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sábado, 20 abril, 2024
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Pese a que ya opera el fraude, “no podemos dar la espalda a las encuestas”: José Enciso

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Por: ALMA RÍOS •

“El sistema electoral ha evolucionado, ‘no digo que mucho’, pero sí contiene candados”

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Dice que serán complicados resultados “inesperados” o “el haiga sido como haiga sido”, sobre todo con diferencias de dos dígitos entre el puntero y el segundo lugar

 

El fraude, ese que se oculta en las cifras negras escapando a los controles legales y para el cual la autoridad se expresa ineficiente para contener, así ya exhibida, “está operando”. Entre otros indicios, uno significativo, la entrega fallida que terminó en incautación de 20 millones de pesos en efectivo que se dirigían contenidos en una maleta hacia la sede nacional del PRI en la Ciudad de México, ofrece la oportunidad de un ejercicio mental, “pensemos en toda la –lana- que sí llegó”.

No obstante, señala el historiador José Enciso Contreras, actual integrante de colectivo Ciudadanos en Defensa del Voto Libre, “no podemos dar la espalda a las encuestas”.

Refirió que estos ejercicios demoscópicos han mostrado como nunca antes el proceso de desarrollo de la opinión pública respecto a la orientación de su voto, de tal forma que sus cifras han anunciado no sólo con mucha anticipación sino con consistencia, su voluntad.

“La evolución de los datos en estos meses ha sido que la preferencia electoral crece y crece a favor de López Obrador, o bien, que la gente acepta el dinero, pero eso no parece cambiar el sentido de su voto. Creo que pasa esto”.

La “tradicional” compra del voto ha sido eficiente cuando el nivel de competitividad entre las opciones políticas es muy semejante, pero en el presente proceso electoral el puntero ha mantenido una diferencia de dos dígitos respecto de su más cercano competidor, dijo.

Así, los resultados de las encuestas son a la par de una exhibición de la preferencia del electorado en cada momento de la contienda, un medio de medición de qué tan eficiente ha sido esta práctica ilegal.

“Si la compra de voto ha operado con millones y millones de personas aplicadas en esas gestiones no ha dado el resultado que ellos esperarían”, refirió respecto de una de las formas en que pudiera buscar torcerse la voluntad del electorado.

Enciso Contreras reiteró respecto de los signos de fraude y la posibilidad de su concreción, anunciada mediante “amenazas veladas” que adelante resultados “inesperados” o mantras como “el haiga sido como haiga sido”, que “lo veo muy complicado, sobre todo cuando las diferencias son de dos dígitos. Recordemos que en la elección de Felipe Calderón la diferencia fue mínima en votos”.

Punto por punto, señaló las dificultades para concretar un fraude electoral en esta ocasión, incluso agregando a la lectura en tono humorístico pero con un sustento bastante serio, que “todos los proyectos del presente sexenio han sido fallidos”, por lo que “pensemos que en un fraude también se les va a salir el tiro por la culata”.

Observó que aun la operación que se verificó en el Estado de México y que constituyó el antecedente, incluso referido por los propios priístas como modelo de inspiración para la elección presidencial, no puede trasladarse al caso de todo el territorio nacional.

“Debemos entender que operar un fraude en el Estado de México, donde las estructuras de corrupción política de esas élites hankgonzalistas están tan arraigadas institucionalmente”, sería muy difícil de replicar en el país.

Antes, el fraude electoral se podía hacer “con la mano en la cintura”, pero se ha vuelto algo no tan sencillo en estos tiempos, observó ahora sobre la contabilidad de los sufragios.

El sistema electoral ha evolucionado, “no digo que mucho”, pero sí que contiene candados cuya apertura no depende exclusivamente de quien administra las elecciones, dijo en referencia a intentos de invalidar los resultados “casilla por casilla y distritales”.

Puso en duda que los partidos grandes y sus coaliciones, especialmente Morena, “que es contra quien pudiera estarse fraguando un fraude”, no alcancen a tener por lo menos un representante en cada casilla del país.

“A veces hasta creo que hay demasiados representantes y uno va a votar en medio de un circo de representantes. Pero en este caso no están de más, y Morena siento que los tiene”.

Recordó que las actas que se llenan con los resultados de la votación al finalizar la jornada electoral son remitidas a los partidos en copia, por lo que se requeriría invalidar esta documentación. Y aun en el caso de que se fraguara un cómputo fraudulento a nivel electrónico, los resultados manipulados no coincidirían con los datos de las actas.

“Y yo creo que Morena ha acumulado suficiente experiencia y previsión como para no percatarse de este tipo de cuestiones”, expuso.

Opinó entonces, que un fraude “bien hecho” implicaría que fuera creíble, y por tanto, que el dato fraudulento y el dato real se acercaran; “creo pues, que no es sencillo hacerlo”.

No obstante, apuntó como tentación para cometerlo, una motivación que ha estado detrás del actuar del grupo que conduce actualmente al partido en el poder.

“Este grupito del Estado de México sigue las reglas de la vieja escuela de Atlacomulco fundada por el inefable Carlos Hank González, en la que el dinero es el eje central de su actitud política”, agregó.

El personaje será recordado siempre por la frase que lo rubricó, “un político pobre es un pobre político”.

Esta escuela, trajo a colación Enciso Contreras, influenció a muchos políticos mexicanos no solamente del partido en el poder ni necesariamente mexiquenses, “aquí en Zacatecas tenemos varios”.

El refrán, “poderoso caballero es don dinero” pudiera convocar al fraude luego que el control de las finanzas públicas ha beneficiado a una élite política que disfraza esta motivación “con necesidades patrióticas y llamados a salvar a la patria, “a hacer fraude”.

Tras el análisis, agregó que no puede descartarse el fraude en México incluso por razones históricas que aparejan su existencia vinculada al poder, con la del peculado.

“Yo no pudiera meter la mano al fuego para decir que no habrá, lo que estoy diciendo es que cada día se les pondría más complicado”.

Agregó al análisis otro elemento lógico “que opera en favor de los que queremos democracia y que consiste en que todos los proyectos de este sexenio han sido fallidos; pensemos que en un fraude también se les va a salir el tiro por la culata”.

Así, cabe acudir a los propios referentes de la capacidad demostrada del gobierno que ya fenece, “a su propia ineficiencia, pensando que también se les va a joder este proyecto. Entonces diríamos: ¡Lero, lero!”.

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