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martes, 16 abril, 2024
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Grupos políticos al interior de la UAZ sólo son diferentes en “matices”, aseveran académicos

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

■ Conducción hegemónica de ABCD y sus escisiones, causa de la crisis actual: Alberto Vélez

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■ Necesaria, una coalición mayoritaria que permita un proceso electoral tranquilo: Guzmán

Los proyectos que abanderan los diversos grupos políticos y aspirantes a la Rectoría de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), rumbo al proceso electoral del próximo año, son similares y sólo son diferentes en “matices”, afirmaron Antonio Guzmán Fernández y Marco Antonio Torres Inguanzo, mientras que Alberto Vélez Rodríguez señaló que la conducción hegemónica del grupo ABCD y sus escisiones, durante 15 años, han provocado la crisis actual.

No obstante, el ex dirigente sindical, Antonio Guzmán Fernández, afirmó que “en los planteamientos de los tres no hay diferencias y sólo cambia en algunos matices, en cómo se va a enfrentar el proyecto tanto en lo financiero, lo académico y lo administrativo”.

En el tema del proceso electoral que se avecina en la Universidad, dijo que la coyuntura marca la pauta y por tal motivo fue posible una alianza entre el Grupo Universidad y Renacimiento Universitario.

En el año 2000, recordó, hubo un acuerdo entre la expresión Unidad en la Diversidad, encabezada por Rogelio Cárdenas, y el Grupo Universidad abanderado por Alfredo Femat, para que ocuparan la rectoría y la secretaría general, respectivamente.

En 2012 se presentó una ruptura en el grupo hegemónico y el ex rector Francisco Javier Domínguez asumió la postura de impulsar a Armando Silva Cháirez, por lo que la idea de que una sola expresión ha mantenido la conducción de la UAZ, es simplista.

La consecuencia de esa ruptura “es que todos perdimos, hasta el que ganó”, motivo por el que es necesario conformar una coalición mayoritaria que permita realizar un proceso electoral de forma tranquila y después convocar a atender el problema, según comentó Guzmán Fernández.

Vélez Rodríguez, por su parte, comentó respecto al proceso electoral en la Universidad, que no hay alianza entre Grupo Universidad y Renacimiento, pues “son los mismos” que en su momento se denominaron ABCD. En ese sentido, indicó que la expresión Cambio Universitario mantiene la postura de no apoyar ese grupo “porque no ha hecho nada, y al contrario, se agravó”.

“De 1992 a la fecha, el grupo ABCD es el que ha gobernado la Universidad y no han hecho nada por generar fondos que atiendan el problema de las jubilaciones. No conformes con eso, en el periodo de Domínguez se generó el problema con el ISSSTE al no enterar las cuotas de seguridad social e incrementando el personal académico sin presupuesto, con la consigna retrógrada que el gobierno tiene la responsabilidad de pagar todo”.

En el programa Synergia, conducido por Raymundo Cárdenas Vargas, pidió a Guzmán Fernández que su grupo “dé muestras de visos de cambio”, pues el Grupo Universidad administra el sindicato y “no ha cambiado para creer en él, no hay cultura de rendición de cuentas como ocurre con la asignación de 2 mil 800 horas”.

Torres Inguanzo expuso que en la gestión de Rogelio Cárdenas, Alfredo Femat y Francisco Javier Domínguez hubo la capacidad para resolver las crisis en turno, pero en este momento la situación se ha empantanado debido a que los grupos políticos fueron desalojados de la conducción y de posicionó “una nata burocrática que se independizó de los grupos y adquirió su propia lógica de reproducción”.

Sobre la crisis institucional de la UAZ, Guzmán Fernández señaló que el problema reside en que no se ha planteado una estrategia institucional para enfrentar la situación y por otra parte, el compromiso de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de apoyar a la UAZ a salir de la crisis, no se cumplió.

“No sé si sea falta de capacidad de la misma administración que dejó muchas cosas por hacer, o nunca se encontraron los canales efectivos para hacer el planteamiento, pero el presupuesto es el mismo irreductible, el índice inflacionario, y las condiciones para el año que entra van a estar muy difíciles”.

En ese contexto, dijo que el proceso electoral no necesariamente debe tener in impacto negativo en la crisis institucional, pero para eso deberá haber reglas y criterios claros. “Lo complicado va a ser cómo enfrentar el año, porque al iniciar el siguiente periodo rectoral habrá una deuda con el ISSSTE de 2 mil 400 millones de pesos y un déficit estructural de 300 millones de pesos, además de deudas con bancos, proveedores”.

