Con la mayor objetividad posible se relatan a continuación algunos aspectos de los procesos de Huelga de 1983 y 1988. Es de reconocer que pueden coincidir o no, con el punto de vista de los protagonistas de los hechos históricos. El 19 de marzo 1983 se levanta la huelga que había estallado el Sindicato del Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (SPAUAZ), -en opinión de un sector de los agremiados, un levantamiento absurdamente incondicional-.
Esta fue una huelga que combativamente se sostuvo durante 32 días, por lo que su cese dejó en la más absoluta indefinición las demandas centrales por las que había estallado la huelga, situación que se dio a pesar de que 12 de las 19 delegaciones se habían manifestado por continuar con la huelga, hasta en tanto sesionara el Honorable Consejo Universitario (HCU) – lo que ocurrió tres días hábiles después–, definiendo una posición favorable a la demanda de nivelación dentro de los marcos de la autonomía.
Posteriormente al estallamiento de la huelga del SPAUAZ, el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Zacatecas (STUAZ) se negó a estallar la huelga por solidaridad e impidió el desarrollo de las actividades administrativas que se requerían para elaborar la documentación necesaria en las negociaciones de la nivelación ante la Secretaria de Educación Pública (SEP) en la Ciudad de México; además negando la solidaridad en la marcha del primero de marzo y aprovechando oportunistamente el mitin del 25 de febrero sostuvieron posiciones políticas que nada tenían que ver con la solidaridad al SPAUAZ y la huelga.
La disputa sobre el levantamiento o no de la huelga, tenía que ver con el hecho de que para un sector del SPAUAZ era fundamental la nivelación, la que se realizaría tomando como referente a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), sobre la base de los mismos niveles académicos y criterios de antigüedad que se aplicaban en el tabulador de esa Institución, dado el impacto que tendría en la precepción salarial y las prestaciones, y que por lo tanto, su planteamiento y solución implicaban el mayor beneficio de los profesores. Para otro sector del sindicato el otorgamiento del fraccionamiento universitario y el ingreso a la tienda del ISSSTE eran razones suficientes para el levantamiento de la huelga.
Durante todo el proceso de huelga, la tendencia de los gobiernos Estatal y Federal fue provocar el desgaste del SPAUAZ, tardando 21 días (del 15 de febrero al 7 de marzo) para dar una respuesta negativa a la nivelación. El Gobernador del Estado contribuyó a esa situación, el ofrecimiento de tramitar ante la SEP la nivelación sólo le era posible hasta después de una semana de actividades oficiales (4 al 11 de marzo). A su regreso, en la última entrevista, expresó que no había solución. La Rectoría, ante la persistencia de la lucha por un sector de profesores, se negó dentro de los marcos de la autonomía universitaria a realizar un ofrecimiento concreto de inicio de la nivelación, su único ofrecimiento fue reunir al HCU para que este decidiera.
La Huelga del SPAUAZ de 1988, fue una de las más politizadas en la corta historia del Sindicato. Se realizaron dos marchas, un plantón, tres conferencias de prensa de manera conjunta con el STUAZ, 15 entrevistas periodísticas, 12 entrevistas radiofónicas, la emisión de 20 mil hojas de boletines, volantes, carteles, la publicación de desplegados, cintillas y spots, cinco Asambleas Generales y múltiples asambleas del Comité de Huelga y Delegacionales, guardias permanentes y la entrevista con las Autoridades de la Secretaría de Educación Pública acompañado de las Autoridades del Estado y la Universidad.
Ante la opinión pública predominó el reclamo de un derecho y el cumplimiento de una obligación con el ejercicio de la huelga, a la valoración del trabajo académico y del papel de la educación superior y en general al fortalecimiento de la educación a través de la asignación de recursos económicos suficientes, trato igual con el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), en términos salariales y con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la asignación del presupuesto. La huelga fue un recurso de protesta ante la política económica y como forma de reclamo de mayores salarios para los trabajadores en general y para los académicos en particular.
La Huelga se caracterizó entre otras cosas por un incuestionable incremento en la participación de los maestros afiliados al SPAUAZ, principalmente en la asistencia a las guardias, por una concientización interna y la coincidencia en movilizaciones públicas con otras organizaciones y en particular con el STUAZ. Todas ellas enmarcadas en un ambiente de disponibilidad, respeto y tolerancia, condiciones que permitieron el establecimiento de relaciones sólidas entre universitarios, independientemente de las diferencias políticas.
Las conquistas económicas, evidentemente insatisfactorias a excepción del STUNAM, fueron de las mejores obtenidas por los sindicatos universitarios. Uno de los logros importantes, en términos políticos, conjuntamente con los demás sindicatos, fue romper el tope salarial del 20% impuesto a través del Pacto de Solidaridad Económico (PSE), llevándolo a 24%.
El Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM), las escuelas superiores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Asociación Autónoma del Personal Académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (AAPAUNAM), lograron un aumento del 29%, pero para ellos tuvo efectos a partir del primero de febrero y para el SPAUAZ a partir del primero de enero; además, para ellos hubo retención del 50% de los salarios caídos, al SPAUAZ se le pagó el 100%. Además, se clarificó la base del bono del 5.7% que en lo sucesivo sería pagado a todos los profesores en base a su salario del mes de diciembre.
En opinión de los sindicalizados, la huelga fue un proceso educativo, desde la elaboración del pliego petitorio y las pláticas de negociación, ya que fueron ventilados y conocidos muchos de los temas sindicales que tenían relación con los derechos, obligaciones y facultades gremiales. Es decir, el proceso no solamente sirvió para manifestar la potencialidad del Sindicato y motivar la participación y concientización sindical, también valió como radiografía de muchos de los problemas medulares de la organización interna. Cuestionando más que nunca los Estatutos, particularmente en los aspectos de organización y representación.
El Comité de Huelga integrado por 75 personas sólo tuvo una asistencia regular de 30, de los cuáles aproximadamente 15 eran delegados recién electos, lo que aunado a la forma de discusión tradicional que imperó, ponía en entre dicho que el Comité de Huelga fuera el conductor del proceso. Otro de los problemas que emergieron fue la emisión de información oportuna y confiable hacia las Delegaciones; problema derivado no de la capacidad técnica para su reproducción, sino del grave problema que significó la diseminación de interpretaciones contrapuestas que prevalecieron en forma permanente.
Fue en las Delegaciones y en la asistencia a las Asambleas generales donde se reflejó el incremento en la participación de los agremiados, gracias a los Comités Delegacionales y la respuesta individual voluntaria y a la fluidez en la conducción de las asambleas (concluidas en tiempo máximo de 2.5 horas). Para muchos resultó incomprensible la evaluación continua de las condiciones de la huelga e incluso se llegó a calificar de vende – huelgas a los que pronosticaron en cierto momento que se habían alcanzado las máximas conquistas. Al final del proceso, la realidad mostró que efectivamente se habían obtenido las máximas conquistas a nivel nacional.
El SPAUAZ es el resultado de una lucha permanente por parte de sus fundadores, los que con un espíritu de solidaridad, consistencia y tenacidad lograron su reconocimiento por parte de la Autoridades Universitarias, lo que las viejas generaciones no deben olvidar y las nuevas tomarlo en cuenta antes de atentar en su contra.
Se parte de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia (LUMAT). Informes:
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1Docente Investigador de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia. LUMAT