La Gualdra 665 / Santos de la Torre / Arte
Hace unas semanas la maestra Alma Rita Díaz me informó que el Gobierno del Estado a través del Instituto Zacatecano de Cultura y el Museo Zacatecano estaban programando un homenaje al maestro Santos Motoapohua de la Torre Santiago y me invitó a participar, a lo cual por supuesto acepté con mucho gusto. Desde ese día, muchos gratos recuerdos relacionados con Santos (como le llamamos afectuosamente por la confianza que nos tenemos) han venido a mi mente, y es por ello por lo que decidí que mi participación fuera en ese sentido, es decir, compartir con todos ustedes la memoria de sucesos ocurridos a lo largo de los años. Cómo es que inició la historia que une a Santos de la Torre con el Museo Zacatecano, cómo y cuándo llegó aquí el magnífico mural que se encuentra en exhibición permanente, así como también comentar otros acontecimientos relacionados con la trayectoria artística de Santos.
Comenzaré refiriendo que tuve la enorme fortuna de conocer a Santos de la Torre en enero de 1999. En ese tiempo yo era asistente del director del Instituto Zacatecano de Cultura, el Mtro. José Esteban Martínez, y recuerdo que Santos de la Torre, acompañado de John Lilly y Humberto Fernández de la organización no gubernamental “Conservación Humana A.C.” (CHAC) tuvieron una reunión con el Mtro. José Esteban en la que solicitaron el apoyo y respaldo del Instituto Zacatecano de Cultura para dar seguimiento al proceso de recuperación de un mural obra de Santos de la Torre titulado “Misterio y viaje de los tres espíritus sagrados” que se encontraba “extraviado” o mejor dicho, “robado” o “retenido indebidamente” por un antropólogo que alegaba tener derecho sobre la obra por haber ayudado a Santos a conseguir los recursos para su elaboración a través del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en 1993.

La denuncia ya se encontraba entonces en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, a cargo del Lic. Epigmenio Mendieta. Entonces, el Mtro. José Esteban Martínez me pidió que me encargara personalmente de atender esa petición y apoyar en todo lo que fuera necesario. A partir de ese día, la comunicación con el Lic. Mendieta y con Santos de la Torre fue constante.
En abril de ese mismo año 1999, fui nombrada directora del Museo Zacatecano y ahí inició la estrecha relación entre el maestro Santos de la Torre con este museo, relación que continúa y que es para siempre, pues exhibe uno de sus importantes murales.

Retomando la historia del mural robado, gracias al trabajo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, meses después, el mural fue felizmente recuperado y se acordó con Santos de la Torre de que en lugar de que fuera resguardado en una bodega del Instituto Zacatecano de Cultura, pudiera ser exhibido en el Museo Zacatecano por tiempo indefinido. Eran finales de 1999, el siglo XX estaba por concluir y desde el Gobierno del Estado y el Instituto Zacatecano de Cultura se estaban programando muy diversas actividades y eventos por el cambio del siglo. Así que se pensó que para el Museo Zacatecano no habría mejor forma de recibir el año 2000 que con la inauguración de la exhibición del mural “Misterio y viaje de los tres espíritus sagrados” la cual efectivamente se llevó a cabo el 30 de diciembre de 1999 con gran entusiasmo y alegría, con músicos wixaritari, tejuino y esquites de elote tierno, como auspicio de un buen inicio del siglo XXI.

Entre los oradores de ese evento, además del secretario general de Gobierno y del director del Instituto de Cultura, participó también la maestra Alma Rita Díaz Contreras. 25 años han pasado desde entonces y hoy el Museo Zacatecano a su cargo, lleva a cabo este merecido homenaje al maestro Santos de la Torre para celebrar y reconocer su trabajo que lo ha situado como uno de los más destacados artistas wixaritari, tanto a nivel nacional como internacional.
Regresando a los acontecimientos del pasado, a mediados del año 2000, el Museo Nacional de Arte Mexicano en Chicago, Estados Unidos, a través del Museo Zacatecano le solicitó a Santos de la Torre el préstamo del mural para ser exhibido a partir de marzo del 2001, solicitud que éste aceptó, lo cual fue para el Museo Zacatecano por una parte motivo de regocijo por el reconocimiento de tan importante museo a la obra de Santos, pero al mismo tiempo motivo de preocupación, pues ya era impensable no contar con tan bella y significativa obra que había atraído así mismo el interés y visita de numeroso público.

