Fuertes enfrentamientos entre manifestantes y la policía se registran esta tarde del domingo, cerca del estadio Maracaná de Rio de Janeiro, durante el partido para definir al campeón de la Copa Confederaciones entre Brasil y España.
Un grupo de manifestantes lanzó piedras contra la policía intentado traspasar la barrera de seguridad montada a 500 mts del estadio. El batallón de efectivos de elite respondió con bombas de ruido, balines de goma y gases lacrimógenos. Para contener a los manifestantes la policía también disponía de vehículos blindados.
Según reportó por otro lado el sitio de noticias G1, la policía dispersaba a los manifestantes, que se replegaban en calles cercanas, para volver luego a enfrentarse a los efectivos policiales. Los manifestantes, sobre todo jóvenes, se mojaban la cara con vinagre para anular los efectos irritantes del gas.
El partido arrancó a las 19H00 locales (22H00 GMT) en el Maracaná ante más de 70 mil espectadores, ajenos a lo que ocurría en las inmediaciones. Brasil abrió el marcador con un gol de Fred a los pocos minutos de juego y el estadio se vino abajo celebrando.
Durante el día tuvo lugar otra caminata en dirección al Maracaná, que terminó pacíficamente, con unas 5 mil personas. Las protestas están enmarcadas en una ola de movilizaciones que estalló hace más de dos semanas en Brasil en demanda de mejoras sociales.
En la segunda marcha participaron unas tres mil personas según la policía, pero era un grupo el que se enfrentaba con la policía.
Uno de los reclamos de los manifestantes también ha sido los millonarios gastos públicos en la organización de la Confederaciones y el Mundial-2014 de la FIFA, en lugar de destinarlos a salud o educación.
Unos 11 mil policías -seis mil policías militares, más integrantes de la Fuerza Nacional, la policía federal y civil y la guardia municipal- mantienen un perímetro de seguridad en torno al Maracaná para garantizar el desarrollo del evento.