■ Se pudieron escuchar diferentes géneros, sin preferencia hacia ninguno, comenta pianista
■ Redes sociales y aplicaciones, útiles para informar a la gente sobre artistas, foros y grupos, destaca
Alfonso Vázquez Sosa, titular del Área de Arte y Cultura de la Universidad Autónoma de Zacatecas, apreció como equilibrada la programación musical del Festival Cultural Zacatecas 2014. “Yo no siento que esté más recargado hacia un tipo de música que hacia otro, porque pudimos escuchar todos los días en diferentes foros distintos tipos de música. No sentí que hubiera preferencia para la música ranchera o que estuviera desprotegida la música de cámara”.
Agregó que a través de los años se ha ido dando un desarrollo gradual de incorporación y equilibrio de géneros “siempre hacia más”.
Sobre la preponderancia de la programación musical en el festival agregó, “creo en todo caso que faltarían proyectos y desarrollo en las otras áreas”.
Vázquez Sosa destacó además la participación de la Universidad Autónoma de Zacatecas con sus grupos institucionales, pero también los que se han generado de manera independiente, y que integran tanto a alumnos, egresados y docentes.
“A mí me da mucho gusto. Y sobre todo porque a veces ya no piden el apoyo a la Universidad o al gobierno, lo hacen como una propia empresa cultural. Eso habla de que se han adquirido herramientas, de que se tienen experiencias y solvencia artística, moral y hasta financiera para poder encabezar proyectos importantes”.
Los universitarios, dice, tienen ahora “otra forma de ver el compromiso de lo que la Universidad entrega a la sociedad”.
Presentaron repertorios nuevos, hubo gente que encargó obra para presentarla aquí. Otros propusieron programas a veces apoyados con la presencia de artistas invitados, o bien ya trabajados con anterioridad pero enriquecidos con la experiencia adquirida y calidad, que manifiestan el desarrollo y los avances logrados. “Es la manera de demostrar que la UAZ está cumpliendo”.
Añadió como observación a lo ocurrido en los foros para la música de cámara o de concierto que ocasionalmente “se desperdicia la programación”.
Debieran aprovecharse mejor las redes sociales y las aplicaciones que se generan para diferentes dispositivos a fin de informar por estos nuevos medios de comunicación las características de los programas, una breve semblanza de los artistas o ensambles, o bien colocar mamparas en los distintos foros, para que la gente tenga más elementos de juicio para su elección.
“Me tocó ver en algunos conciertos que la gente llega con una idea y se da cuenta que no es lo que esperaba y se sale a medio programa”.
La presencia de los edecanes voluntarios también debiera involucrar una mayor capacitación o restringirse a funciones estrictamente necesarias como el control de los accesos, señala, pues “están en los eventos y como no es algo que entienden y no es algo que les gusta, pues se la pasan platicando o chateando”.
Distraen la atención del público y los artistas durante las audiciones. “Me tocó verlo en muchos lugares. Entonces sí es molesto. La gente que sabe de las características y naturaleza del concierto también se inquieta porque dicen: ¿cómo alguien que está para apoyar el evento lo está afectando?”
El también pianista añadió que “la estrategia de transmitir los conciertos en vivo no es buena porque reduce la posibilidad de que la gente asista a la sala de conciertos. Yo sugeriría que los retransmitan en horario diferente (…) soy una persona que siento que las obras fueron compuestas para escucharse en directo”.
Al respecto, precisa, los compositores escribieron las obras “para escucharse a cierta distancia. Lo que se produce en los instrumentos musicales tiene características que tienen que ver con la pulsación, con la fuerza con la que se emiten los sonidos, la vibración natural. Cuando se amplifica o se transmite por radio es otra cosa”.
“Si lo retransmiten es un complemento. Porque yo oí que lo estaban promoviendo: escúchelo por Radio Zacatecas. Creo que no debiera ser la intención del festival”.
Debe hacerse accesible para quien no se encuentra en la ciudad pero “no a cambio de ponerlo como una alternativa a ir a la sala”.