Autora: Laura Berenice Zorrilla Martínez
Residencia: Zacatecas, Zacatecas, México
La Muerte paseando estaba en Zacatecas;
se fue a la alameda, la encontró desierta;
a las callejoneadas, dijo, hay mucha concurrencia,
cuál fue su sorpresa que no había gente despierta.
La Muerte, enojada, fue a tocar las puertas;
la recibió la gente molesta,
le pusieron guantes y le dijeron qué indecencia,
cómo se le ocurre salir ahorita de fiesta.
La Muerte apuró el paso y llegó
a donde se escuchaban balazos.
Contenta y feliz, pensó, por fin hay trabajo,
cuál fue su sorpresa que no había nadie,
sólo eran ecos de los antiguos bailes.
Sigue furiosa la Muerte y se va a los bares;
le cierran la puerta, ya no había lugares.
Se levanta la enagua y se va a cenar,
y le dicen que sin mascarilla ahí no puede estar.
La Muerte, enojada, busca al tal Covid;
le exige le regrese su puesto el muy vil.
Lo encuentro contento en los hospitales;
se le adelantó y les dijo a todos:
feliz Día de los Muertos,
en especial a los que salen.
La muerte se va, totalmente indignada,
con su mascarilla muy mal colocada.