■ Autoridades no atienden las necesidades y proyectos de vida de este sector, afirma Martell
■ Especialistas deben participar en la elaboración de políticas públicas orientadas a este grupo
Juan Martell Muñoz, docente de la Unidad Académica de Psicología de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), afirmó que los eventos y actividades que se realizaron esta semana para celebrar el Día del Estudiante evidencian que los ven como objeto de consumo, no como ciudadanos, a pesar de que constituyen un sector poblacional con problemáticas particulares.
“Celebrar a los estudiantes de esa manera es válido y forma parte del ocio, la diversión, pero se ve al estudiante como un objeto de consumo, ya no como un ciudadano. El estudiante es mucho más que fiestas y pachangas”, indicó.
Comentó que entre sus alumnos ha conocido casos en los que cotidianamente se enfrentan a diversos problemas, como violencia intrafamiliar, embarazos prematuros, falta de educación alimentaria, sobrepeso y obesidad, alto consumo de alcohol y tabaco, entre otros que requieren atención.
Es decir, entre las autoridades, incluyendo las universitarias, no han trascendido la cosificación del estudiante, y en consecuencia no se atienden las necesidades y proyectos de vida de los jóvenes, según expuso Martell Muñoz.
Cuestionó que en la UAZ, por ejemplo, no se mejore la dieta en los comedores estudiantiles, pero sí se gaste dinero en strippers para celebrar el Día de la Madre y otras actividades poco productivas.
“Gastamos mucho dinero en eso, en deportes semiprofesionales que se supone son representativos de la universidad pero que dejan de lado a los propios deportistas universitarios”, agregó.
Reiteró entonces que las actividades realizadas esta semana, organizadas por los ayuntamientos y dependencias de gobierno son parte de una celebración superficial, con “la profundidad de una cuchara”.
Desde su punto de vista, no se trata de satanizar esas actividades, pero sí de ejercer el gasto de una manera más adecuada o que ello beneficie a los estudiantes para atender algunas de sus problemáticas.
Martell Muñoz reiteró que las autoridades descuidan a los estudiantes y en ocasiones ellos mismos ignoran sus derechos y se enteran de que los tienen cuando tienen problemas por alguna calificación u otras circunstancias.
Concluyó entonces que especialistas en sociología, antropología y otras áreas del conocimiento deben participar en la elaboración de políticas públicas orientadas a los estudiantes y jóvenes, y para ello primero deben ser escuchados y “cambiar la visión cosificada que tenemos del otro, en este caso del alumnado, de los estudiantes, por una visión más comprensiva, más empática, más participativa”.
