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jueves, 28 marzo, 2024
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Académico hace recomendaciones para enfrentar política de Trump

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

■ Persecución de los inmigrantes en sus hogares y trabajos, entre las consecuencias

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■ Importante, un registro sobre la experiencia laboral y las habilidades de los migrantes

La política antimigratoria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, implica la necesidad de fomentar desde México la adquisición de la residencia permanente y la adopción de la ciudadanía en los casos que reúnan los requisitos de ley; levantar un registro sobre la experiencia laboral y las habilidades productivas de los migrantes deportados o de retorno por entidad; crear un programa piloto de educación intercultural y transnacional en todas las entidades de la República, y abrir una cuenta bancaria que permita hacer depósitos en Estados Unidos y retiros en cualquier parte del mundo, esto para evitar el gravamen sobre las remesas.

Miguel Moctezuma Longoria, investigador de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), señaló que durante su campaña electoral, Trump levantó ideológicamente un muro social que separa a nativos de inmigrantes, lo que representa la división social que ya existía y que se venía expresando en políticas de Estado.

Entre las consecuencias que esto puede generar, de las cuales ya hay evidencia, está el bullying escolar que sufren los estudiantes en las escuelas conservadoras, las provocaciones públicas hacia nuestros connacionales, la abierta persecución y aprehensión de los inmigrantes en su trabajo e incluso en sus hogares.

“El clima social ya está enrarecido y va a cambiar tanto que se transformará en mayor exclusión y persecución, no sólo por parte del Estado, sino por la sociedad misma; y esto último es lo que no se puede detener en el corto y mediano plazo. Dijéramos que este es el inicio de un Apartheid como el que se vivió en Sudáfrica. Entonces, desde México, cada quien desde sus responsabilidades, tenemos que prepararnos para un crecimiento de los deportados y retornados, pues no podemos ignorar que existe no solamente toda una infraestructura legal y policiaca para hacer efectivas las deportaciones, sino también un clima social propicio.”, explicó.

En ese sentido, Moctezuma Longoria manifestó que un muro material es incapaz de impedir la interacción cultural entre las sociedades; pero, el muro que ha creado Donald Trump es social; es decir, “es una muralla de odio que avanza separando y enfrentando a inmigrantes con nativos”.

En ese contexto, manifestó la necesidad, en el tema del empoderamiento de los migrantes, de fomentar desde México la adquisición de la residencia permanente y la adopción de la ciudadanía estadounidense en aquellos casos que reúnan los requisitos y llevar a cabo una intensa campaña de cabildeo impulsada por los representantes del país, estados y organizaciones de migrantes con aquellos sectores que demandan de mano de obra mexicana, como lo son los empresarios en la agricultura y los servicios vinculados a la economía étnica de los mexicanos, sobre todos en ciertas zonas rurales y urbanas de Estados Unidos.

Asimismo, sugirió recoger la experiencia que se tuvo con la expedición de la Tarjeta Consular Mexicana que permitió abrir cuentas bancarias y emprender negocios en Estados Unidos por parte de los connacionales en aquel país y revivir los convenios de colaboración entre ciudades fronterizas hermanas entre Estados Unidos y México, cuya integración es difícil de romper, como sucede entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas; Tijuana, Baja California y San Diego, California, etc.

En lo que se refiere a la deportación y retorno de migrantes, Moctezuma Longoria expuso que es importante realizar un registro sobre la experiencia laboral y las habilidades productivas de los migrantes deportados o de retorno por entidad y conducir el registro de sus habilidades laborales hacia su certificación formal, ello con el propósito de contar con un catálogo de opciones laborales que puedan ser ofertadas a las empresas que recién se instalan en México.

También propuso crear un programa piloto de educación intercultural y transnacional en todos los estados del país, para que los menores nacidos en Estados Unidos, hijos de migrantes (binacionales mexicanos), se incorporen a las escuelas públicas. Es decir, un programa donde se conserve el inglés, se aprenda el español, haya espacios de interacción regional entre los estudiantes y se cuente con un amplio intercambio de docentes entre México y Estados Unidos.

Por otra parte, comentó que es necesario impulsar un paquete de pie de casa para los migrantes que retornan al territorio, ya que investigaciones revelan que los migrantes retornados llegan a las viviendas de sus padres.

En lo que respecta a los derechos de los menores, expuso que se debe informar a los inmigrantes que con el encarcelamiento y la deportación a México o Centroamérica pueden ser separados de la custodia de sus hijos y entregar éstos a terceros en calidad de adopción, por lo que es importante autorizar a un familiar para reclamar la custodia.

Por otra parte, Moctezuma Longoria dijo que debe abrirse un debate a nivel internacional sobre el derecho a la protección y cuidado de los niños y niñas, principalmente desde el concepto de justicia social que está implícito en el modelo del Estado liberal. Es decir, mientras que Estados Unidos no firme y suscriba las Convenciones Internacionales no podrá ser obligado invocando el respeto a los derechos de los niños; sin embargo, desde el modelo de Estado liberal al que se sujeta la sociedad norteamericana, es posible invocar la obligatoriedad de la protección que ese Estado tiene sobre las personas, específicamente sobre los menores descendientes de mexicanos, quienes, en términos de justicia plena tienen derecho a recibir protección, cuidado y amor de sus padres.

En lo que se refiere a los envíos y recepción de remesas y la advertencia de Donald Trump de impedirlo o de aplicar un gravamen, informó que cada envío de remesas familiares es de 300 dólares en promedio; entonces, de aprobarse la propuesta del impuesto de Mike Rogers, el resultado podría ser un pago extra de 6 nuevos dólares lo que representa un incremento en su costo de envío de 66.7 por ciento, además del costo actual que ya se paga a las empresas remeseras, el cual oscila entre 8 y 10 dólares.

Cabe señalar que los trabajadores inmigrantes pagan impuestos como cualquier otro asalariado y si ese nuevo gravamen se aplica solamente a los envíos con destino a México, el gobierno estadounidense recibirá por ese concepto un promedio de 600 millones de dólares.

Como alternativa, concluyó Moctezuma Longoria, se requiere bancarizar a los migrantes y la senda a seguir es abrir una cuenta bancaria que permita hacer depósitos en Estados Unidos y retiros en cualquier parte del mundo. El otro camino es más simple, hacer depósitos de una cuenta bancaria en Estados unidos a otra cuenta bancaria en México. Ante la eventualidad de la reducción de las remesas en la entidad, es también importante recomendar el ahorro como una medida de prevención ante dificultades en el envío recepción.

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