Trastorno Afectivo Estacional (TAE) es el término que se da al estado temporal que surge en el periodo otoño-invierno debido a que los días son más cortos y con menos cantidad de luz solar, lo que puede desencadenar un cambio químico en el cerebro que provoca tristeza, cansancio, sueño o insomnio.
Jesús Correa Venegas, director de la Unidad Académica de Psicología de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), dijo a La Jornada Zacatecas que dicho estado, además de ser provocado por las condiciones climáticas, también es causado por la imposición social que obliga a cumplir con los “requisitos” que impone el sistema capitalista, es decir, basar estas fechas festivas en “comprar y producir”.
“Tiene como principales características la tristeza, la disminución de capacidad de goce, es decir, cuando antes lo disfrutábamos mucho ahora ya no es igual; la pérdida de interés y motivación por actividades cotidianas, alteraciones en el sueño, entre otras”.
Otro de los síntomas más frecuentes y destacables es el sentimiento de culpabilidad “pues ya se está terminando el año y es un tiempo para recapacitar en lo que se hizo y en lo que se viene, por lo que se tiende a pensar en lo que no se pudo realizar”, mencionó.
No existe alguna
forma conocida de
prevenir el TAE, pero
sí se pueden controlar
los síntomas
Asimismo, recalcó que, particularmente en Zacatecas, uno de los factores que han influido en este trastorno es la inseguridad que aqueja al estado “pues nuestro pensamiento va dirigido hacia esas cuestiones donde no tenemos la seguridad que debemos tener como un derecho propio”.
Al conjuntar todos los elementos ya mencionados “es imposible no estar en una condición que nos lleve a situaciones con sentimientos negativos”.
No existe ninguna forma conocida de prevenir el desarrollo de un Trastorno Afectivo Estacional, sin embargo, “si tomas medidas con anticipación para controlar los síntomas, quizá puedas evitar que empeoren con el tiempo, dado que es posible anticiparse a la época del año en la que aparecen; quizá puedas evitar cambios graves en tu estado de ánimo, apetito y niveles de energía”, dijo.
Explicó que existe una manera de tratar dicho padecimiento, que es convivir en espacios más iluminados naturalmente, así como no aislarse de la sociedad, llevar una dieta equilibrada y hacer actividades físicas; sobre todo, al detectar estos síntomas, lo primordial es acudir a atención psicológica.
Correa Venegas finalizó informando que la Unidad Académica de Psicología de la BUAZ presta servicios telefónicos gratuitos, brindando atención a la ciudadanía que lo necesite.
