La sugestiva y provocadora editorial de este periódico bajo el título “¿Y la calidad educativa?”, del pasado lunes, el día de San Marcos, ha despertado mi interés por escribir estos apuntes sobre el movimiento social en el que participé hace algunos ayeres.
El Movimiento Democrático del Magisterio de Zacatecas, MDMZ por sus siglas se da a conocer en las jornadas de la movilización nacional en la primavera de 1989. Había surgido el año anterior, en un aula del antiguo edificio de la Preparatoria 3 de la UAZ en Fresnillo, allí concurrieron un puñado de activistas interesados en luchar por la democracia sindical del SNTE y la lucha por el aumento salarial. Eran los años negros y duros del charrismo con sus listas negras, castigos y vetos para los disidentes. La época del cacicazgo jongitudinista y de la simbiosis SEP-SNTE. A esa reunión fundacional acudieron profesores que desde 15 años atrás por lo menos, venían picando piedra en organizaciones que por lo pequeño parecieran testimoniales, como la COSID trotskista, “Caminemos” de corte maoísta populista y del MRM, correa de transmisión del PCM y apéndice a la vez de la organización fundada por Othón Salazar. Este último grupo era la que tenía los cuadros más antiguos y educados políticamente, pues a su participación en las delegaciones sindicales sumaban su militancia en el partido de la hoz y el martillo. Resta agregar que el cuadro más destacado y fogueado era el malogrado Armando Cruz Palomino. La frialdad para pensar y lo analítico de sus argumentos le daban la ventaja sobre sus pares. Cuando emergió la insurgencia magisterial en el 89 se perfilaba para ser diputado de representación proporcional por el PMS, a la par fue el líder de los 17 que se anexaron al Comité de la Sección 34 tras el referéndum revocatorio que perdieron los democráticos. Estos rasgos de su personalidad aunados a su trayectoria política y consecuencia en las luchas sociales hicieron que se pusiera a la cabeza de las movilizaciones magisteriales más importantes que registra la historia en Zacatecas. Y sin embargo el MDMZ ni logró la democracia sindical ni triunfó en su lucha del 100 por ciento de aumento salarial. Palomino murió en un accidente carretero estúpido y los maestros democráticos pareciera que se hubieran quedado huérfanos. Lo que vino con el monrealazo y el monrelismo fue la desbandada y la división. No pocos pensamos que el acólito del Santo Niño de Plateros había cooptado y hasta dividido al movimiento. Con el monrealismo hacho poder devino el debilitamiento del MDMZ. El núcleo duro que se conserva y los que se han ido agregando sobrevive aliado a otras organizaciones con las que sale a la calle a manifestarse en coyunturas específicas. Su valor parece ser testimonial.
Las expectativas que impulsó el movimiento con sus demandas no se cumplieron. El Estado respondió con la re funcionalización del aparato sindical y los aumentos graduales al salario, amén de los instrumentos mediatizadores como carrera magisterial que con su acendrado espíritu cristiano de convocar a evaluarse a muchos pero premiar económicamente a pocos, vino a dividir más y enfrentar a los maestros, fomentando además el individualismo egoísta. La Reforma Educativa que arranca en 2013 con su política de shock que castiga a los maestros cuando no son idóneos o resultan insuficientes en las evaluaciones, vino a completar el cuadro del inmovilismo magisterial mayoritariamente hablando. Contra la reforma se oponen y resisten sin lograr echarla abajo hasta ahora las secciones consolidadas del Sur enclavadas en el México profundo.
Sostiene la editorial referida que la participación en las elecciones vino a debilitar la lucha y combatividad de los maestros disidentes y que ni siquiera con el encarcelamiento de Elba Esther Gordillo y el debilitamiento del SNTE se ha sacudido la modorra el MDMZ al grado de no tener alternativas a la Reforma educativa del Peñato, ni incidencia importante en la Sección 34. En la actualidad, la lucha y la protesta se reducen al rechazo por su carácter laboral punitivo. Pero el abandono y rezago escolar son más que evidentes y si bien no son los maestros los culpables de la crisis educativa puesto que no son autónomos y no hacen sino acatar lo que les indican las autoridades, podrían con su experiencia y preparación hacer propuestas pedagógicas para mejorar la educación. Que les hagan caso o no, es otra cosa.
Los nuevos tiempos están marcados por la instrumentación de una reforma educativa que se distingue por su política de shock contra los maestros. A la vez que busca apartar a los disidentes y a los renuentes a no evaluarse, al separarlos del servicio libera plazas y con ello libera presupuesto. Se ahorra recursos, pues las bajas son suplidas con interinos que representan un menor gasto. Punitiva y burocrática, pero también racional, son los signos de la Reforma Educativa actual. Hasta la fecha es más laboral que educativa, Se ha propuesto comenzar por depurar al magisterio y hacer un lado a los que no resultan idóneos y a los que son evaluados como insuficientes. En esta limpia no caben en el SEM los que se oponen y los que lo combaten. El enemigo a vencer de la Reforma no es el SNTE a quien ha hecho su aliado, sino la rijosa CNTE. ¿Qué hacer?
¿Qué le queda hacer a los maestros disidentes y democráticos medio organizados? Trascender el espontaneismo y el voluntarismo del que no han salido, rasgos con la que nació el MDMZ. Quizá ser más tolerantes e incluyentes con sus hermanos adversarios para lograr sumar más. Discutir y darse un proyecto político sindical sigue siendo una necesidad imperiosa. Pero también está obligado a contribuir a aportar ideas para una propuesta de modelo educativo. No basta con oponerse y criticar a la actual RE y su carácter punitivo. Se debe ir más allá.
El domingo se firmó un compromiso contra la RE con Obrador y el monrealismo, sujeto a cumplirse si los candidatos de Morena triunfan en las elecciones. Con el agravante de que los cambios constitucionales requieren de mayorías calificadas entre los legisladores. No basta con alcanzar el triunfo con una simple mayoría simple que de tan simple puede ser relativa al grado que descanse en un tercio de los votos.
A esta firma acudieron profesores simpatizantes del monrealismo y de López Obrador. Lo hicieron sin la convocatoria de la dirigencia del MDMZ quien por su parte no vio bien el gesto y se deslindó de la firma. Algo parecido ocurrió en Oaxaca. Pero los maestros como ciudadanos son libres de reunirse y acordar lo que quieran y con quien quieran. Por otra parte si los firmantes se siguen reivindicando del MDMZ, las organizaciones y movimientos sociales son por su naturaleza plurales y están más allá del pensamiento único y de las verdades absolutas. ■