Fue entonces que el Museo Zacatecano con el apoyo de la Secretaría de Obras Públicas del Gobierno del Estado, le encargó la elaboración de otro mural de las mismas dimensiones, para sumarlo de forma permanente a la valiosa colección de arte huichol que ya poseía el museo.
De septiembre del año 2000 a marzo del 2001, Santos de la Torre con la colaboración de su esposa, sus dos hijas y otros cuatro artesanos, trabajaron ininterrumpidamente durante 7 meses en la creación del mural titulado “Visión de un mundo místico” el cual fue colocado el mismo día que se desmontó el mural “Misterio y viaje de los tres espíritus sagrados” para ser llevado a Estados Unidos, donde fue exhibido por un largo periodo.
Y en ese gran Museo Nacional de Arte Mexicano de Chicago, les sucedió lo mismo que al Museo Zacatecano: no estaban dispuestos a prescindir de tan bella obra al término de la exposición temporal y le encargaron a Santos de la Torre la elaboración de otro mural de las mismas dimensiones para exhibirlo de forma permanente. Solicitaron al Museo Zacatecano su colaboración para que fuera el enlace entre ellos y Santos de la Torre para todo lo relacionado con la realización de ese nuevo mural y así se hizo. “El nuevo amanecer” fue el título de esa obra concluida en el año 2003.
El mural “Misterio y viaje de los tres espíritus sagrados” regresó de Chicago y a petición de Santos siguió bajo el resguardo en bodega del Museo Zacatecano.
Años después, a mediados del 2012 fue solicitado en préstamo por el Gobierno de Chihuahua para ser exhibido por un corto periodo y luego continuó bajo el cuidado del museo hasta el año 2018 cuando fue adquirido por un coleccionista particular.
En el año 2013, el director de cine Nicolás Echevarría y el productor José Álvarez iniciaron la filmación de la película documental Eco de la montaña sobre la vida de Santos de la Torre y a través de la curadora de la Sala de Arte y Cultura Huichol, la antropóloga Colette Lilly, solicitaron el apoyo del Museo Zacatecano para buscar y conseguir una vivienda adecuada en renta en la ciudad, en la cual Santos, su familia y sus colaboradores pudieran estar trabajando en la creación de un mural cuyo proceso sería también filmado. Cuando el mural quedó concluido, titulado también “Eco de la Montaña”, fue en este patio donde hoy nos encontramos que se llevó a cabo la filmación.
Cabe mencionar que los murales que realiza Santos de la Torre se conforman de la unión de cuadros independientes que se arman a manera de un rompecabezas, así que cada pieza se fue colocando y uniendo sobre el piso del patio para luego ser filmado con una grúa cinematográfica que sostenía la cámara. Para quienes aquí trabajábamos fue emocionante ver el proceso de filmación.
La película documental sobre Santos de la Torre constituye en sí misma un reconocimiento a la trascendencia de su trabajo artístico y por ello les comparto algunos datos interesantes sobre el filme: narra que Santos de la Torre NO fue invitado a la inauguración de la exhibición permanente de un mural de su creación titulado “Pensamiento y alma huichol” que fue colocado en la estación Palais Royal–Musée du Louvre del Metro de París, donado por el Gobierno de México a Francia por los 30 años de cooperación y amistad entre los sistemas de transporte colectivo Metro de ambos países y que fue inaugurado por el entonces presidente de México Ernesto Zedillo el 6 de octubre de 1997 en su visita a París. Pero repito, el artista, el maestro Santos de la Torre no fue invitado… una acción lamentable que significó mucho más que una descortesía; fue el reflejo del olvido y abandono del gobierno para con artistas, artesanos y en general con la población wixaritari y con otros pueblos originarios.
La película documental aborda otros aspectos de la vida de Santos, su familia, la peregrinación al sitio sagrado de Wirikuta para pedir permiso a sus dioses para la elaboración de un nuevo mural cuyo proceso se documenta, así como los significados del mismo.
La película se estrenó en marzo del 2014, y durante ese año y el 2015, participó en festivales nacionales e internacionales y obtuvo diversos premios y nominaciones, entre otros en el 2014: Mejor Documental del Festival de Cine de Chicago; Mejor Documental mexicano del Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México; en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara ganó como Mejor Largometraje Mexicano, Mejor Película Iberoamericana y el Premio Especial del Jurado; en el Festival de Cine Latinoamericano de Lima, Perú, ganó también el Premio Especial del Jurado.
