Después de ver una Asamblea General del Spauaz con 60 profesores se adquiere claridad del proceso organizativo por el que pasa el sindicato. Estamos en un periodo álgido de protesta social y el Sindicato del Personal Académico tiene reuniones sin “quid” a tratar: la asamblea de ayer no tenía puntos importantes qué decidir o dilemas que resolver. Sólo dio un poco de información de documentos ordinarios de los procesos de revisión anuales. Un comité que no organiza ni construye una ruta del debate claro y serio paraliza. Se observa a los profesores desmovilizados y poco informados del estado que guardan las negociaciones a tres semanas de que se cumpla el emplazamiento. Viene un año muy complicado para todo el sector educativo, pero especialmente para la UAZ. Los mil 750 millones que tienen de presupuesto para este año, pueden acabarse en junio si pagan salario, impuestos y seguridad social. Es decir, es posible que el esquema de pago integral deje a la institución sin recursos antes de terminar el año, incluyendo salarios. Y sin embargo, parece que los profesores no saben nada de esto. Pueden sacar el año con las quincenas, pero eso implicaría dejar de pagar o los impuestos o la seguridad social, y eso también debe ser motivo de preocupación de los profesores. También la Rectoría tiene planes de ahorro que implica suspender contrataciones docentes de tiempo determinado y parece que todo está bien; con todo ello enfrente, ¿cómo explicar su desmovilización?
Una hipótesis que explica esta desmovilización es la desinformación. Y a su vez esta última se explica porque el Comité trata de hacerle fácil las cosas al actual Rector. Es decir, la amalgama del Comité Ejecutivo del sindicato con la Rectoría destruye la capacidad organizativa del Spauaz. Es preocupante que eso ocurra, ahora que se requiere que los sindicatos independientes (que son pocos) den muestra de capacidad de lucha en esta crisis. Así de importante es la independencia del sindicato de la patronal: cuando esa autonomía se arruina, termina destruyendo la capacidad de lucha de la organización. Y con eso, la posibilidad de encontrar soluciones para la base docente de la institución. La conclusión es clara: el sindicato sin un Comité Ejecutivo independiente de la Rectoría, es un sindicato desmovilizado, desinformado y, en suma, vulnerable a los riesgos que una coyuntura como esta trae consigo. Es decir, la mejor defensa es la autonomía. Entendemos que en una institución como la UAZ su patronal y masa sindical dejan de tener una línea de división tajante dado que ‘el patrón’ es un trabajador más, pero que asume ese papel temporalmente. Pero por lo visto hasta aquí, es de suma importancia que ‘ese papel’ o función se asuma en serio y no se simule. Sobre todo por parte de la posición sindical. Empero, esperamos que en los dos últimas semanas antes de la votación por la huelga las bases del Spauaz se activen y reflexionen sobre la necesidad de un Comité Ejecutivo independiente y que no sea un brazo de la Rectoría.