En un acto cargado de simbolismo y dolor, el colectivo madres buscadoras, sangre de mi sangre y de personas desaparecidas transformaron la Plaza Bicentenario en un espacio de memoria y exigencia. Cubrieron el lugar con el emblemático tejido rojo y la adornaron con fotografías de sus seres queridos, aquellas personas que un día salieron de casa y nunca regresaron.personas desaparecidas
El evento estuvo marcado por el clamor de justicia hacia el Estado, el eco de las voces de quienes buscan respuestas y el peso de una estadística alarmante: 3,843 personas desaparecidas, según el último corte del 22 de diciembre. Sin embargo, los asistentes también recordaron que esta cifra, ya de por sí desgarradora, no refleja la magnitud real de la tragedia debido a los casos que permanecen en el silencio de la llamada cifra negra.