Participó en el Festival de Cine de Abu Dhabi, donde fue nominado como Mejor Largometraje Documental; y en el Festival de Cine de la Realidad (Cinéma du Réel) en París, fue nominado al Premio al Mejor Documental; en el año 2015 fue nominado a los Premios Ariel como Mejor Largometraje Documental y Mejor Banda Sonora.
También participó en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Fue exhibida en varios estados de la república incluido Zacatecas a través de la empresa mexicana Cinépolis. Para quienes tengan interés, actualmente puede verse a través de la plataforma de Youtube.
Cierro el comentario sobre esta película documental mencionando que el título de Eco de la montaña se debe a que el nombre wixárica “Motoapohua” de Santos, se traduce precisamente como “Eco de la montaña”.
La obra artística de Santos de la Torre también ha sido motivo de inspiración e interés por descubrir y comprender sus significados, por ir más allá del aprecio y disfrute de la extraordinaria belleza de sus obras, vibrantes en formas y colorido.
Es el caso de la Maestra en Estudios de Arte y Literatura Lucía Agraz Rubín de la Ciudad de México, quien a través del Museo Zacatecano pudo contactar y entrevistar a Santos (también en el museo) ya que en el año 2019 se encontraba realizando la tesis “Wirikuta. Bases para la preservación de un territorio sagrado ancestral como patrimonio de la humanidad” para obtener su maestría, en la cual incluyó un capítulo dedicado a Santos de la Torre. De ahí surgió una muy buena amistad entre ellos y posteriormente Lucía Agraz a través de una Asociación Civil que ella presidía, tomó la iniciativa, responsabilidad y trabajo para postular a Santos de la Torre como candidato al “Premio Nacional de Artes 2019” en la categoría de Artes y Tradiciones Populares y el Museo Zacatecano apoyó la iniciativa a través de una carta que se incluyó en el expediente respectivo. No fue seleccionado y Lucía Agraz lo volvió a intentar 2 años más, en el 2020 y en el 2021.
Otro caso un tanto inesperado fue el de los directivos del club de fútbol profesional Mineros de Zacatecas. A principios del año 2019, se presentaron en el Museo Zacatecano con una muy bella iniciativa: deseaban que el diseño de las tres nuevas playeras que portarían durante un año, tuvieran “símbolos o distintivos de identidad” que tuvieran que ver con el arte, las tradiciones y la cultura de Zacatecas.
Sin dudarlo los orientamos hacia la Sala de Arte y Cultura Huichol y quedaron impresionados con el mural “Visión de un mundo místico”, eligieron el fragmento central de éste, el “Tepari de Tatehuari”, el “Abuelo Fuego”; a través del museo se solicitó el permiso correspondiente a Santos de la Torre, quien aceptó que el diseño fuera utilizado para una de las playeras.
Otra playera tuvo en su diseño un fragmento de una obra del maestro Manuel Felguérez quien también con gusto dio su permiso y la última de las 3 playeras tomó como diseño el perfil de un danzante de la Danza de los Matlachines.
Santos de la Torre fue invitado de honor a la presentación de las nuevas playeras en un evento muy singular que tuvo como escenario el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez. Recientemente me enteré de que la idea que tuvieron los Mineros de Zacatecas fue la primera de ese tipo, y que su iniciativa fue muy bien acogida en el ámbito futbolístico y luego replicada por otros clubes de fútbol.
Ahora me voy a referir al proyecto “Museo del Cielo” que ha llevado a cabo el Clúster Turístico y Cultural de Zacatecas, cuya primera etapa inició en el año 2019, y que seguramente la mayoría de los aquí presentes ya conocen. Se trata de la reproducción en gran formato de obras de arte que se encuentran en los diferentes museos, impresas en cerámica por la empresa zacatecana Cesantoni y que cubren los pisos de azoteas de algunas casas del centro de la ciudad, los cuales pueden ser admirados desde el paseo por el teleférico. La primera obra seleccionada para ser colocada en la azotea de mayor dimensión, pues se trata del techo de una escuela pública, es precisamente el fragmento central del mural de Santos de la Torre “Visión de un mundo místico”.
Fue también a través del Museo Zacatecano que se contactó a Santos de la Torre para que le fuera explicado el proyecto, obtener su autorización, y facilitar la imagen del mural.
