En lo que va de este año, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas reporta un total de 741 personas desaparecidas y no localizadas en la entidad, cantidad superior al máximo histórico que se había presentado en el año 2021, cuando se contabilizaron 764 casos, informó Jairo López Pacheco, investigador de la Unidad Académica de Ciencia Política de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ)
Esa estadística indica que, a falta de un mes para concluir este año, se ha superado el peor año histórico que se había reportado en Zacatecas en materia de desapariciones, lo que seguramente colocará a Zacatecas como el estado con mayor tasa de desapariciones por cada 100 mil habitantes en el país.
Refirió que, según datos de la Comisión Nacional de Búsqueda, en 2022 se reportaron 457 personas desaparecidas y no localizadas en Zacatecas, pero este año la cifra creció de manera sustancial.
Detalló que, en su mayoría, los desaparecidos son jóvenes, hombres, entre los 15 y 40 años de edad, mientras que en mujeres se concentra en niñas cuya edad oscila entre 10 y 20 años de edad.
Respecto a los municipios con mayor prevalencia de desapariciones, López Pacheco refirió que la incidencia principal se encuentra en Fresnillo, Zacatecas, Guadalupe, Río Grande, Jerez, Calera y Ojocaliente.
Desde su perspectiva, no hay una política eficaz de prevención de la desaparición e incluso en Zacatecas no hay más de 6 sentencias cerradas por este ilícito lo que habla de un alto nivel de impunidad.
“También es muy alarmante en el contexto donde se muestran las reducciones de los homicidios dolosos porque, si bien son reales según las estadísticas oficiales, a la par hay este crecimiento tan preocupante de la desaparición y no localización de personas”, indicó.
Al respecto, refirió que a nivel nacional se ha discutido esta situación porque, en la lógica de la violencia, puede haber una relación entre el hecho de que se reducen los homicidios, pero aumentan las desapariciones como mecanismo de violencia en la sociedad.
López Pacheco detalló que en el 2021 y 2022 Zacatecas fue el primero y segundo estado respectivamente con mayor tasa de desapariciones por cada 100 mil habitantes y, ante las cifras de este año, es probable que se mantenga en esas posiciones.
Precisó que es positivo que se reduzcan los indicadores de homicidios, pero recordó que el impacto que tienen las desapariciones es diferente, pues generan un escenario de terror incertidumbre, miedo y desprotección de las familias y las comunidades.
“Yo no digo que no sea importante la reducción de los homicidios, sino que es importante entender cuáles son esos reacomodos de las violencias en Zacatecas porque, como hemos visto en otras partes de México la desaparición se vuelve una forma de actuación de los grupos criminales en el territorio que también tiene repercusiones profundas”, dijo.
Por tanto, concluyó que el discurso del gobierno del estado de que Zacatecas ya es seguro y pacificado hay que tomarlo con reservas porque en realidad las violencias han tomado formas particulares en el territorio zacatecano.
