Concluida la segunda guerra mundial, México se alinea ideológica y estratégicamente con la política de los Estados Unidos en el contexto de la guerra fría. Abandona el proyecto de autosuficiencia y de modelo económico nacionalista. Cierra los internados de Chapingo y el Instituto Politécnico Nacional, varias escuelas normales rurales y reprime a las organizaciones estudiantiles que buscaban democratizar sus espacios educativos. Modifica la orientación socialista de la educación por una orientación más liberal. En los niveles superior y medio superior, se deja el modelo que buscaba privilegiar el desarrollo y la ampliación de la matrícula de educación superior a los sectores marginados, y da prioridad de apoyo, a las carreras liberales por sobre las técnicas.
Para controlar los movimientos sociales, fue incorporado en 1941 y reformado en 1951, el delito de disolución social en el Código Penal, y se encarcela bajo estos cargos a los primeros presos políticos.
Es entonces cuando emerge la resistencia estudiantil y obrera. Las organizaciones estudiantiles se fueron fortaleciendo en su lucha, a lo largo de la década de los sesenta. Cuando la represión gubernamental se extiende contra otros grupos, como el movimiento nacional de huelga de médicos en 1965, la protesta estudiantil también rebasa los recintos escolares.
Las organizaciones estudiantiles, a lo largo de la década de lucha, se fueron fortaleciendo con demandas propias del sector. Sus formas organizativas, independientes del Estado, se depuraron y vigorizaron. Adquirieron la capacidad de formar organizaciones nacionales con estructura y funcionamiento democráticos. Estas experiencias organizativas, le sirvieron de base para la rápida conformación del Consejo Nacional de Huelga (CNH), durante el Movimiento estudiantil de 1968, mismo que se integró: con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Instituto Politécnico Nacional (IPN); Chapingo; Nacional de Maestros; Escuelas del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) integradas al Movimiento, así como Escuelas y Universidades que a nivel nacional apoyasen su lucha, demandas.
Durante este periodo de la historia estudiantil, se registra un patrón de comportamiento constante. Por parte del Estado se detecta que los gobiernos federal y de los estados, intervienen en el funcionamiento de los centros educativos, tomando decisiones desde una concepción autoritaria, sin mediar consulta, y sin buscar consenso de quienes se ven afectados por tales decisiones. Ha sido frente a ese tipo de autoridades, que ejercen este poder público de forma autoritaria y dictatorial, cuando se han presentado las movilizaciones estudiantiles, que se organizan para presentar sus demandas por las políticas que se instrumentan en la institución en la que estudian. La organización estudiantil independiente, que genera sus propias demandas, que exige y protesta públicamente, es un límite objetivo a esta forma de ejercicio del poder del Estado.
Teniendo este contexto, emerge el Movimiento Estudiantil de 1968:
Viejas rencillas entre los estudiantes politécnicos de las vocacionales 2 y 5 del Instituto Politécnico Nacional, en contra de los estudiantes de la preparatoria Isaac Ochoterena incorporada a la UNAM, desataron una riña el 22 de julio de 1968 en la Plaza la Ciudadela por motivo de un partido de fut bol. Los preparatorianos sufrieron la mayor parte, su plantel fue apedreado y sufrió daños.
Al día siguiente viene la represalia. La prepa 2 y 6 de la UNAM, apedrean la vocacional 2 del IPN, y la vocacional 5, se une en su defensa.
Se presentó entonces el 19 batallón de granaderos al mando del Capitán Manuel Robles, que en lugar de realizar su función pública, jugaron un papel de provocadores. Durante la trifulca, fueron espectadores indiferentes. Cuando ya se terminó, y los estudiantes regresaron a sus escuelas, dos agrupaciones de granaderos se fueron en contra de los politécnicos, comenzaron a provocarlos y una sección llegó hasta la vocacional 5, a la que entraron y golpearon a varios profesores y alumnos. Esto llevó a una batalla campal, cuyo resultado fue una docena de golpeados y daños por 7 mil 200 pesos. Además de estudiantes y granaderos, en estos hechos participaron porros y pandilleros conocidos como “los arañas” y “los ciudadelas” que intimidaban a los alumnos.
Una serie de persecuciones y detenciones ocurrieron en los días siguientes. Muchos estudiantes se reunieron en el Café Las Américas, y hasta ahí fueron reprimidos frente al Palacio de Bellas Artes. Durante la noche del 26 y la madrugada del 27 de julio de 1968, la Dirección federal de Seguridad (DFS), realizó operaciones contra organizaciones comunistas. Allanaron oficinas del Partido Comunista Mexicano (PCM).
Como si se tratara de una zona enemiga, entre la noche del 29 y la madrugada del 30 de julio de 1968, la Secretaría de la Defensa Nacional (SDN), planificó una estrategia contra las instalaciones universitarias y del Politécnico. Un convoy integrado por tanques ligeros y jeeps equipados con bazookas y cañones de 101 milímetros, y camiones transportadores de tropas, salieron del Campo Militar número 1, a las 12 de la noche e inicio su marcha hacia las prepas.
Los estudiantes se parapetaron en los planteles. La puerta de las escuelas 1 y 3 fue destrozada de un tiro de bazooka. Inmediatamente después, los integrantes de la segunda brigada de infantería, entraron a los planteles a bayoneta calada, encontrando una leve oposición…
Continuará.