Muchos años atrás, en el año 2005, la utilización temporal de un fragmento del mismo mural que sirviera de inspiración para diseños estampados en mascadas de seda, también fue autorizada por Santos de la Torre a la firma mexicana de diseño Pineda Covalin, previo acuerdo comercial y con la condición de que en cada una de las piezas se incluyera el crédito correspondiente a Santos de la Torre mediante una breve ficha igualmente con el significado del diseño.
En este breve recuento de sucesos alrededor de la obra de Santos de la Torre y de los cuales el Museo Zacatecano ha sido testigo, queda de manifiesto el aprecio y la resonancia de su trabajo artístico.
También deseo hacer mención que la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) ha reconocido la valía y el legado cultural que constituye la obra de Santos de la Torre, por lo que llevó a cabo una magna exposición titulada “Nube divina” que fue inaugurada en diciembre del año 2023 en la Galería Manuel Felguérez de la rectoría de esa universidad.
El gestor de dicha exposición, el docente investigador de esa Institución James Ramey, señaló que era la primera muestra retrospectiva de un artista wixárika contemporáneo y en la que se celebró también sus 6 décadas de creación. Posteriormente, el mural “La luz del mundo. Dos divinidades” que fue la pieza central de esa exposición, fue adquirida por la misma Universidad Autónoma Metropolitana en el marco de su 50 Aniversario en mayo de 2024, sumándose a su patrimonio artístico, para ser exhibida de forma permanente. Cabe mencionar que James Ramey conoció el trabajo de Santos de la Torre muchos años atrás gracias a la querida antropóloga Colette Lilly.
Retomando el tema de la postulación del maestro Santos de la Torre como candidato al Premio Nacional de las Artes en la categoría de Artes y Tradiciones Populares, que lleva a cabo cada año el Gobierno de México, en los años recientes 2024 y 2023, han sido el Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” y el Museo Zacatecano quienes lo han postulado. Con la orientación de un gran amigo de Santos, el promotor cultural Fernando Alarriba, el Museo Zacatecano fue el responsable de integrar los expedientes necesarios.
Hasta aquí, sólo he compartido con ustedes la memoria de acontecimientos alrededor de la obra del maestro Santos de la Torre. Ahora quisiera referirme brevemente a que todas sus creaciones son reflejo de su cosmovisión, de la cultura ancestral de su pueblo y su rica mitología, de la profunda unión que tienen con la naturaleza, con la tierra, con el mar, con los astros, de las peregrinaciones que realizan a los diversos sitios sagrados, en especial a Wirikuta en el desierto de Real de Catorce, SLP, de las conexiones con lo divino a través del consumo ceremonial del peyote.
Cada obra suya es una narrativa visual de todo ello, cada elemento incluido como venados, águilas, serpientes, peces, lagartos, flores, aves, peyotes, astros, jícaras, tambores, y muchísimos elementos más, tienen un significado, cuentan una historia dentro de su cosmogonía.
Concluyo mi participación citando un fragmento de un texto del escritor e historiador de arte mexicano Jorge Alberto Manrique, publicado en el periódico La Jornada en septiembre de 1996 sobre el mural “Misterio y viaje de los tres espíritus sagrados”, pero que puede ser aplicado a toda la obra de Santos de la Torre.
Cito: “Lo que el espectador tiene enfrente es una especie de joya magnífica, en su brillo, en la cantidad de sabio trabajo acumulado por un conocimiento secular, en la cantidad de formas que se aglomeran y se organizan, procedentes del mundo natural, animal, humano y sobrehumano; formas que se establecen a partir de modos de representación ajenos a la cultura occidental casi en su totalidad… nos encontramos frente a un objeto que no tenemos de entrada dificultad para calificarlo de obra de arte. Nos sorprende, nos atrae, admiramos sin reserva la cantidad de trabajo invertido, la calidad de la hechura y el hecho de que contiene significados profundos, aunque no seamos capaces de desenterrarlos en una primera lectura”, fin de la cita.
Creo que el maestro Jorge Alberto Manrique supo expresar perfectamente lo que todos o la gran mayoría de los espectadores sentimos ante una obra del maestro Santos Motoapohua de la Torre Santiago.
*Texto leído durante el homenaje al maestro Santos de la Torre, en el Museo Zacatecano, el 15 de abril de 2025.