Hugo “N”, docente de la Unidad Académica de Secundaria en la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ) y funcionario de la Comisión Mixta de Admisión Adscripción y Promoción UAZ-SPAUAZ, fue vinculado a proceso el pasado 5 de julio por el delito de hostigamiento, sin embargo, aún no ha recibido sanción por las autoridades universitarias, denuncia el Grupo de Acompañamiento a las Mujeres de la Comunidad Universitaria.
A pesar de estar vinculado a proceso, Hugo «N» sigue en funciones en la BUAZ, tanto en su puesto administrativo como docente, aun cuando la Universidad tiene conocimiento de las conductas de este trabajador desde el 2022, señala Verónica Aguilar Vázquez, integrante del grupo de Acompañamiento.
Detalla que, desde que se interpuso la denuncia ante la Fiscalía y la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ), se pidió que Hugo «N» fuera retirado de su puesto mientras se investigaba el caso, pero las autoridades universitarias no actuaron bajo el argumento de no violar el Derecho de Presunción de Inocencia.
En cambio, la denunciante sí fue retirada de su espacio de trabajo, cuando la Universidad fue notificada de que debía tomar medidas para que no compartiera espacio con el denunciado; esta situación violentó el Principio de Máxima Veracidad de la Víctima, colocándola como mentirosa, describe la abogada.
“El funcionario no ha sido rescindido, ni siquiera retirado de su cargo. Siguen Protegiendo agresores, como lo hicieron con el docente de Nutrición que fue vinculado a proceso por abuso sexual, como lo hicieron con el docente de Estudios Nucleares que fue vinculado a proceso por el delito de Atentados contra la Integridad Sexual, y con el profesor de Psicología al que se emitió una recomendación con rescisión contractual por violencia docente que impactó en la integridad psicoemocional de las denunciantes”, acusó Vázquez Aguilar.
Ahora que la CDHEZ ha recomendado la rescisión contractual de Hugo “N”, el grupo de universitarias exige que las autoridades actúen de acuerdo a la Declaratoria de Cero Tolerancia a la Violencia, pues consideran que las acciones de la Universidad han perpetuado un entorno en el que los agresores no enfrentan consecuencias significativas, lo cual entra en directa contradicción con su deber de garantizar espacios seguros y libres de violencia.