■ Este tipo de prácticas y la inversión de recursos a este rubro son violatorias del Estado Laico
■ Con motivo de la Fenafre, alcalde de El Mineral difundió una imagen estrechando la mano del obispo
La aparición de autoridades civiles junto con religiosas, principalmente católicas, en actos públicos es una constante en la entidad, así como la inversión de recursos públicos, por ejemplo, en la promoción de eventos de carácter religioso.
Desde el Gobierno del Estado hasta los municipios realizan este tipo de prácticas que son violatorias del Estado Laico, según han expuesto en reiteradas ocasiones académicos como José Enciso Contreras.
En esta ocasión y con motivo de la celebración de la Feria de Fresnillo, se ha difundido en las redes sociales oficiales del alcalde José Haro de la Torre una imagen en la que aparece el funcionario municipal al interior de una iglesia y estrechando la mano del obispo del estado, Sigifredo Noriega Barceló.
La serie de fotografías aparece titulada con un texto en el que se lee: “Con un gran corazón Fresnillo pidió por todas las familias del mundo que están pasando por momentos de adversidad durante la Tradicional Misa de Aniversario oficiada por el obispo Sigifredo Noriega Barceló”.
Y la leyenda continúa señalando: “La Parroquia de Nuestra Señora de la Purificación fue testigo de este evento donde el obispo felicitó a todos los fresnillenses y les deseó que disfruten de las festividades en armonía”.
De casos anteriores, también relacionados con ferias municipales, destaca el del cambio de nombre de la Feria Estatal de Guadalupe, la cual pasó a denominarse Feria de la Virgen Ciudad de Guadalupe.
En aquel momento, el docente investigador José Enciso Contreras señaló que esta modificación reflejaría, por un lado, “el supino atraso de nuestra clase política que se empeña en mostrarnos su ignorancia en relación a la naturaleza laica del Estado mexicano”.
Por otra parte, añadió, podría entenderse como “la vieja aspiración de seguir capitalizando los votos conservadores y seguir promoviendo el fanatismo y limitando el avance de la educación para aprovecharse de las creencias de la población”.
Además, el académico consideró que los avances que se habían obtenido en relación al reconocimiento de los derechos en la Constitución Política del país “han dado pasos hacia atrás en las últimas décadas al no reconocerse el Estado laico”.
En la entrevista ofrecida con motivo de ese cambio de denominación, Enciso Contreras fue tajante al señalar que esa decisión del ayuntamiento fue ilegal ya que, con el nuevo nombre, la feria “sería un conjunto de actos conmemorativos que se hicieran en el seno de la comunidad católica” y no un evento que aglutinara a toda la población del municipio, católicos o no.
También, en años pasados, hubo otro caso destacado y se trata del vivido en Ciudad Cuauhtémoc, donde el ayuntamiento invirtió recurso público en la promoción de un viacrucis al que, además, invitaba a los habitantes de este municipio a participar “para interpretar a algún y revivir con nosotros la pasión de Cristo”.
Al respecto, Enciso Contreras insistió en el uso que la clase política hace de estos actos con la finalidad de ganarse la simpatía de los ciudadanos, aunque esta conducta “no implica mucha devoción en la mayoría de los casos”.
Asimismo, recalcó que “las cosas del Estado, las cosas públicas van por un lado como cosa pública, y las creencias religiosas se reducen al espacio que deben tener, es decir, a la vida privada”.