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viernes, 19 abril, 2024
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¡Mujer, mujer divina!

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Por: JOSE DE JESUS REYES RUIZ •

Esta semana celebramos – y festejamos con todo – el Día Internacional de la MUJER así con mayúsculas, y quisiera formar parte del homenaje a ese ser humano que no sólo hace posible la vida sino que además le da sentido y que sin lugar a dudas constituye el centro del universo al ser desde todos los tiempos el centro y eje de la familia que es la unidad esencial de la humanidad.
Hay mucho que decir, mucho que expresar y pocas las maneras y los caminos para elogiar todo lo que significa la presencia femenina en la existencia, y sin embargo mi personal falta de talentos para expresarlo suplica entender con estas humildes líneas mi reconocimiento no solo durante su día celebrado a inicios de semana, sino todas las semanas de todo el año reconociendo su papel cada vez más central en los destinos que la sociedad tiene frente a si y que sin su participación en condiciones de igualdad no serían viables y el futuro sin la presencia central de la mujer caminaría necesariamente al fracaso.
No solo son el eje de la familia alrededor de la cual – alrededor del núcleo femenino – orbitan no solo los hijos sino también la pareja, el componente masculino que durante todos los tiempos ha servido como proveedor muchas de las veces en un roll marginal del traspaso de los valores y las formas de ser y de hacer, es decir de la cultura de una generación a la siguiente.
Contra viento y marea, la mujer ha sabido caminar abriéndose paso entre obstáculos y resistencias que casi siempre nacen de un mundo conservador que pretende que las cosas no cambien y que todo siga igual para el bien de sus propios intereses.
Como olvidar los pasos decisivos apenas en los últimos siglos que llevaron a la mujer a salir de la privacidad de su casa al mundo exterior, a la polis, al lugar donde se toman las decisiones que a todos afectan, y a la mujer en especial. Porque esas decisiones que les afectan tienen que ser tomadas con su conocimiento, con su participación, con su opinión y con su voto.
Es – todos lo saben – una realidad que la mujer se encuentra sobre este planeta en una cantidad mayor al número de hombres, es mayoría y poco se le ha tomado en cuenta, pero su grito que sería ¡NO MAS UN MUNDO SIN LA PRESENSIA DE LA MUJER! en la toma de decisiones, comenzó por la aceptación para que pudieran participar en la vida pública, inicialmente a través de su voto, después con su participación activa dentro de la clase política llegando hasta nuestros días en que la constitución y las leyes que de ella emanan exigen no solo un trato igualitario, sino equidad entre el número de mujeres y de hombres que participan en cualquiera de los tres poderes.
Esta lucha ha estado siempre impulsada por mujeres y hombres de mentalidad abierta y por qué no decirlo personas de izquierda con ideas progresistas de cómo debe ser el mundo, y que han tenido que ser entendidas primero y aprobadas después – algunas veces a rajatabla – por las elites conservadoras que quisieran que las cosas fueran diferentes.
En pleno siglo XXI siguen abrumándonos las cifras que muestran una desigualdad que no tendría por qué existir, no solo en salarios y oportunidades que aun muestran una alarmante diferencia entre lo que perciben los hombres a lo que perciben las mujeres, un 15% de diferencia en el mundo occidental, que claro es más ostensible en los países subdesarrollados que en el primer mundo; donde como quiera que sea se siguen dando cifras de una desigualdad para la que no hay una razón de ser.
Y cuando vemos que en algunas latitudes la mujer lucha por derechos que en estos lados del mundo se dan por garantizados, cuando vemos que solo en meses recientes se permitió por ejemplo que las mujeres – eso si debidamente cubiertas – pudieran asistir a un estado de fut bol a presenciar un partido, y que también solo hace poco tiempo en Arabia Saudita se le permitió a la mujer poder conducir un automóvil, nos damos cuenta de la dimensión real del problema.
Y eso sin mirar a países del África donde se le limita a la mujer incluso la posibilidad de disfrutar el acto sexual mutilando sus genitales con este deleznable objetivo, o que un grupo guerrillero se da el derecho de raptar a una cantidad importante de jovencitas menores de edad, literalmente para “uso personal” de sus soldados sin que nadie haga – no solo diga – algo al respecto.
Y cuando queramos pensar o sentir que estamos muy lejos de esas prácticas primitivas, y que aquí en México las mujeres conducen – a toda velocidad – y participan en política y van y mientan madres en los estados – benditas sean porque son a las únicas que se les escucha bonito mentarle la madre al árbitro – los números rápidamente nos regresan a una realidad que seguramente creímos estar muy lejos.
México es el país en donde más femenicidios se cometen DE TODO EL MUNDO el relator de la ONU para los derechos humanos nos recuerda que todos los días en nuestro país se asesinan más de 7 mujeres todos los días solo por su condición de mujer.
Y que creen, nuestro estado – donde se gobierna diferente – ha logrado el primer lugar en femenicidios a nivel nacional, esto fue anunciado en todo el mundo para que en la celebración realizada no se nos olvide donde estamos ubicados.
Nuestro gobierno – el de las más de 1000 obras ¿Cuáles? – se manifiesta casi todos los días en contra de la violencia de género, pero su actuar se limita a colocar espectaculares en algunos sitios con la leyenda “Te queremos viva” como queriendo decir “escóndete en tu casa y no salgas no vaya a ser el diablo…” y ahí terminan su trabajo al respecto y creen – aseguran – que lo hicieron bien.
Esta historia continuará…

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