AMLO y la 4T se empeñan por deslindarse de los periodos violentos de la historia: Oropeza
Hay bastantes similitudes con las pláticas que se realizan hoy y las dadas en los 60 y 70
Hoy se conmemora el 52 aniversario de la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968
Al ser el movimiento estudiantil de 1968 un acontecimiento que marca un parteaguas en la historia contemporánea de México, siempre va a ser utilizado en los discursos políticos, y a pesar de que el empleado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y la Cuarta Transformación, está orientado hacia el deslinde del pasado y la no represión, en muchos aspectos es similar a los pronunciados en las décadas de los 60 y 70.
Así lo considera Marco Antonio Oropeza Saucedo, docente e integrante de la Asociación de Historiadores Elías Amador (AHEA), en el contexto de la conmemoración del 52 aniversario de la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968, acaecida en la Plaza de la Tres Culturas de Tlatelolco, a manos del Ejército y del Batallón Olimpia, bajo las órdenes del presidente Gustavo Díaz Ordaz.
En el discurso del presidente López Obrador, refiere el historiador, hay un empeño por deslindarse de los periodos violentos de la historia cuando señala que en su gobierno no se reprime. Incluso ha mencionado que en este empeño se desapareció al Estado Mayor Presidencial, porque más allá del gasto que representaba, había sido responsable de represiones, algo que, ha sido enfático el mandatario, como jefe de las Fuerzas Armadas, nunca lo ordenará.
Pero si se analizan los discursos de la década de los 60 y los 70, advierte el investigador, hay bastantes similitudes con los que se están realizando hoy, en el sentido de que se habla de infiltrados, provocadores, incendiarios. “El PRI decía que más revolucionario que su partido no podía haber, que todo aquel que estaba en contra eran los contra revolucionarios. Y ahora hay un discurso muy similar. Todos son conservadores si van en contra de lo que ellos entienden por un gobierno de izquierda”.
Sin embargo, reitera que a pesar de las similitudes, el discurso de la 4T se ha enfocado más en lo moral, en dejar en claro que no es un gobierno autoritario ni represor, con lo que busca desmarcarse y deslindarse de los gobiernos anteriores. Y eso se debe esperar en la marcha conmemorativa de este 2 de octubre, en la que, siguiendo la misma tónica de las últimas, se espera que sólo haya contención y no enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad del Estado, como se daban en años anteriores.
Oropeza Saucedo consideró que cuando López Obrador ha dicho que ha demostrado tener un gobierno no represor y que no tolerará ni será participe de masacres, al momento se le puede dar la razón hasta cierto punto, trayendo a la memoria el “Culiacanazo”, donde se quiso evitar, como él lo dijo, un baño de sangre. Pero además porque también varios integrantes de su gabinete formaron parte de los movimientos estudiantiles del 68.
A final de cuentas, concluyó el especialista guerrillas, “un movimiento como este, que marca un parteaguas en la historia contemporánea de nuestro país, siempre va a ser utilizado en los discursos políticos. Y acá lo que yo percibo en el discurso es el llamado a salir a manifestarse, siempre y cuando no haya violencia y se tenga cuidado con los provocadores”.
