron para operarla (hasta las 11 de la noche) y después la subieron a terapia intensiva, se complicó todo y ya no pudo sobrevivir. Aunque le dieron atención medica todo el vientre se le infectó (le cortaron 20 centímetros de intestino)”.
.Ante la declaración que dieron funcionarios del instituto sobre el caso de su hija, manifestó que “yo no dudo de la capacidad y del conocimiento de los médicos y enfermeras del ISSSTE, pero dudo de algunos de ellos en su sensibilidad hacia el dolor humano y ser más dedicados al cuidado del paciente. Sé que la muerte no se pude evitar pero en algunos casos como el de mi hija con el cuidado adecuado se pudo haber evitado”.
Pérez González exigió que mejore en lo que respecta a dedicación y calidad humana hacia los pacientes, a la vez que agradeció la intervención humana de Marisela Carrero, directora de la escuela donde laboraba su hija. También solicitó a la delegación del ISSSTE que agilice los trámites para que la familia de su hija, esposo y cuatro hijos, reciban la pensión correspondiente.