Los días 12 y 13 de noviembre se realizará el simposium “Nuestro clima, nuestra salud” en el auditorio del Hospital General Luz González Cosío, en el cual, expertos en ambos temas compartirán experiencia sobre las investigaciones que hay sobre el cambio climático, su impacto en la salud pública y determinar la protección a la población vulnerable.
Los impactos directos e indirectos se suman a los determinantes de la salud, haciendo compleja la situación sanitaria del país.
En particular, aquellas asociadas a la variabilidad del clima, ya sean endémicas, emergentes, re-emergentes o nuevas. Además de los efectos directos de la mortalidad de la población, derivado de eventos extremos que exacerban la vulnerabilidad existente.
A través de esta iniciativa, la Secretaría de Salud de Zacatecas promueve la toma de conciencias y las alianzas. Contribuye a mejorar los datos científicos por medio de las estrategias que permitan identificar la vulnerabilidad, y concretar acciones de mitigación y adaptación de la población vulnerable.
En su mensaje, Gilberto Breña Cantú, secretario de Salud del estado, enfatizó que existe un problema real en el cambio climático, porque se observan cambios de temperatura drásticos, así como llegadas de tormentas intensas.
Y si se busca responsables, más allá de las instituciones gubernamentales y de las Organizaciones No Gubernamentales, se debe responsabilizar al ser humano, ya que este problema es algo que concierne a todos, ya que el uso del plástico, el no separar la basura adecuadamente, el uso de sustancias biodegradables es algo que le corresponde a cada persona. Y aunque se tengan políticas públicas al respecto, si no se cuenta con una cultura del cuidado de medio ambiente, éstas de poco servirán.
La degradación ambiental contribuye a intensificar las amenazas naturales y tales efectos modifican las condiciones naturales, que a su vez inciden en el planeta, por lo que las acciones deben estar encaminadas a preparase para enfrentar eventos extremos y así evitar enfermedades infecciosas. Además de implementar medidas de sistemas de alerta temprana.
En particular para los extremos de temperatura a partir de esta estación del año, y prever las precipitaciones esperadas, ya que es de vital importancia reforzar las medidas de atención primaria, la educación y la comunicación de riesgos.
Y a partir de eso, que se tomen decisiones basadas encaminadas a la protección de la salud en general, ya que se deben llevar estos proyectos a las comunidades o regiones donde impactan estos eventos extremos, sobre todo en niños y adultos mayores.
