La máxima institución de educación superior pública en Zacatecas surgió en 1832: la Casa de Estudios de Jerez. Desde entonces ha sido promotora del talento de la juventud zacatecana, de ahí que el pueblo la sienta entrañablemente benéfica para el progreso social. Producto de su devenir histórico y social, su proceso evolutivo la llevó a convertirse el 6 de septiembre de 1968 en la Universidad Autónoma de Zacatecas.
Ya dotada del mencionado rango, teniendo como motor su aspiración al crecimiento y consolidación de las razones por las que nació, centradas en satisfacer las necesidades educativas del nivel terciario en la entidad, en función de las condiciones cambiantes de su entorno, realizó importantes reformas académicas y administrativas.
El dinamismo social ha inducido a la UAZ al cambio permanente. Consciente de lo imprevisible de cualquier situación, recurre a la innovación para actualizar la hora del reloj institucional acorde a la etapa histórica del momento. No tomar en cuenta la velocidad de los cambios políticos, económicos y sociales, sería elegir convertirse en una corporación anquilosada, sin respuesta a la solución de las necesidades comunitarias.
Teniendo como móvil el progreso continuo y la certeza de que una mejor universidad es posible, entre las reformas en la UAZ con mayor trascendencia se cuentan las siguientes:
El Simposium de Reforma 1971. La conversión en universidad implicó darle espacio a la investigación y a la extensión, acciones para las cuales no existía infraestructura. Institución hija de su tiempo, al interior del aula predominaba el ejercicio del proceso enseñanza-aprendizaje tradicional: verbalista, magistrocéntrico y memorista, aparte de ser predominantemente elitista y de que el gobernador designaba al rector. Estas, entre otras características, eran su sello.
Las conclusiones de tal simposium −un parteaguas en la vida institucional−, consideraron los siguientes rubros: Características de la moderna universidad; democratización del gobierno universitario; servicio social universitario; y democratización de la enseñanza. La institución se asumió como Universidad Científica, Crítica, Democrática y Popular. A partir de lo anterior, la Ley Orgánica de la UAZ de 1968 se modificó en 1972.
La siguiente reforma derivó del Congreso General Universitario 1987-1988. La convocatoria para la primera fase de su realización enunció que “El encuentro tendrá como finalidad construir un diagnóstico de la UAZ, además se pugnará porque sea un espacio de concertación en el que se destinan también los métodos, procedimientos, contenidos y condiciones bajo las cuales deberá desarrollarse el proceso de Reforma Integral de la UAZ.” Respecto a los resolutivos de él emanados “lograron resolver varios problemas que alteraban nuestra convivencia interna, sobre todo aquellos que tenían que ver con las formas de gobierno y los procesos de elección” y generaron pautas para sucesivos procesos de actualización.
El compromiso institucional con la mejora continua de la enseñanza universitaria hizo imprescindible el avance en el desarrollo de innovaciones académicas. De ahí la realización del Congreso General de Reforma 1998-2000. En la exposición de motivos del mismo, se indica que “como universidad pública que es, la UAZ, al tiempo que refuerza sus principios e identidad, debe. 1. Situar lo académico en el centro de la actividad universitaria para alcanzar una excelencia que no riña con sus orígenes. Para ello resulta impostergable a) la integración efectiva de las funciones de docencia, investigación y extensión…”.
De sus resolutivos surge el Modelo Académico UAZ Siglo XXI enfocado al estudiante y centrado en el aprendizaje. Se crea una nueva estructura académica vertebrada por áreas académicas, conformadas por unidades académicas, en donde se desarrollan programas de licenciatura y posgrado. Los Consejos Académicos de Área son el eslabón entre las unidades y el conjunto de la universidad.
Mientras la UAZ realizaba sus dos más recientes reformas, el país sufría, en los aspectos político y económico, una transformación drástica caracterizada por el tránsito del Estado benefactor −encargado de tutelar los derechos sociales y las políticas de bienestar− al Estado neoliberal, mismo que realiza una serie de medidas tendientes a liberar los precios de las mercancías (excepto la fuerza de trabajo, el salario mínimo sufre férreo control), promover la inversión extranjera y realizar privatizaciones indiscriminadas, entre las cuales ya está en marcha la de la educación. En síntesis, se ocupa de proteger legal y judicialmente a los grandes capitalistas dueños del poder fáctico.
En ese contexto, la mayoría de las universidades públicas están padeciendo un recorte presupuestal. Por ello resalto que el pasado 19 de febrero la UAZ se convirtió en punta de lanza a nivel nacional al organizar una reunión de rectores (asistieron Benito Juárez de Oaxaca, la Autónoma de la Ciudad de México, y los representantes de la Autónoma de Nayarit y la Michoacana de San Nicolás de Hidalgo), que colectivamente se pronunciaron en defensa de la educación superior pública. Dado que la educación es el instrumento más poderoso para reducir la pobreza y la desigualdad social, aseguraron que continuarán haciendo sinergia a favor de la educación pública de excelencia e incluyente. La ampliación de este tema seguirá el próximo jueves..
Así se observa el mundo desde El Mirador de Heródoto.
*Cronista de la UAZ
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