Editorial Gualdreño 666
Alberto Huerta nació en Zacatecas, Zac., el 13 enero de 1945. Fue coordinador del Taller Universitario de Teatro Carlos Ancira de la Universidad Autónoma de Zacatecas por más de 30 años. Obtuvo el Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí 1977, por Ojalá estuvieras aquí. Participó en diversas antologías: Jaula de palabras, prólogo y Selección de Gustavo Sainz, Grijalbo, 1981. Ritos de Iniciación, una antología de cuentos de adolescencia, Selecc. de Gustavo Sainz y Alejandra Luiselli. 13 Rojo, Antología contemporánea de escritores y poetas del Partido Comunista Mexicano, compilación y prólogo de Gonzalo Martré, Arte y Literatura, La Habana, Cuba, 1983. Entre el silencio y la estridencia. La protesta literaria del 68, prólogo, selección y notas de Ivonne Gutiérrez, colección la Torre Inclinada, 1989. Itinerario inicial. La joven narrativa de México, introducción y selección de Roberto Bravo, Universidad Autónoma de Chiapas, Colección Maciel, 1984. Memoria de la palabra, compilación de Mario Muñoz, UNAM-INBA, Textos de Difusión Cultural, 1994. Zacatecas cielo cruel tierra colorada, poesía, narrativa, ensayo y teatro; selección, prólogo y notas de Severino Salazar, Conaculta, 1994. Cuento: 6×3=18 (colectivo), Extemporáneos, 1977. Declaro sin escrúpulos (colectivo), UNAM, Punto de Partida, 1977. Ojalá estuvieras aquí, Joaquín Mortiz, 1978. 13 rojo (colectivo), Fondo de Cultura Popular, 1978. Buenas noches, todo está bien (colectivo), La Cocina, 1980. Domingo y otros textos, Casa de la Cultura Enrique Ramírez y Ramírez / Delegación Venustiano, colección Práctica de vuelo, Carranza, 1982. La mirada, Ayuntamiento de Zacatecas, 1985. Torito no murió en la vecindad (con Alejandro García y David Huerta), Colección septiembre 19, Voluntariado del Congreso del Estado de Aguascalientes, 1986. Almohadón de vientos, Premiá, El Pez Soluble, 1987. Block de notas, Joaquín Mortiz, Serie del Volador, 1989. La prosa de la revista Cartapacios (colectivo), SEP, colección Piedra de Toque, 1992. Mírame a los ojos (en colaboración con Pilar Alba), Crónica Municipal de Zacatecas, IZC, serie Roberto Ramos Dávila, 2001. ¡Chamán! ¡Chamán!, Ediciones de Botella, colección En la barra, Zacatecas, 2005. Cuarteto, Ediciones SPAUAZ, colección Cuadernos del quinto patio, Zacatecas, 2005. Vendrá la muerte y tendrá tus ojos, El Sol de Zacatecas, colección La Soldadera, Zacatecas, 2006. Suave que me estás matando, Centro de Arte y Nuevas Tecnologías ediciones, 2006. El aliento amoroso de la nada, Ediciones de Medianoche / Universidad Autónoma de Zacatecas, 2010. Novela: Motel Paraíso, Conaculta, Tierra Adentro, 1980. Teatro: Ciego amor, Casa de la Cultura del Estado de México, 1974. ¡El tren, que viene el tren!, Ediciones de Medianoche / Universidad Autónoma de Zacatecas, 2011.
Alberto Huerta colaboró en La Gualdra desde el año 2013, con un cuento semanal que apareció publicado ininterrumpidamente, hasta el mes de mayo de 2019. Un día dejó de escribir los cuentos que nos mandaba, dejó también de venir a Zacatecas -como lo hacía cada semana- y decidió que no quería que lo viera nadie más. Pensamos al inicio que era un retiro pasajero y le mandamos muchos mensajes que no respondió. Algunos de sus amigos y alumnos de su taller, fueron a buscarlo a su casa de Jerez, pero regresaron a casa sin haberlo visto; Ester dice que Annick Morisse -su comadre- corrió con mejor suerte y un día la recibió. Teníamos noticias esporádicamente de él, porque alguien contactaba a alguno de sus hijos y mandaba decir que estaba bien, pero que no quería ver a nadie.
El 13 de enero de este año cumplió 80 años y Joseangel Rendón junto con Bernardo Araujo idearon un homenaje que fue transmitido en Facebook para que pudiera verlo desde su encierro voluntario; su hija Amaranta mandó decir que lo vio y que estuvo muy contento. Ojalá que así haya sido para que constatara lo mucho que lo apreciábamos en Zacatecas.
El 22 de abril Joseangel me notificó que Alberto Huerta había fallecido en la madrugada y que lo velarían en Jerez. Llegamos a medio día Ester Cárdenas, Alfonso López Monreal, Juan Carlos Villegas y yo para despedirnos de él y presentar nuestras condolencias a su familia. Huerta dijo en 2019 que no quería ver a nadie y que nadie lo volviera a ver y lo cumplió. Cuando llegamos al velatorio ubicado justo al lado del Teatro Hinojosa sólo estaba una urna en medio de flores blancas, lo habían cremado casi inmediatamente después de su muerte cumpliendo su última voluntad.
Lo quisimos mucho y sé que, a su manera, nos quería. Zacatecas pierde con su partida a uno de los artistas más grandes. Sé, también, que en el fondo él lo sabía. Va este número 666 de La Gualdra, dedicado a él.
Descansa en paz, Alberto Huerta, gracias por tus enseñanzas. Nuestras condolencias a su familia.
Jánea Estrada Lazarín
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