Maximilian Murck, coordinador del Programa de Identificación Humana del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en México, fue invitado a participar en el programa “4 ejes” del Sistema Zacatecano de Radio y Televisión.
Durante su intervención, presentó una visión detallada y profunda sobre los esfuerzos nacionales e internacionales para abordar el problema de las personas desaparecidas en el país, con un énfasis particular en la situación en Zacatecas.
Murck comenzó su intervención contextualizando la alarmante situación en México, destacando que más de 120,000 personas han sido oficialmente registradas como desaparecidas, según el Registro Nacional.
A esto se suma un número igualmente escalofriante de más de 50,000 cuerpos no identificados, almacenados en servicios periciales y fosas comunes de todo el país.
Este panorama subraya una dura realidad: muchas de las personas desaparecidas ya han fallecido, pero sus identidades permanecen desconocidas, lo que prolonga el sufrimiento de las familias que buscan respuestas y justicia.
La falta de identificación de los cuerpos se ha convertido en uno de los principales desafíos para el país, no solo por la complejidad técnica del proceso, sino también por las carencias en los recursos y la coordinación entre las diversas autoridades y organizaciones.
Murck explicó que, en el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), han trabajado de la mano con la Comisión Nacional de Búsqueda y la Secretaría de Gobernación, gracias al apoyo financiero de los gobiernos de Alemania y Noruega.
Destacó que, al igual que en Zacatecas, se han firmado convenios de cooperación con fiscalías y gobiernos estatales. Gracias al trabajo de su equipo a lo largo de la República, ya se han formalizado 17 convenios de cooperación con fiscalías y servicios periciales, lo que otorga a las fiscalías la certeza jurídica de cómo colaborar con las Naciones Unidas y con el UNFPA.
Aclaró que, una vez firmado un convenio marco, se realizan anexos técnicos específicos, como el que se firmó en Zacatecas para el tema de huellas dactilares, en el que se donaron escáneres portátiles para la identificación humana.
Sin embargo, destacó la ausencia de una base de datos genética centralizada en el país, lo que limita enormemente la cooperación entre las distintas fiscalías de los estados.
“Desde 2017 hay una ley general en materia de desaparición forzada que define muy bien que la Fiscalía General de la República debería implementar una base de datos de genética a nivel nacional. Eso hasta hoy, por razones que yo no conozco, no existe” mencionó.
Incluso también abordó las limitaciones relacionadas con el perfil dental, un método utilizado en otros países como Alemania para la identificación de personas, pero que en México enfrenta barreras debido a la falta de una obligación legal para que los dentistas mantengan estos registros en bases de datos centralizadas, sumado a las dificultades socioeconómicas que enfrentan muchas personas para acceder a servicios dentales.
Otro tema clave que destacó fue el uso de huellas dactilares. Mencionó que, a pesar de existir un convenio con el INE desde 2016 para permitir el cotejo de huellas dactilares entre las fiscalías y el instituto, muchos estados desconocen este convenio o no saben cómo llevar a cabo el proceso técnico necesario.
Sin embargo, gracias a una colaboración entre su equipo y la Fiscalía de Tamaulipas, se desarrolló una aplicación que permite, en tan solo minutos, escanear y cotejar huellas dactilares con la base de datos del INE, lo que ha permitido identificar a miles de personas fallecidas no identificadas.
A través de este esfuerzo, se han logrado avances significativos, como la digitalización de las fichas dactilares de más de 13,000 personas fallecidas en 26 estados, con casi 7,000 coincidencias.
En Zacatecas, según dijo, se está viendo un esfuerzo cooperativo entre la sociedad y el Estado, con colectivos exigiendo rendición de cuentas y reconociendo avances en la identificación de cuerpos.
Sin embargo, la falta de recursos y la ausencia de un servicio profesional de carrera en los servicios forenses son obstáculos. Además, aunque existen avances, como el uso de inteligencia artificial para identificar tatuajes, aún falta una mayor coordinación y desarrollo de bases de datos para mejorar la identificación de personas desaparecidas.
A nivel nacional, agregó, es urgente la creación de una plataforma consolidada para las personas desaparecidas, que podría lograrse con voluntad política, una buena planificación y el apoyo de expertos en tecnología.
Murck señalo que el trabajo en Zacatecas ha sido positivo, con la cooperación de la Fiscalía y la entrega de cuerpos identificados, y se espera que el 2025 traiga más avances. Sin embargo, también es necesario seguir presionando a las autoridades para que continúen con estos esfuerzos.
La clave está en la colaboración entre las autoridades locales y federales y la implementación de soluciones técnicas para mejorar los procesos de identificación y búsqueda de personas desaparecidas.
Finalmente, agradeció el compromiso de los colectivos y madres buscadoras, reconociendo su persistencia ante la indiferencia. Subrayó la importancia de seguir exigiendo rendición de cuentas a las autoridades y garantizar que los servicios de búsqueda funcionen correctamente.