23.6 C
Zacatecas
miércoles, 14 mayo, 2025
spot_img

El amor gana

Más Leídas

- Publicidad -

Por: LUCÍA MEDINA SUÁREZ DEL REAL •

Las redes sociales se llenaron de arcoíris el pasado fin de semana. Miles de personas pintaron de colores su foto de perfil, con la aplicación que Facebook diseñó para celebrar que la Corte Suprema de Estados Unidos permitiera los matrimonios entre personas del mismo sexo.

- Publicidad -

Cuesta creer lo distinto que era el mundo hace poco más de medio siglo, cuando había países donde por ley los blancos y negros caminaban por aceras contrarias, o cuando los afroamericanos debían ceder su asiento en el autobús a la gente de raza blanca.

Hace apenas 50 años en Estados Unidos eran ilegales los “actos homosexuales”, en la televisión transmitían campañas para detectar los “síntomas” de homosexualidad, y podía negárseles habitaciones en hoteles a quienes no parecían heterosexuales.

Las redadas policiales a bares gay eran el pan de cada día. Llegaba la policía, desalojaba a los clientes, pedían identificaciones, y si encontraban pretexto, detenía, lo cual podía significar aparecer en la prensa del día siguiente con nombre completo y dirección.

Sin embargo, el 28 de junio de 1969 la resistencia a la redada al bar Stonwall Inn produjo los disturbios en los que espontáneamente surgió el “gay power”, naciendo también con ello lo que hoy conocemos como la Marcha del orgullo gay, celebración que este año coincidió con la noticia de que Estados Unidos instauraba el matrimonio igualitario.

Ciertamente no es el primer país en hacerlo, es incluso el número veintitrés luego de que lo permitieran: Canadá, Brasil, Uruguay, Argentina, Portugal, España, Islandia, Irlanda, Escocia, Inglaterra, Holanda, Bélgica, Francia, Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Eslovenia y hasta Sudáfrica. Pero la importancia política de Estados Unidos ha hecho que la noticia tenga mayor resonancia, al menos en nuestro contexto.

La decisión recibió buena acogida. Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de Naciones Unidas, celebró el hecho como “un gran paso adelante para los derechos humanos”. Leonardo Di Caprio, Ricky Martin, Thalía, Paulina Rubio, Ellen DeGeneres, Ellen Page, el documentalista Michael Moore, la escritora J.K. Rowling, etcétera, festejaron en sus redes sociales la instauración del matrimonio igualitario, lo que dará acceso a beneficios legales, fiscales y de seguridad social, a parejas del mismo sexo que pagan tantos impuestos como los heterosexuales a pesar de tener menos derechos que éstos.

Por otro lado La Casa Blanca, el Empire State, el ángel de la independencia, y las cataratas del Niágara y hasta la cuenta de twitter de la presidencia de México lucieron iluminadas con los colores de la bandera gay en celebración de la diversidad.

La frase con la que se recordará ese día histórico la puso Barack Obama, quien celebró la decisión de la Corte suprema diciendo: #LoveWins (El amor gana)

Por su parte, la precandidata a presidenta de Estados Unidos, Hillary Clinton, se manifestó siempre en contra del matrimonio igualitario, pero en estos días se unió a la celebración diciendo que su visión del asunto había “evolucionado”. Algo habrá leído en encuestas y estudios de opinión que ayudaron a eso. Parece que la discriminación ya no es lo políticamente correcto.

En México, días antes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación eliminó la prohibición de matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país, sin embargo, eso no se traduce directamente en la posibilidad de casarse sin más trámite que el que hacen parejas heterosexuales.

Estamos lejos de ello. México tiene el segundo lugar mundial entre los países con crímenes por homofobia de acuerdo a un estudio realizado por la organización civil Letra S Sida, Cultura y Vida Cotidiana.

Es de esperarse que pronto se recrudezca la permanente campaña de odio y discriminación que enarbolan quienes dicen hablar a nombre del que enseñó amar al prójimo. Con sus excepciones, como la de don Raúl Vera, Obispo de Saltillo que ha hecho grandes esfuerzos para combatir la homofobia.

Abundarán los que, como el canciller de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Fernando Ovalle González, diga que la homosexualidad es un “trastorno psicológico”. Ojalá los conocedores de la salud mental sepan desmentir estas afirmaciones. (Vaya mi granito de arena en este enlace: http://www.eldinamo.cl/blog/hijos-de-padres-del-mismo-sexo-estudios-empiricos-de-los-ultimos-50-anos/  )

Escucharemos también discursos de familia y valores. Dirán que los diferentes son bienvenidos, mientras no sean quienes son, mientras no ejerzan.  Será su derecho, libres son de creer en lo que mejor les plazca, pero ese derecho es también para los demás y habrá que respetarlo.

Los matrimonios civiles no pueden estar sometidos a los preceptos de ninguna religión por numerosa que sea o haya sido.

Esperemos que a ello el “Gay power” responda como hasta ahora lo ha hecho, al grito de “preparen, apunten, besos”. Después de todo, como dijo Obama, el amor gana.■

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -