Con la llegada de 2015, los zacatecanos enfrentamos el escenario de un año electoral, con la disputa de las 4 curules con las que cuenta nuestra entidad en San Lázaro para representarla, y en la antesala del proceso que culminará 2016 con la renovación del Poder Ejecutivo estatal, la Cámara local de Diputados y las 58 alcaldías, con todos sus cabildos, procesos ambos enmarcados en medio de una asfixiante situación financiera en la que vive la gente, un estado de inseguridad rayando en lo caótico, como lo podemos ver en municipios de la magnitud de Fresnillo, Río Grande o Guadalupe, entre otros, y un escenario político donde la nota discordante la lleva el PRI, el partido en el poder, que por sus malos gobiernos, la gran corrupción y sus luchas de poder internas le han acarreado un enorme descrédito y rechazo ante la ciudadanía.
No puede ser menos, llegamos a este 2015 con la imposición de una enorme carga de impuestos, con la perspectiva de ver los impuestos prediales de los municipios elevándose hasta un insultante 60% y más impuestos estatales, con el recorte del pasado aguinaldo de más de 30%, que se contrasta con la imposición del nuevo paquete fiscal que sólo implica en la práctica la aplicación de otra pesada e impagable carga de impuestos federales en todos los rubros, directos y ocultos, incluso con el cobro de impuestos a los productores rurales que suman esto a sus penurias que han hecho inviable la producción agropecuaria, es significativo que la edad promedio de los productores rurales sobrepasa los 60 años de edad, los jóvenes ya no se dedican a trabajar el campo. En tanto, más de 30’% del total de jóvenes en el estado son ninis, al no estudiar ni trabajar, de hecho, la mitad de todos los desempleados del estado son jóvenes, que representan el grueso de la fuerza productiva en el estado.
En la cuestión de inseguridad, la situación es aún peor, se recrudecen en la entidad los “levantones” las ejecuciones, la lucha por el control del territorio por los integrantes de diferentes grupos del crimen organizado se viene tornando más cruenta, todo ello a vistas de un lamentable optimismo gubernamental que no quiere ver la realidad, lo que seguramente tendrá su impacto en el proceso electoral en el que ya estamos inmersos, la inseguridad sigue campeando por sus reales en todo el territorio zacatecano, lo que según reconoce el mismo Instituto Nacional Electoral (INE), puede tener repercusiones en el desarrollo del actual proceso electoral, sumándose al clima de insatisfacción ciudadana que se ha manifestado ante los hechos de violencia que se han vivido. Ayotzinapa, Tlatlaya y demás crímenes de Estado pasarán factura en estas elecciones, mientras gobierne este régimen.
Y ante todo esto, Zacatecas y todo el país vive ya el proceso electoral 2015, elección intermedia crucial para este régimen del PRI, que cierra el año enfrentando sus peores momentos en lo que llevan de la administración, crucial porque este año entran en vigor todas las medidas aprobadas en los paquetes de las 11 reformas estructurales, y requieren todo el apoyo posible ante lo que se viene en el Congreso de la Unión, reformas que este año pasan su prueba de fuego ante el gran impacto financiero y social que éstas tendrán en muchos aspectos de la vida de todos los mexicanos, y el consiguiente rechazo que han venido generando, mostrando así la dicotomía de intereses entre el gobierno priísta de Peña Nieto y los intereses de los mexicanos. México quiere y merece otro gobierno que vele por los intereses más elevados de la nación, que otorgue seguridad a la sociedad, que se combata realmente la corrupción, que se termine la impunidad y se apliquen políticas efectivas que verdaderamente estén dirigidas a disminuir la desigualdad social y económica, ya no más simulación, eso es lo que todos queremos.
En nuestra entidad, el partido de estado enfrenta un reto especialmente complicado, los pésimos gobiernos de Miguel Alonso Reyes y de ediles como Benjamín Medrano Quezada entre varios otros, han provocado un enorme rechazo popular, inédito en décadas, sólo comparables a los anteriores a la década de 2000, cuando el PRI pierde la gubernatura y los principales municipios. La insensibilidad gubernamental ante la difícil situación de inseguridad que se vive, la evidente corrupción, visible en las residencias que se han construido y adecuado los gobernantes que ante los incrédulos ojos de la sociedad, con costos multimillonarios, desde la Quinta Martha de Benjamín Medrano, de 25 millones de pesos a 8 meses de gobierno, hasta la casa Blanca de Peña Nieto y Angélica Rivera, de 7 millones de dólares, pasando por la casa de Miguel Alonso, de 20 millones en reacondicionamiento, sólo son puntas del iceberg que representa la enorme riqueza que pueden haber venido acumulando estos conspicuos personajes.
No sólo eso, estos actos de corrupción se suman a la violencia de Estado que se ha ejercido, desde las altas esferas de gobierno como en Ayotzinapa, Tlatlaya y otras, como en el desmedido e insultante despliegue de poder en municipios, como el caso de Fresnillo, donde el edil se traslada en medio de un operativo de costosas camionetas blindadas con su guardia personal y policías, también en vehículos blindados, similar al que realiza el gobernador e incluso el Estado Mayor Presidencial, algo sin precedentes, todo ello no ha sido pasado por alto por una ciudadanía que atestigua con mirada crítica todo esto.
Por todo ello, 2015 representa un año de esperanza, un año pleno de posibilidades para empezar a cambiar el estado que estamos viviendo, el principio del fin de este desastroso y corrupto régimen priísta, la posibilidad de elegir representantes populares que pongan un alto a las pretensiones del régimen de Peña Nieto de vender al país, de poner las condiciones para una mejor vida para nosotros, para nuestras familias, para nuestros hijos, este proceso electoral que empezó desde hace ya unos meses es la vía para lograrlo, los zacatecanos tenemos la opción en las urnas para llevar al Congreso a quienes verdaderamente hagan su trabajo a favor de nosotros, de la sociedad, de los zacatecanos y mexicanos, de sumarnos a un gran movimiento ciudadano para construir una mejor vida a través de nuestro voto. ■
*Coordinador de la Comisión Operativa Estatal
de Movimiento Ciudadano en Zacatecas