Ante esa situación, manifestó  que los universitarios deben preocuparse y no pensar que de alguna forma siempre les van a pagar o se va a resolver, porque la deuda “es un cuchillo que entra cada vez más y cuando queramos movernos, será tarde”.

Guzmán Fernández recordó que ese tema fue debatido en el Sindicato de Personal Académico (Spauaz), mientras ocupó la secretaría general, debido a que no había ni hay espacios universitarios donde pudiera analizarse el problema, incluyendo el Consejo Universitario que fue “secuestrado”.

Además, afirmó que los trabajadores de la UAZ son quienes han pagado las crisis de la institución. En 1991, se presentó el problema de la jubilación dinámica y todo aquel que ingresó después de ese año lo hizo bajo el esquema de la Ley del ISSSTE. Luego en 2005 se modificó el Contrato Colectivo y finalmente en 2007 se instauran las cuentas individuales.

Vélez Rodríguez dijo que el panorama de la institución en los próximos años es preocupante por la situación de desfinanciamiento, pues en el presupuesto ordinario o extraordinario no hay partidas dirigidas a atender el costo económico de las jubilaciones, tema que “a la fecha no se ha hecho nada”.

Otra fuente de desfinanciamiento es el adeudo con el ISSSTE, pues desde hace tres años la administración central no ha aportado las cuotas de seguridad social y no hay la expectativa que lo hagan., además que “llevamos dos huelgas donde esa ha sido la bandera y sin embargo no hemos caminado un solo paso”.

El motivo por el cual no se realiza la aportación de las cuotas de los universitarios al ISSSTE, es porque hubo un crecimiento desmedido de la institución que no se ha querido analizar, de manera que la consecuencia es agravar el problema del desfinanciamiento.

“También tenemos administraciones de la Universidad que se han distinguido en no respetar las normas internas tanto para la aprobación de los ingresos como para su ejercicio. Al no haber respeto por la norma, hay un cúmulo de procesos de corrupción que generan un desorden”.

Desde su punto de vista, un proyecto que se vincule con los ámbitos del desarrollo no resuelve los problemas que se refieren al desfinanciamiento y de ello no depende que se atienda el problema de las jubilaciones y el adeudo con el ISSSTE.

Vélez Rodríguez dijo estar de acuerdo en que el gobierno federal y estatal otorgue más recursos a la Universidad, pero también al interior es necesario atender asuntos como las pensiones y los consecuentes pasivos laborales.

Por último, Torres Inguanzo coincidió en que no hay bolsas de donde obtener recursos, a pesar de que el Gobierno Federal aumentó el presupuesto del Instituto Nacional Electoral en más de 15 mil millones de pesos y salarios estratosféricos, mientras que a la Secretaría de la Defensa Nacional y a la Marina de México también les favorecieron con mayor subsidio para el próximo año.

Por el contrario, a la educación y a las universidades les han mantenido el mismo presupuesto, pero además, los recursos extraordinarios han disminuido a pesar de que ese concepto es muy importante para que esas instituciones realicen actividades importantes.

“Esta universidad requiere pasar de mil 400 a cuando menos 2 mil 100 millones de pesos, lo que significa un 50 por ciento más, ello sin incluir ingresos propios, porque ese es otro problema que tenemos que resolver ¿Cómo hacer para conseguir más recursos sin comprometer los contratos colectivos? Esa es la pregunta que debemos hacer y que requiere de un poder de negociación enorme”.

Sugirió que la Universidad construya un proyecto vinculado al desarrollo delestado, en el que demuestre, a partir de su modelo académico, que impactará en el crecimiento económico y social. Ello significaría un aumento de recursos para la institución.

Torres Inguanzo propuso la reconstrucción

de los mecanismos de conducción al interior de la institución, y para ello se requiere establecer reglas que permitan reactivar los órganos colegiados. Un organismo ideal sería “la Rectoría-Gabinete”, un esquema en la que la responsabilidad no recae la responsabilidad en una persona, sino en el Consejo Universitario.

“Lo que tenemos que hacer es negociar con Hacienda, pero para eso hay que meter orden administrativo y tener unidad interna a partir de un proyecto que nos de identidad. Por eso el tema del proyecto universitario es fundamental para subir el poder de negociación”.

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